Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Se cansó el cielo de verte esperar... sin hacer nada.

Guarde un silencio para la caída.
Y los pecados tomaron nombre propio, también tomaron tus apellidos. El dolor se volvió serenidad, y dejé que entraran los ángeles para que supervisasen la metamorfosis.
El cambio de la oscuridad a la luz, la ilusión que dan unos labios nuevos, de fábrica...
Ahora el agua cae sobre nosotros, en forma de finos besos que calman esos crujidos.
En forma de lágrima sonriente, en forma de metáfora.
Construyamos un puente que una nuestros corazones, con los ladrillos del cielo.
Déjame poner uno a uno, beso a beso, déjame poner una sonrisa frente a tu hundimiento.
Ven conmigo hasta aquel lugar... dónde podamos liberarnos sin peligro de ser derrotados, por aquellos que buscan a toda costa el sufrir...
Construiré un puente desde tus recuerdos hasta el fin del dolor, explosionaré cada pilar a base del roce de su mano en mi piel.
Empezaré para acabar, acabaré para retomar de nuevo un nuevo suspiro bien expirado...
espera por mi.
Por favor, espera que la música de tu voz fluya dentro de mi mente, que escale estas murallas creadas por el lamento, rómpeme el corazón y vuélvelo a pegar a base de amor.
Ódiame.

Deja que tu corazón marque el compás en esta fría noche de verano... deja que nuestro Dios componga el final de esta locura.
Esta locura... que nos regalamos por ser tan malos, tan locos y tan desesperantemente idos. La fiesta seguirá solo para nosotros...
seguirá bajo nuestra ropa, sobre nuestro corazón.
Bailando con cada cosa que nos propongamos unir, con el pegamento del amor...
Respira y expira(me) lentamente, merecemos esta noche... comernos con las manos.
Todo lo que necesitamos es un poco de paciencia... unas cuantas miradas y ya habremos conocido cualquier tipo de sonrisa.
Créeme, he vivido situaciones peores; he visto a la gente morir por orgullo, por pretender avanzar sin pies, por pretender volar sin imaginación...
por pretender amar sin ganas. Por odiar sin motivo.
Nunca amaste lo suficiente como para odiar...
Dejemos que juegen nuestros sentidos, que nuestra boca toque, que nuestros ojos besen y nuestras manos miren.
Dejemos el mundo del revés.



Se cansó el miedo de verte asustada...

El tiempo no espera a nadie. Tampoco pretendo esperarle, se hará dificil a medida que esto nos aleje, se terciarán nuevas oportunidades, que nos brindarán más exitos y más fracasos.
Comprende, pequeña polilla, que no siempre la luz irá hacia ti... como narro en mi locura, no siempre la montaña irá a Mahoma.
No pretendas esperar sentada, contando desde infinito hasta cero, esperando a que llueva en el cielo y puedas asi recojer los restos de mi pobre corazón. Sin hacer nada que provoque...
¿Cómo te atreves a huir en plena batalla? Esto no había hecho más que comenzar, se hizo dura la guerra y perdimos el primer asalto,
recurrimos a nuestro siempre "fiel" a los ideales humanos, a nuestro apreciado y amado TIEMPO. Recurrimos a la tortura en silencio, a las cosquillas que nos hacía para escupir de una vez LA VERDAD.
Esa palabra que quizás no exista, que me cansé (anda y que te den) de intentar pronunciar.
Por más que lo intento, se me hace y se nos hace frío este silencio. Este momento, cuando notamos que nos perdemos...
Se nos hizo de noche, ahora toca poner la visión nocturna y buscar (encontrar) aquello que no vimos la noche anterior.
Esta enfermedad irá a peor, y nunca dije que fuese fácil...
pero déjame ir, antes de que note mi marcha. Antes de que olvide cómo salvar mi alma.

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