Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

martes, 21 de noviembre de 2017

Aún no, no ha llegado el momento, la madrugada acecha, los recuerdos sin renglones ni reverso; por la piel aleatoria de un cuerpo va caminando el recuerdo olvidado, pretérito de este corazón, por las calles, los caminos, por la piel, va caminando el recuerdo cogido a la mano de la prudencia que tapa desnudez y vergüenza
y por la noche, cuando la madrugada acecha, me mantienen despierto todos juntos, con su risa irónica llena de memoria, hasta que encuentro un significado a estar despierto
no, no ha llegado el momento
hay un trozo de noche que vive con los ojos abiertos, se adentra en la memoria formando sus imágenes, sus sueños conscientes, despiertos.

jueves, 9 de noviembre de 2017

El juego de las pasiones

Cuando se adelantan los versos a los hechos en presente y no en pasado, hay una emoción en cueros que se cubre la desnudez con prudencia;

igual que los mil corazones rebeldes que quieren salir de este pecho, los versos rápidos se manifiestan en ecos, que vienen distantes, y susurran muy bajito las lecciones nuevas por aprender. Una voz consciente, que habla despacio, una voz que habla como si un arroyo fuera lo que de veras manase de su boca, invisible, interna. Los ecos de la voz, las mil voces o latidos que a la vez hacen su música y su destrucción. Y cuando se adelantan los versos a todo esto, porque la expresión se derrama en experiencia por los arrabales de mi alma, experiencia en presente, en pasado, es entonces cuando un futuro o un infinito se deforma según avanzan los segundos. Como el juego de las pasiones y los amores ridículos, detallado en el formato de la piel, que también se deforma en realidades aleatorias y más experiencias aprendidas. Como esos versos anexos desparramados por la ciudad, en las paredes, las hojas, los rostros, que se recitan sin quererlo en el aire y en las esquinas por las que floto, susurrando una sabiduría escondida en el interior, que despierta, como ahora, en un presente futuro en el que se idealizan las imágenes del devenir según los antojos más caprichosos del deseo. Es así cuando todo se junta en el pecho, los versos, el tiempo y el arroyo, las pasiones humanas, la sabiduría que entra y la que nace, todo como mil latidos en el pecho, mil conciencias con su propia voz, todo como emoción en cueros, valiente pero tímida, que aparta muy despacio sus manos que cubren la desnudez y la vergüenza, todos sus miedos rotos por fin, agradece la lección aprendida, el control, la administración de la emoción, sonríe a las nuevas experiencias por venir, y ahora en este futuro presente me da para escribir el formato de un nuevo día

Con la lección aprendida, la lectura se duerme al raso; no quiere cobijo
la escritura se congela con el frío del invierno; por la anticipación, el adelantamiento de los versos. Se congela por los besos recibidos y la ilusión de la que me han convencido. Hay una imagen, un recuerdo que parece que no he vivido; aquí una figura, ahora una ausencia, ¿es real? ¿es un pasado que no existe? las palabras escritas que no hablan de nada y solo se ocultan tras la pantalla de una necesidad impuesta. Con la lección de la prudencia aprendida, de guardar las emociones tras la lengua y los poemas en la cabeza, la lectura, la escritura, se congelan, se duermen, y yo me administro los mil corazones para que no se llenen de ilusiones según los deseos y los miedos que se manifiestan día a día en un presente, en este entorno cuesta arriba, con todos los frentes abiertos, en los que me tengo que curtir en singular.

viernes, 27 de octubre de 2017

La creatividad con la realidad

Con pus en la memoria, en el pincel que dibuja el sexo, una creatividad que gime y escupe las decisiones elegidas al igual que las palabras, los pensamientos, los pasos, una creatividad manchada de sangre y orina y latidos que se derrama lenta por los formatos de las partes internadas en la prosa de mi alma me viene a contar, reflejada, que las decisiones y la realidad se moldean una a otra dándose las experiencias diarias y engendrando expectativas, que ahora todo se me escupe y gime desde la punta de mi vértice creativo y ahora la realidad es creatividad según los senderos y los actos que elija

Con inseguridad en el corazón que late por otro, las dudas crecen y engendran miedos naturales e irracionales, de ausencia y lejanía, dejadez, penuria
Pero ahora la vida me da un latir distinto; se me ofrece la valentía como opción y le estrecho la mano fuerte.

lunes, 23 de octubre de 2017

Entiendo el sopor de la distancia, su ronroneo tierno acunado en kilómetros, entiendo que no se quiera incrementar la dificultad con deseos de cercanía, besos llenos de madrugadas en tu compañía, de flores de pensamiento; lo entiendo, para cada tiempo su lección.

Administrarme la emoción, digo yo, con la voz somera a ras de la almohada, engrandecida con la sonrisa cómplice de la confianza y ahora sé que esta estúpida distancia hará las veces de sino, que a su vez será el camino propio de cada uno y el pan duro que alimente los recuerdos.

Igual que deseo mi plenitud, así quiero tu esplendor, tu encuentro interior; afilar la oportunidad dando a cada tiempo su lección. Que si se me rebelan todos los corazones por la noche en un estruendoso latir conjunto, yo me pararé en seco la respiración y digo yo, administrarme la emoción, que en singular se manifiesta con su presencia plural, dando cobijo a tantas ganas de querer, en toda su conjugación de personas: primera, segunda, tercera cuando me saco el alma de paseo por fuera de la piel, primera, segunda, te escribo poemas sin quererlo en mi cabeza, y los freno como a la respiración para aflojar de un tirón todos los latidos y así conquistar de una vez esa administración interior.

Pero entiendo la misión de la distancia, en contraste a la cercanía en el recuerdo de una piel, no tan aleatoria esta vez, entiendo que hay que caminar este camino y dejarse llevar de una vez, como aquel sueño del puente y el río, por las sendas sinceras del presente.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Mirada afilada

Que abre, que abro, la mirada raja en canal, fina e hiriente como el corte de un papel, precisa como el cuchillo del carnicero, que abre, que abro, que me da el entendimiento del mundo interior en el exterior;

tengo un ojo analítico y otro comprensivo
ambos se juntan en la piel extranjera de otros cuerpos, con la mirada afilada la abren, a ver que hay dentro

Y la costumbre, osada, la arraigada dentro de mi hígado violento juzga y encasilla; pero hay una conciencia que va por encima de toda carne y materia y me para en seco: 'quién puede juzgar', pregunta, 'tú, que vienes del banquillo de los acusados en las cortes de los contrastes entre dolor y alegría, que me tienes alta y serena, con voz de lluvia que chispea, tú, que me tienes siempre atenta' y no necesita signos interrogantes ni formatos. Como unos garbanzos en el bolsillo que me recuerdan su existencia al sonar y hacerse notar, yo me acuerdo de la costumbre violenta de juzgar según los parámetros en los que fui instruído dentro del mundo masculino de mi hogar, el anticuado, el que huele a loción de afeitado, a piel muerta y a café, y yo me acuerdo de ella, pobre palabra que sólo quiere significar, y como una lluvia que chispea viene la conciencia a hidratar la carne seca de mi capacidad de aprender para que no pare de brotar de ella una enseñanza permanente que no pretende juicios morales ni físicos, que solo tiene la mirada una capacidad y es la de abrir en canal la carne tras la vestimenta y comprender, analizar, aprender.

Porque hay un caos en cada ser que atrae, magnético, un caos de armonías en tonos fríos, terrosos, cálidos, caos metafórico, el tuyo huele a tierra mojada recién sembrada, a monte de pinos, a setas silvestres y sabe a ganas, a calma, a afecto. Lo toco y me da cobijo, me tapa con las mantas de mi cama, tiene un tacto áspero, como las manos de un carpintero, pero suave en su manera de transmitir calor, hay un caos en cada mundo interior del exterior que da conocimiento, rompe las costumbres podridas del subconsciente y abre las puertas de los yo conscientes que atentos se callan, se paran, y aprenden.

La mirada afilada, da un morbo que excita, siempre pueril e inocente, la curiosidad del gato que muere y yo la afilo cada día para poder hacer el corte preciso y fino que me dé el conocimiento de la comprensión,  el aprendizaje en la emoción, saber ser lluvia cuando toca y sol caliente, con el ojo analítico y el comprensivo actuando juntos en comunión, haciendo la mirada afilada, siempre buscando el interior.

jueves, 12 de octubre de 2017

La melancolía de una cama a medias, una noche de ciudad que como siempre se muestra sola y sin estrellas
esa misma, repentina, que se manifiesta en un lecho partido

Me pone la piel del revés para tener el tacto firme del interior, saber cómo se mueven mis músculos que sienten y no saben lo que es tener un roce ajeno;

yo no sé más que letras, ordenadas y expresando, palabras y voces muy bajitas que han sido desde que sé usar un corazón la única expresión que ha curado la herida profunda del recuerdo que se manifiesta con la misma escasez de vocabulario de siempre, igual que la sensación llena de un vacío negro y opaco, igual que las manos duras y sus golpes que arrancan alas, las palabras afiladas como espadas, ahora tengo que callar y cambiar esta piel de recuerdos y moretones tan tóxica que he curtido en veinticuatro largos años tan bien exprimidos.

Escribo esto en los márgenes laterales de mi alma, como en el colegio, en el cuarto infantil de las paredes azules, buscando entre sus líneas una respuesta que es efímera pero hermosa en su leve manera de ser

Me he perdido entre el humo de los coches
entre la oscura sensación y la ausencia de estrellas en la noche
unas voces minúsculas que intentan engrandecer el ego salen del televisor y chocan con mi frente
lo tengo que pensar, el sistema es así
si tengo un verso para sus cadenas, o si tengo una pena por sus maneras de abrirme la piel a tiras, tengo que pensarlo porque la razón ahora se me impone en lógicas cuadradas tras inhalar los humos tóxicos de esta ciudad
y no puedo tragar, la infección en la garganta es el mensaje, esto no entrará en mí; la cabeza embotada por la mucosidad cosmopolita, pegajosa y gris,
un cúmulo de nubes bajas y ácidas
tengo que volar, tengo que volar
hacer crecer de nuevo las alas

Yo no quiero el hormigón armado de los guardias civiles
prisas, relojes, ayuntamientos
órdenes y palabras vomitadas desde el televisor
No quiero un amanecer oculto tras las antenas
ni las lágrimas oxidadas de unos ojos de metal
las sonrisas por costumbre, la voz por necesidad
Quiero sentir, al despertar, la libertad de elegir, quiero un compromiso fiel a mis encalladas y pequeñas manos que tanto quieren trabajar un sueño real

No sé qué es escribir,
por qué me sale de las manos como esencia y sudor desde los poros
Tengo que hacerlo, tengo que volar, con las manos, con nuevas alas, con el pecho arañado por el recuerdo, tengo que escribir o morir

Si la miel que sudas se me queda en los labios, como el recuerdo de las sábanas colgando, entonces me diré 'paciencia' y la grabaré a fuego en mis sienes para no olvidar de nuevo que ese amor que viene de fuera no llega si el que surge de dentro se compone de retales, y solo piensa en puntos finales.
Pero hay una emoción tranquila que se esconde en mis órganos
no se trata esto de un poema infinito, va al margen de lo escrito
individual y subjetivo
es por mi, que fluye sin distinción de tiempos ni recuerdo, se acopla lentamente la emoción tranquila tras los tejidos de mis órganos que tanta organización conocen: piel, esquema, recuerdo y olvido como números que tienen que encajar, cada uno en un sitio; piel, esperma, las noches siempre queman, en el vientre se arroja el porqué de la esencia del hombre, del hierro fuerte que no corta y de las mismas palabras cada madrugada
Hay un ciclo que se repite con el sol y la luna
se buscan, se persiguen por los cielos
una metáfora que se me enreda entre los dedos
amor, el camino del amor
amor por mi, amor, por ti, por todos
amor a sangre fría, a bocajarro
se dispara desde un corazón al que le salen nuevas alas
las arrancadas; ay, los golpes
hay una poesía en tu mirada y una libertad que la guía
dame senderos de barro y nieve fría
despertares congelados entre las cálidas mantas
un cuerpo que gime y ríe y vive lento el tiempo
sin prisas ni ciudades ni manecillas
dame tierra que canta, tierra infinita, poemas también, te doy mis cicatrices y sus alas y te doy mi corazón y estas palabras
es todo lo que tengo

lunes, 9 de octubre de 2017

Tengo el ronroneo de un felino vibrándome en la garganta
no me lamas la nostalgia desde la piel
por la mañana temprana cuando amanece se mecen los versos de recuerdo y miel

Tengo el grito de un lechal en matanza acorralandome la memoria
los llantos y truenos de un bebé que llora por saber querer
Llora de nostalgia por algo que no ha vivido
que muere y nace en el mismo sitio

Tengo una prosa que se me insinúa en verso
juega con mi pelo y grita 'me quiero'
yo río de ironía y mullo la almohada de olor
Entre humo, petróleo, palomas muertas
sangres que hierven, aceras que queman, naranjos enfermos
Me duermo con el recuerdo del bebé y el lechal
me duermo porque se ha caído la madrugada encima del corazón
y quiero descansar la emoción

He sentido un miedo confundido
esencia de ladridos y mordiscos
Me impide el sexo, desconcierto, un miedo que conozco, sé su nombre, sé a qué sabe:

' desmerecido '

'los golpes
que le arrancaban, despacito, de fatiga
las alas, por Dios, los golpes
que le arrancaban las alas a mi corazón'

Hay una mano que juega con mi libertad como un niño con las moscas
El dolor de un apellido que aún no he curado, la ausencia de una libertad entre selvas de cemento y monos y versos y ahora una ausencia y un recuerdo. Tengo que volar, tengo que volar, tengo que sanar las alas.

Me cruje la conciencia y me arranca la sangre del miembro
se la lleva al corazón que late, hirviendo, he sentido un miedo confundido porque ya no sabe si tiene que asustar o su esencia de ladridos y mordiscos ya pasó de fecha y ahora la confianza sabe a 'merecido' porque el corazón de nuevo ha nacido y los trotes salvajes de las pezuñas negras se alejan indefensas sabiendo que su mensaje ha sido aprendido:

' el merecer tu querer y quererte hacer merecer '

jueves, 28 de septiembre de 2017

Filosofía barata de una erección involuntaria

Hay una imagen que es la carne, tierna; la piel tersa, suave, inmensa
El sexo de madera
Un placer que es efímero y monosémico
Un significado que no se extiende en la expresión de amor

Se define en el verbo tocar como las miradas lo hacen en la oscuridad, primero con torpeza; y ahora como manos certeras, que encuentran, evolucionando entre las sombras con cada movimiento, hay un imán que se conserva en secreto, una carne que es madera, pero efímera, ardiente, un placer que no llena, no dura

Hay una imagen que cambia a la luz de una vela,
un cuerpo aleatorio, mutante, en cueros y en llamas, la carne caliente, pide recorrer el camino húmedo de las esquinas de la piel, cubre un placer, pero sólo uno, sólo da uno
La carne tierna, esa piel tersa, suave, inmensa, hay un placer que llena y otros que no me da
Hay placeres que no son de carne ni de piel
hay unos de sangre, latidos, compromiso, todo lo que ése uno sólo no puede cubrir porque no llena de emoción o de agua todo el recipiente y se queda nada más en la base de la carne y la piel privándose de definirse por completo con el sentido profundo y sincero de la palabra 'querer'

Hay una erección involuntaria al corazón que se rebela y filosofa a base de carne y piel aleatorias que cuando rompen en un silencio tras la corrida se dan cuenta de un vacío no lleno que no es un agujero ni unos testículos descargados, un vacío que no se llena, un placer desconocido que no solo pide carne y piel y esperma sino esencia y un querer correspondido

domingo, 17 de septiembre de 2017

Hay una noche en concreto, no sé bien definirla, Lorca me besa en los labios mientras me desabrocha el cinturón, susurrando
'este amor que se muere en mis brazos'
pobre inocente corazón

lates solo por una emoción, rimas la palabra pero no comprendes las pausas, ni las comas, sigue latiendo en coma como si tuvieras diez años, la eñe se esconde entre las letras y las raíces autóctonas y me tengo que reír

Es esta noche en concreto, tengo el fantasma de un poeta bajo la almohada, me susurra versos que no conozco ni conoce
improvisa un lenguaje con mi alma
me besa las llagas, me lame la cara, me recita de un tirón el poema infinito que aún está por llegar, esconde entre las sábanas la eñe y la tierra que me vio crecer y me dió la fuerza y la voluntad para cumplir con esta tierra que me da de comer

Tengo a un poeta en la garganta, me come por dentro si no escribo, veneno, dame veneno en esta noche en concreto
hoy tengo todos los versos en flor
un corazón que late solo por una emoción y mil más que bailan y follan, se rozan, se trasplantan, gozan en el barro ibérico de mis pequeños músculos y ríen porque hay uno en concreto que en una noche concreta todo el pasado en una emoción y late y late y ahora Lorca sube por mi ombligo y me río porque dice 'pobre inocente corazón' y suena a mi voz reflejada en su recuerdo y sus libros, yo que tengo hoy los versos en flor y al poeta en la garganta sintiendo los arañazos de la memoria en el pecho donde habitan los corazones que se salen del tórax para bailar al son de las velas y ayudarme con esta noche en concreto que no sé bien definir si no es con esto.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Por unos muelles vivientes que crujen dentro de un colchón somnoliento pasa un reflejo que me recuerda sin quererlo a mis jóvenes huesos, también crujen de noche con el movimiento interno, cuando una emoción se cambia de corazón y pasa a ser un marginado e improvisado sentimiento que no quiere terminar de relacionarse por miedo al rechazo, intermitente miedo que cruje por dentro en pos de una costumbre arraigada fuerte en las tierras ácidas y áridas de mi conciencia. Truena por fuera una nube cargada de lluvia y yo, sin más dilación, busco el refugio interior,  pellizcando la voz a ver si no la estoy soñando, una voz que se desliza en prosa últimamente porque la pausa de verso me deja en coma demasiado tiempo y por las noches no consigo el anhelado sueño del que trabaja solo por un sueldo (en coma, estamos en coma: no lo siento; no, lo siento) es esa voz del recuerdo mío y egoísta, yo que trabajo por la labor, por el sudor, porque tengo que hacerlo, por el amor del verbo hacer y por aprender. Necesidad, hazme el amor, deshazme el odio, te quiero firme, el miedo, el dolor es mi lección, dame ese curtirse en la vida como el labrador que sabe que las lechugas no entienden de domingos ni días festivos y que las orugas son para ellas la metamorfosis de su carne verde igual que mi emoción que palpita y cambia de corazón cuando por unos muelles crujientes se desliza un reflejo de prosa y descubro estas palabras debajo de mi almohada o de mi lengua y vienen a decirme todo aquello que no me atrevo a pensar pero que cobra sentido en la improvisación del sentimiento, marginado en el baño, por miedo al rechazo, como en mi infancia cuando sólo estando solo podía expresarme sin miedo a las burlas, a los golpes certeros de un apellido, y ahora es todo lo que tengo.

Como las manzanas verdes de mi piel y mi infancia muerta, trabajo el interior ácido y blanco, fruto de una mutación entre mente y corazón, como los elefantes que pinto en las paredes de los baños laborales donde me refugio de nuevo buscando esa soledad y ese recuerdo que es lo que mejor se me da, tengo una memoria que no sabe olvidar, como estas letras improvisadas que esculpo en el frío mármol de la madrugada, tengo el cincel de la palabra en plena erección y no sabe callar y mis mejores versos tienen la carne hecha de besos, cursiladas y dudas, te lo digo porque lo siento, no me juzgues, no me frenes, déjame saber querer, amar fuerte, permíteme tu piel y el verbo merecer.

Me cambio al verso por la influencia de la noche
hay una estrella que conozco y que muere cuando la miro
cómo los ojos que se quedan fijos en un punto suspensivo
que cuelga de un fino hilo
hay un estrella que me ilumina el camino y me protege del golpe
no puedo mirarla porque se me va la vida en un último suspiro
hay un camino, una senda, una vida que elijo
quiero tus caricias en mi cálida piel
hay una piel que habito, que descubro en cada espacio, cada tiempo, cada abrazo
no me juzgues mucho si te cuelo un verso entre pecho y espalda
Es mi palabra, mi voz, mi lenguaje
Me cambio por la prosa más honesta que sabe recordar y que te quiere decir que la voz que sale de mi interior tiene un origen de poeta y niño encerrado en el baño que no sabe sino expresarse en el más puro y sincero método de la palabra, mi palabra y mi voz que son mi lenguaje, no me juzgues ni me frenes, es mi manera, mi camino, mi senda, es mi estrella que ilumina, que me evita tropezar con la misma piedra, que muere cuando la miro porque si lo hago es por la duda de su presencia y ya tengo que saber que la vida me cuida y que esta manera es de la que debo ser.

lunes, 4 de septiembre de 2017

'El cuchillo en la derecha y el corazón en la izquierda'

Tengo un incendio por dentro que no quema las dudas pero arrasa toda certeza
hay un extintor en la cocina y lo veo al levantar la vista y me río por las ironías de la vida
como que necesito las dos manos para comer y nunca recuerdo si el cuchillo va a la derecha o a la izquierda
me tiene que volver una costumbre a las dedos, a sus huesos, necesito las dos manos para comer y me faltan manos para escribir todo lo que tengo por dentro.
Como que tengo un incendio que aviva la materia negra de mi corazón más oscuro y nocturno
el mas solitario de todos
satélite de una emoción que palpita por si sola y no necesita nada más
estrella para una noche blanca
es el más pequeño de mi pecho y el más viejo

siempre de madrugada cuando siento nostalgia, un nombre que no soy capaz de pronunciar se manifiesta en el eco de una voz, tengo emociones empaladas en las estacas de mi pecho y allí fermentan dejando el olor a muerte que me sigue desde el nacimiento

Hijo de la muerte, te balanceaste entre la vida y el dejarla cuando abandonaste el útero, sembrando cáncer en los ovarios; hijo de la vida, estás lleno de felicidad pero solo cuando consigues perdonar el hecho de que viniste a esta vida a recordar con el corazón todo el dolor que arrastras, hijo mío, estás lleno de amor y no sabes amar, tu lección no entiende de compañía externa y solo se debate entre el querer y el saber
Y me muero de ganas por saber querer.

y de repente una ilusión viene vestida de amor y yo no sé que hacer, si salir corriendo castillo adentro, o arrancarle las ropas viejas del camino, decirle que llevo cien vidas esperándola, que me enseñe el significado del verbo amar. Pero no tiene rostro ni personalidad, es sólo una palabra, o tres o ninguna, o un nombre, y recuerdo ese sentimiento que siempre he tenido dentro, ese de soledad y nostalgia por algo que no tiene que venir de fuera sino de dentro y me vuelvo a debatir entre el querer y el saber querer y sé que el sacrificio está en las entrelineas de mis versos, lleno de paciencia porque se esperar, lleno de impaciencia porque no sé amar ni cómo se puede llegar a sentir algo tan bello y destructivo que de repente acaba con la corrida o con un adiós
( Hay un paréntesis para este poema, que dice, o no acaba y la muerte os vuelve a separar )

hijo de la paciencia, la carne se enfría en el plato, el alimento muerto que no sacia el hambre más voraz de mi interior, tengo el cuchillo a la izquierda y en la cabeza una voz que susurra 'diestro' se ríe de que se me olvide el mundo exterior cuando se me va el alma de este cuerpo tan humano y comienza sus paseos diarios por el refugio interior de los intramuros de mi castillo levantado en el corazón más niño de mi pecho

Una desconocida dice al pasar 'estem a la civilització' y me río en su cara fugaz que ya no recuerdo
la jungla de cemento con sus monos evolucionados y sus versos anexos
las ironías ahora me crujen los huesos de los dedos que olvidan la posición de los cubiertos y se me cae el cielo desde el pecho cuando siento un nombre acechando que, esta vez de día con el sol brillando y el interior lloviendo, se pone a jugar con los ecos y el recuerdo.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Si hay una idea que de noche viene y me grita fuerte al oído ese recuerdo del padre sin padre, qué debo hacer, vida que premias la conciencia

la herida existe y el recuerdo sangra cuando una idea que arañaba el pecho del poeta viene de noche y me hace recordar las nanas rotas de leche tibia y sangre fría

dime entonces, pues no solo te imploro con letras blancas, vida, te pronuncio con mi voz más consciente y atenta y te pregunto y ¿me pregunto? si de verdad perdonar es, en el fondo, perdonarme

el muro que construí para protegerme de tu boca y de tus puños mide lo mismo que la distancia que me separa de él hoy por hoy

hay una diferencia entre quererte por sangre y apellido y quererme por ser yo el que ha elegido ser quién soy, un hijo de la infancia y la muerte, del dolor y la experiencia, ahora un hombre de paciencia y compromiso, voluntad y sacrificio, curtido ya en mil pedazos muy pequeños de cristales en el alma que arrastra el recuerdo de muchas vidas muertas y pasadas

hay una semejanza entre quererte por ser quién eres y quererme por ser quien quiero y debo ser
un aprendizaje para ambos
el romper los muros de la memoria olvidada y construir con sus restos un camino que nos lleve a lo más alto de la conciencia, aceptar la vida que la premia, que nos puso aquí tal y como elegimos ser, vinimos a recordarnos y a vernos crecer

Me dije, no hay poema, no queda verso, mi respuesta es silencio
pero también dije que me debes mil poemas, y me los sigo cobrando día a día
quizá sea cuestión de permitirse los versos, tú qué los has juzgado siempre con tu voz y tus golpes, porque simbolizan un espíritu que te arrancaron con la infancia que perdiste
ahora sé que no es cuestión de olvidar ni recordar, sino de enriquecerse con la experiencia, sonreír a la vida por su respuesta, y llenar infinitas páginas con los versos que de ella crezcan

ancianidad de tus arrugas, una sonrisa me rompe la fortaleza, me derrumba, me da de comer los restos emocionales de la basura, qué guerra de bipolaridad, qué nana más triste, su melodía impregna los muros de la fortaleza que creé en mi corazón para protegerme de tanto dolor, si hay una idea que viene a recordarla por las noches con sus uñas en mi pecho yo me digo, niño, hijo, crío, escucha su latido frío, su quejido tibio, perdona lo vivido, perdónate el apellido.

viernes, 25 de agosto de 2017

El cuento dulce del recuerdo y la muerte

El recuerdo se muere de nostalgia. El verano está llegando a su fin y todo el recuerdo de mi corta e intensa vida empieza a marchitarse junto a mis hojas, y ambos mueren de nostalgia, y yo también. Tengo un dulzor en lo más verde de mi piel, siempre pensé en que era suficiente para poder alimentar al mundo, pero esta maceta se me ha quedado pequeña y no puedo crecer más. No puedo creer más. Es hora de morir, morir de nostalgia por todo lo vivido y por todo lo que podría vivir. No puedo crecer más porque es el momento de enseñar esto que tengo dentro, y no puedo creer más porque todo lo he creído ya, creo en la vida y su lección, y aquí vengo a contarla.
Cuando llegue el amanecer será buena hora. Podré permitirme soltar mi última hoja cuando el primer rayo de sol la roce. El humano ha elegido una buena maceta donde vivir, da al este y el amanecer es tan hermoso que lo oigo llorar de vez en cuando, y yo me deleito con el sol pero me entristecen sus lágrimas. Es por eso que debo morir, para que sepa lo que es la dulzura.
Su maceta no tiene tierra, asi que el humano no puede echar raíces. Es blanca como lo eran mis flores y tiene franjas amarillas en el techo, como un campo de girasoles, y hay otros, otras personas, pero ellos no me miran como el humano. El humano me ha cuidado desde que me trajo aquí. Pero ahora tengo que morir porque hay una lección en mis verdes pero ya marchitas hojas que él debe aprender.
La metáfora está en el dulzor. Yo ya no puedo creer ni crecer más. Le he dado todo lo que tenía, si cogía una hoja para mascarla, sonriendo, yo sonreía abriendo mis flores blancas y echaba otra hoja para él. Le gustaba, y aún le gusto. Pero está triste porque tengo que morir, solo que no sabe que debo hacerlo para que así pueda aprender a apreciar lo dulce de esta vida.
Él cree que su sangre es amarga y por eso escribe tanto, así, como hace ahora mientras yo pienso todo esto, buscando la dulzura perdida entre sus recuerdos. La encontró en mis hojas y ahora sonríe mientras lo recuerda.
No quiero alargarlo más. El amanecer llegara pronto y mis últimos momentos quiero pasarlos en silencio. Solo quería plasmar mi mensaje y que así le llegue al humano, y le llegará, estoy seguro. Ya me colé en sus sueños una vez, cuando le mostré mi funeral, y el le dijo a su madre, la que brilla, que yo me había muerto de nostalgia. No tenía pensado morirme precisamente por eso, pero ahora sé que debo hacerlo. La metáfora está en lo dulce, para él simbolizo su tierra, sus raíces, y moriré de nostalgia cien veces más hasta que sepa que el dulzor lo lleva dentro al igual que sus raíces, como yo llevo las mías y mi recuerdo. Así sabrá que no tiene él que morir de nostalgia tantas veces, que con una ya le bastó, y ahora tiene que llevar sus raíces en su corazón y el dulzor en su sangre y a mí en su recuerdo, que he muerto solo para enseñarle ésto.
El crepúsculo ha llegado.

jueves, 24 de agosto de 2017

Oigo susurros,

'tu corazón es negro porque viene del fondo del mar'

Oigo voces que dicen, que recuerdan,
¿qué susurran sus labios de cera?

Si nace muerta la aurora y yo, por ser bozal en la verdad, me araño las heridas

si es así, si oigo susurros de un corazón que recuerda, de una voz de fría piedra, si es así es que es locura el atreverse a recordar a escuchar a hablar, a preguntar por qué susurran y gritan todo aquello que yace muerto en una tumba de versos.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Bendita paciencia

Soñé contigo y con un puente
mis ganas de cruzar el río del amor me impulsan peldaños arriba subiéndolos de uno en uno, de dos en dos, de tres en tres
Tú llegas a la vez, pero por el camino largo, a paso lento, paciente, me enseñas en sueños un tipo de paciencia fuerte y lenta que llena de placer la espera.
Cruzamos juntos las aguas azul esperanza, rojos de pasión, por una verde emoción que cultiva dentro de mi alma corazones diferentes y pensamientos y lirios y te espero junto a las barandas con una sed dulce de felicidad e integridad plena de ilusión

por ese continente que albergas en los ojos
por ese mismo, por el puente y el río
te espero despierto con el sueño encendido

jueves, 10 de agosto de 2017

Sábanas y sabanas

Reescribir sobre el pasado y la emoción marchita con voz cursiva y experiencia florecida, me hace reír, me hace avanzar por la salida que lleva al sendero que sigue y sigue igual que los versos infinitos que se sobreponen unos a otros en montañas que se sumergen en la tierra del presente, cada vez más profundo, cada vez mas presente, versos que reescriben en el papel de ayer con la tinta del hoy

Si te cuelas en mis sueños como quien se desliza entre sábanas de seda para curtir y hacer un amor carnoso, entonces me desnudaré el alma cada noche para que tengas un hueco donde lucir tu azul y así tener yo en que pensar al despertar y así las metáforas y verdades de doble filo de los sueños serán el desayuno de los días perennes en los que las ganas de conocerte y reconocerte rugen como reyes de la sabana en mis adentros.

Volver a empezar, retomar la emoción varada en las letras aisladas

Armaré los versos más rudos con las letras más nobles que se me ocurran al momento, bien parías en camas de sangre y tinta, a la par que me armo de valentía

Empezar a entender el verbo volver, su significado que es el eterno regreso de un amor que nunca se fue
la imagen que deja en el hogar interior no tiene rostro ni personalidad
se oculta tras la piel aleatoria de un cualquiera, una expectativa repentina que solo es un recuerdo y un símbolo de esa imagen que deja en el hogar interior el amor que nunca se fue
siempre vivo, siempre conmigo: contigo, siempre encontrando, siempre buscando
ahora es un tú y en seguida es un yo
cambiante, mutante, nómada
así es el amor cuando se rie hasta que aprendo la lección de la diferencia entre expectativa e ilusión.

La ilusión mueve los versos
los mece con vientos estivales
de distancia y lejanía
la ilusión arma a los versos
de paciencia y valentía
es la misma que hace fructífera la espera

la expectativa crea monstruos de tiempo que se alimentan de los segundos, Cronos y sus hijos, ata a la voluntad con un lastre de pasividad que frena cualquier ilusión de querer, de poder y de deber, enmudece verbos fuertes y magnéticos, la expectativa ancla, buscando y maquinando un futuro que ni cabe en la cabeza, sentenciando el porvenir con miedos y deseos

La ilusión llena el corazón de querer, de poder, de deber, que se pronuncian fuerte y magnéticamente, atrayendo energías renovables para el propio corazón sediento de agua fresca y limpia que mana cuando quiere, puede y debe, la ilusión es paciencia, voluntad, ser comprometido con lo venidero, con la experiencia obtenida de los jugos de la espera, con agua bendita, la ilusión impulsa al corazón a beber cuando llega el agua y cura la sed, la ilusión no es realidad mental, llena de condicionantes y ego, de miedos y deseos;
la ilusión es amor, la expectativa es obsesión.

El eco de un nombre resuena como truenos nocturnos llenos de silencio y luna llena
Los poemas dejo a medias pues a cada latido fluye la sangre en vena trayendo nuevas metáforas a mi cabeza
Y noto crecer la hierba en el cemento, en la fría piedra, la noto crecer en las campiñas de verano de mi Andalucia
Y me digo 'sigue este camino, compañero, que te llevará al manar del querer'

pero no fue así, ni vino ni carne
sólo hojas secas y tierra de piedra
se quedó el manar del querer queriendo manar
helado el saber pero ardiendo por dentro
se fue así, sin más, para no volver, ni vino ni quiso venir, ni carne muerta ni viva esta vez
sólo la palabra luminosa baila en la lengua
no ajena a esta boca ni extraña a estas entrañas
palabra acostumbrada a morir en la voz y nacer en el silencio
así se contradicen los hechos y sucesos
¡nada vino! nada quiso llegar; pero nada, pez, juega con las palabras que renacen que bailan que tararean por las noches aquella canción de cuna que me asusta siempre de la misma manera

expectativas, y en pasado

domingo, 23 de julio de 2017

Recuerdo

Tener los recuerdos como una maraña de sentimientos plasmados en amores no natos y en versos cortos finos e hirientes; en sangre, en alambre, en papel

jueves, 15 de junio de 2017

El corazón no entiende de ausencias

Una verde libertad muere en mis manos
la caída la rompió y la nostalgia la mató
su lugar de sanación no admitió su presencia extranjera
'llama a los responsables de los jardines del alma
que suene el pitido largo y metálico del teléfono
qué recojan la muerte que tienes en las manos'
pero la muerte es dueña de la gravedad;
la respiración cae al mismo tiempo que su cuello, que descansa en mis dedos, y es la verde libertad la que muere entre ellos
las lágrimas suben de mis ojos al cielo
la emoción se arranca por fandangos, extendiéndose en el tiempo,

las lágrimas bajan de mi cielo al infierno
la libertad ha muerto entre mis dedos

Qué etapa se cierra y cuál se abre, porque todo principio tiene su fin, igual que tu vida y la mia, el sol y la luna con su día y su noche, las hojas del otoño y las nuevas de primavera vestidas. Y así, en mi vida, pensando y escuchando a tus vecinas, te pregunto, pequeño ser libertador, por la puerta que abres y la que cierras, te imploro el farol, la luz de la paciencia, como mensaje que eres y serás, enseña a mi corazón a entender la ausencia.

Para siempre la eternidad de tu presencia, de tus alas verdes que tan desconocidas eran para mi tacto, y la confortable sensación de calor que albergaba mi corazón cuando pensé que quizá tú sacrificio era en beneficio mío para hacerme entender y entender de una vez el beneficio de la muerte y la vida y su amor por la emoción que florece en la piel temprana de la mañana, con tu recuerdo libre y verde aleteando en mi memoria
para siempre la eternidad de tu presencia

'con tres heridas viene;
la de la vida, la del amor, la de la muerte'

sábado, 20 de mayo de 2017

Los poemas en este escalón fluyen solos cuando el descanso se cansa de ser y las tinieblas del cansancio son plomo en los párpados

jueves, 13 de abril de 2017

Siempre por la mañana temprano el anhelo es sincero
Me viene susurrando entre bostezos y legañas 'qué es lo que quieres'
Sin interrogantes
Cambia la armadura por encajes
Tienes el corazón en verso, pequeño pensamiento, siempre por la mañana el anhelo es sincero
Déjalo fluir, tú sabes, qué es lo que quieres
Vivir la libertad de elegir el compromiso, la fuerza para construirlo, la paciencia para mantenerlo, la voluntad de hacerlo eterno

Ya no sé escribir pero escribo

miércoles, 25 de enero de 2017

Estevia

La tristeza de las plantas se refleja en nuestra salud emocional y se mueren de nostalgia por las noches

Transeúntes...