Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Silencio.

El terror comienza a gritar. Otra vez.
Nacido del dolor y del agobio, un latir melódico retumba en mi pecho.
Nacido de la pasión y del placer, del recorrido maldecido por las lágrimas derramadas que inundan mares.
Se para. Corre y muere. Como la sangre que fluye por tus venas.
Esta dulce introducción a la destrucción que cada amanecer llama a mi puerta, evocando besos voladores, miedo sumergible y más mierdas que inundan mi habitación.
Esto no entiende de "romper lo prohibido"; atiende a razones y desatiende a latidos.
Este aire en movimiento que viaja del odio al amor, mintiendo(me) antes de tiempo, como en un flashback.
No quiero saber el final sin conocer el principio, es más, tampoco recuerdo bien como empezó todo este embrollo. Podría ser el infierno, o podría ser el cielo, que más da... realmente, no hay otro paraiso que el que mi lengua reclama a las puertas de tu boca.
Vaya mierda joder, me canso de trasnochar comiéndome la cabeza y como siempre escupiendo el corazón, mientras álguien me susurra un grito tan tenue como nuestro brillar... quiero desconectar.
Arder.
Que una araña me atrape en sus redes y me mordisquee hasta que lo que quede de mi sea su simple rastro.

Vuelven los miedos de dormitorio. Vuelven los gritos a media noche. Vuelven los abrazos a la almohada. Vuelven las dosis altas en las venas. Vuelve el escribir tu nombre en el aire. Vuelven los besos mandados via aérea. Vuelve a girar y girar todo un mundo.
Vuelven los obstáculos: intento engañar y hacer mas sencilla la situación. Y deseo, si es así, que sea dificil.
Podemos jugar al daño más logico y natural que podamos inventar.
Podemos imaginar que nos besamos (aunque nos separe un fino cristal...)
Podemos fingir que tus manos circulan por mi cuello.
Podemos encontrar nuevas maneras de vivir solo dedicandonos a matar el tiempo con el maldito daño logico.
Pero somos demasiando jóvenes, inteligentes, y somos demasiado Nosotros como para dejarnos escapar.
Ahora que soy pobre y la lluvia cae sobre mi, nunca más veré su trono en mi salón principal.
Abriré la puerta de los pecados, y también entrara mi angel guardián (que me acercará a ellos).
Dejaré que entren los llantos, dejaré dentro los besos, echaré fuera los lamentos.
No quiero ver, ni por asomo, ni en pintura, ni en fotos, ni en la sopa, ni en ningun lado su absurda cara de pesadilla.

Quiero contarte, cielo, como cambia el curso de las cosas.
Quiero contarte como hablan los ojos, como miran las orejas, y como escuchan los labios.
Quiero contarte, o vengo a contarte, como se calma una llama. Incluso, de tanto desaparecer, como se apartan las telarañas del corazón.
Pero...
los labios callan. No apetece besar... (y ni yo mismo entiendo el porqué. O eso creo...)
No quieren saborear un posible error, ya que tienen complejo de miedo.
(Se) Comen. Y no puedo oir ni una mosca retumbando en mi cabeza.
jOFSDFSA, la misma frase de siempre....
Mama I'm killing myself.
Son los vampirohumanos con autodestruccion en las distancias cortas. Con las manos llenas de sangre que ellos lamen y expulsan una y otra vez. Un circulo vicioso.
El miedo.
Me cago encima al pensar en adentrarme en otros jodidos labios, aunque lo desee con todas mis fuerzas, me da mucho miedo. Por que tengo el sabor de boca de aquella matanza que creamos.
Sé que sin el miedo no soy nada, quizas sin él no estaría escribiendo esto ahora mismo, a las 4:23 de la mañana, mirando por mi y viendo un vacio-lleno.

¿Tú crees que estoy completamente loco?
No lo sé, pero vas totalmente por el camino.
Pues mira que bien.


Me he decidido.
El tiempo nunca me esperó a mi, asi que me niego a darle un tiempo al jodido y maldito tiempo.
Pero...



¿Cómo hablar...?
¿Cómo ver...?
¿Cómo escuchar...?
Silencio y polvo.

4 comentarios:

Transeúntes...