Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Para mí, hay una sensibilidad especial en el vínculo entre los caracoles y la lluvia

Son como dos versos lentos y contiguos, finos e hirientes, sinérgicos, constantes, y uno debe pisar entre sus letras con cuidado, como entre los charcos de lluvia, siempre y cuando no quiera empaparse los pies y el corazoncito

También hay una fuerza inquebrantable más allá del triste y leve crujir físico de su caracola, que puede tener ecos muy hondos, si uno quiere atreverse a verla, y a oírlos; pues lo que para nosotros es sólo un paso en nuestro poderoso e individual camino,
casi inocente, a veces autómata,
tiene un impacto en su pequeño mundo

Ellos llevan su casita a cuestas, donde pueden refugiarse, casi como un niño bajo las finas sábanas. Seguridad. Esa ilusión, tan frágil como una pequeña concha, que inspira sensibilidad y fuerza; para mí, es la fuerza de ir con cuidado por donde camino, con todo: lo que pienso, lo que digo, lo que hago, lo que piso; para ellos, la de lanzarse a arrastrarse lenta y decididamente a comerse nuestras espinacas, o lo que pillen; para el niño, la fuerza mágica de la imaginación, que cambia la sábanas por una armadura
E incluso siendo adultos, después cuesta mucho cambiar esa armadura por la desnudez, la sensibilidad atenta, la fuerza templada. Serenar la lluvia interna. Tener la paciencia de los caracoles, y del que los espera y los observa.

A mi me inspiran mucha ternura, y me llena de fuerza pensar en su pequeña e importante existencia ... Vivir en el campo es maravilloso, hay miles de hadas, si uno cree en ellas.

'Pisa despacio, pues pisas entre mis sueños', dicen.

'Toda vida es preciosa', pienso.


miércoles, 15 de diciembre de 2021

Ese punto está tenso, deshazlo en una coma,

A los poemas hay que darles tiempo
Una pausa necesaria, una pausa de verso

Ese punto está tenso, deshazle su rabia
Dale amores; 
Me camelas, moreno.
Dame amores, un plural sincero
Este punto está tenso, lleva trabajando todo el día, son demasiados latidos, ay, dale amor
Una coma, una pausa, algo
Tres segundos de silencio, al menos

Me paro a tejer porque construir con las manos se me antoja como caminar. Llegar al destino por nuestros propios medios. Los propósitos, cumplidos paso a paso. Con sus pausas, sus comas, sus músculos tensos. 



Cuando el miedo llega, con su boca de mármol, y nos congela la voluntad
Volver a los antiguos poemas es difícil. Ya no soy el mismo. No sé escribir como antes, con el fervor adolescente y el ronroneo de un corazón felino, independiente, herido. Para mí, todo esto es nuevo cada día. Los mil corazones, las mil dagas, las mil heridas. Son las mismas, pero yo no. 
Cuando el miedo llega, con sus ojos de obsidiana, apuñalando nuestra capacidad de decisión; 'no sé qué decir', digo. 'Si tiene que ser, será', pienso.

¿Cómo puedo volver a donde ya no estoy? Es que ya no soy el mismo.

Transeúntes...