Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

martes, 28 de diciembre de 2010

Yo mismo te encontré. Tú me dejaste encontrarte.

Hasta que estemos muertos.
Está escrito en sangre, sangre azul que lágrima a lágrima cae deslizando por el cielo.
He amado y he perdido. He sangrado escribiendo, he escrito con sangre lo que amé un día.
He dolido con amor lo que ese día rompimos, te he encontrado, nos hemos quedado. Aquí estamos.
Hasta que estemos muertos, hasta que rompamos lo que amamos.
Dormí sin soñar, que cerré los ojos, pero nada más. Sin entender lo que pasaba por mi mente, menos aún lo que el corazón sangraba. Más hardcore de lo que esperaba, me emociona el olor que desprendemos, ese que nos encierra en el cielo, hasta que estemos muertos.

Glorioso sacrificio, el cielo te restauró en vida. Ven conmigo, a través del odio, del miedo y del agua. Claro, como el agua. ¿Qué hay de emoción? Lo extraño...
Es una sonrisa dentro de una mirada, una mirada dentro del mar, un lugar dentro del corazón. Lento. Extraño, como el amor.
Para tí y para mí, sumergidos sin principio. Somos, que estamos locos.
Que hay miedo, odio, y rarezas, que estamos dentro del amor mordiéndonos el miedo. Sacándole el jugo, sangrándole las ganas.
Comiéndonos, pero si no... ¿dónde estaría la emoción?
Estaría seco el mar, sería arena... ¿donde estaría la emoción? En lo claro... lo extraño mola más.
Dentro del infierno, dime, miramos la manera de mirarnos, contemplando la locura de frente. Que estamos haciéndolo bien, esto me motiva, ¡oh, glorioso sacrificio!.
Necesitas a alguien que te ayude a sumergirte, que necesito alguien que me rompa los huesos debajo del agua, que me ayude a temblar de amor sonriéndole al miedo. De frente, tiburón, dulce y glorioso sacrificio.

Sin miedo no habria emoción, estamos en ello, estamos comiéndonos con los dientes el alma.
Estamos dulcemente apaciguados esperando a llegar a lo mas hondo de este mar, dulcemente glorificados esperando llegar al centro de nuestro corazón.
Hasta que estemos muertos, hasta que sacrifiquemos nuestro cuerpo en busca de aquel miedo que me brindó las ganas de seguir, las ganas de encontrarte y lo más importante, las ganas.
Las ganas que tengo, que te tengo, que me tienes, las ganas que le gané en la partida de borrachos de barra del mar a la soledad; infierno, que me quemas mas que mil infiernos. Pero no evaporas este mar...

Me encanta la manera en la que me enciendes, me prendes, me dejas, me atas y me consumes, lento. Lento, hirviéndo la sangre.
Son las ganas, son aquellas maneras de mirar al Madman haciéndole ver al dueño del garito, ¿quién se atreve a hacer rechinar los dientes? Solo el tiburón merece el premio...

sábado, 25 de diciembre de 2010

Todas las noches que escaparon del fuego...

De esta noche no me muevo hasta que estemos cerca.
Estamos quietos, mi cuerpo te espera a besos, mi corazón te derrité a fuego lento.
De esta madrugada caemos hasta que estemos cuerdos, subimos hasta que la locura nos haga sentirnos mejor.
No fumamos, pero nos consumimos lento como el OCB, corazón a corazón... que yo también me derrito cuando te acercas. Labio a labio nos hayamos bajo esta parada de autobús, esperando que la noche se alejase al fin del fuego. Las manos deslizan junto a la lluvia por el mundo de tus caderas, donde llueve más que aqui fuera.
Deberías ser ilegal, vas en contra de mi tensión, por lento que ardamos latimos rápido.
Te espero, pues, aqui tumbado, contando minutos que quedan para que desaparezcamos. Nos metemos en la lluvia de fondo, ¿qué queda?, sentir el fuego calentando nuestra piel.

No se quien me calienta más, si ese fuego o tú, entera. Menos aún la lluvia caliente que tras pasar por nosotros sale disparada en forma de emociones ardientes. Llámalo amor, llámalo odio al odio, o miedo al miedo.
Calor, sube por las venas hasta inundar este simple cuerpo de masa muscular y huesos. Malqueridos huesos, rompiendose contra el suelo.
Malodiados somos, y así de amados nos sentimos.

Todas las noches que escaparon del fuego, que hayaron su refugio en nuestro cuerpo, donde el infierno reina a traición, susurrándoles el requiem a aquellas que buscaban la paz.
En nosotros encontraron la guerra.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Tenemos que seguir, tenemos que conseguir...

¡Que se cae la luna a pedazos!
Desde el palacio más recóndito, vimos al angel que nos guiaba. Ciegos de la locura, saltamos sobre el acantilado hasta el mar.
Chocamos.
Esperabas un amor de película, lo espero cielo; te deseo, deséame a grito sarcástico, duéleme en lo más profundo del dolor. Y haz lo mismo para quedarte, pero del revés.
Siéntete en lo más profundo de la ceguera, que choquen nuestros amores.
Que retumbre el hielo, que sople el corazón sin que nunca haya tenido amor. Y que renazca el comernos el alma.
Al dia siguiente del crash, ni mucho menos pensabamos que el sol saldría por donde quisiesemos.
Siempre seremos nuestro angel.

Más de un montón.

¡Eh tú!
Alli fuera hace frio, nochebuena y frio polar de ese que te congela los sentidos.
¿Por que lloras?. ¿Te gusta ver tu lagrima congelada guardando tu dolor hasta que el calor del amor la derrita? Sonríeme, sabes que estaremos unidos por siempre.
Te quisiste ir, te quise quedar. Te quedaste. Mi igual.
Mi yo, me quedo para sonreir con tus ojos amarillos a la lágrima de dolor.
Me quedo por ti, me quedo por mi.
Jugar con los pronombres y saltarse la noche que cae sobre nosotros. Frio polar.
Estaré(mos) por ti.
Mas de mucho, que somos uno. Juntos seguimos, divididos caemos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Perteneces a este corazón, amigo mío.

Has vuelto.
He vuelto.
Podría hasta afirmar que hemos vuelto, pero sería demasiado atrevido. Los segundos sucios desgastaron nuestra amistad, pero estoy -y sé que tú también lo estás- dispuesto a pulir estas sonrisas hasta que sea lo mismo que el calor del verano presenció.
Sabes que cuando te abrazo matas el dolor, sabes que matas el dolor, sabes que aprendí contigo a sentir la mente, sabes que matas el dolor.

Has vuelto, y he vuelto. Volví a sonreir de camino a casa, cantando y corriendo y saltanto y jugando con la lluvia, de camino a casa. De camino a la noche oscura en la que tú iluminas con ese resplandor que (me) transmites.
Matas el dolor.
Lo sabes.

sábado, 18 de diciembre de 2010

(Tú) orgullo.

Tal vez sea yo, tal vez te hayas rendido ya... tal vez será que por fuera no para de llover y dentro retumba el corazón a causa de los rayos que de cara a la realidad matan cada segundo. Los matan por que... ¿qué queda?. ¿Respirar?
Será la misma mierda sin que tú sostengas la respiración y mantengas las ganas de seguir.
Marcharemos en un futuro lejano, tardío y lleno de mierda del ayer, la mierda del segundo en el que dijiste (y contesté) adiós. Adiós, espero volver a verte cuanto antes.
El cuanto antes fueron más segundos de lo esperado. La policia me arrestó por Síndrome de Diógenes y ahora espero a que se marche la basura del corazón.

Ven. Te suplico, te reclamo, te añoro, te necesito. Tú más que nadie sabes lo asquerosamente depentiente que puedo llegar a ser.
Por más gato que me crea...

Es un momento de soledad, cuando parece que esto vuelve a ser rabia otra vez, no es más rabia que mañana, que mañana será la indigestión del alma. El atraganto del corazón y la transformación de mis letras en nostalgia.
Las guardo como el mejor tesoro de la nada que me queda, que me das y que es todo lo que tengo.
¿No vas a pelear por el sol? Se escapará de tanto desear la luna... y tendré que olvidar mi esperanza para dejarte marchar.
Pero no sin antes decirte que te echaré de menos, que no me di por vencido, que aun quedan huesos por romper. Te dejo los martillos que necesites y la medicina que me cure. Te dejo el control para marchar y volver.
Vuelve, pues.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Tu proteges el fuego. Ahora toca dormir en él.

Todo duerme menos las ganas de gritar.
La ira que descansa soñando la paz que tus ojos me mienten, que tu sonrisa me roba, y que tu garganta suplica. Suplica por nosotros.
Hasta que no estemos muertos, no sabran quien hemos sido.
Así que, ¿por qué no ir? Ir lejos, allí donde la voz se confunde con los alaridos que susurra el alma.
Dormida.
Despertar diabólico, con ganas de verte y sin manera de tenerte.
¿Por qué no ir? La fuerza para marchar y el miedo a llegar.
Pero es un sanguinario ilusionista, tenebroso a la luz del día y con los dedos rotos de escribir tu nombre.
Pero es un lamento vestido con una sonrisa, pintada en la cara, sin ganas de enterrar al muerto.
Pero yo te daré requiem, yo te daré sangrar por los labios.
Cielo, tú eres el infierno que conquista mi miedo, tu eres el tormento que le grita a la paz.
Infierno, que el señor se apiade de mi.

Pesadilla.
Miedo a volver a andar sobre tiburones, miedo al miedo. Terror del miedo que da cuerda al reloj de la valentía.
Pánico.
Odio y ganas de quererte, ganas de pillarte y no soltarte.
Y, ¿por qué tu pesadilla inunda mi sueño?
Por qué mis pesadillas se calman con tu mirada; dame mas droga, dame mas odio que haga mis venas arder.
Luchemos por nuestra conquista, que el sol es nuestro.
Que la noche no es más que nuestra oscuridad, que la luna es la que se besa con el anochecer.

¿Lo oyes? Es el latido del sol. Es el maldito tic-tac de mi corazón, marcando el compás de una noche esculpida por el frío, por la amargura y por la nostalgia.
Esto me va a herir más que a ti, pero no por eso abandonaré el turno de noche, no por mas miedo al miedo se retorcerán y arderán mas rápido las venas.
Me dan la destruccion y yo la adiccion. Me dan la mano y yo me hundo.
Soy la Niña, la Pinta, y la Santa María cruzando ahora este mar en busca de terrenos donde asentar mis ganas de encontrarte.
Pero mientras, devorémonos, empezando por el alma.

Será el pequeño secreto de Dios, y, de momento, del chico del pelo rizado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Estalló la guerra del corazón.

El amor estaba escondido, en unas miradas sin fondo.
Los besos, marchitos por el tiempo, esperaban el piel a piel. El mano a mano.
Esperaba este corazón a que tu sonrisa brillara y despertase en él lo que tiempo atrás se durmió.
Murió.
Se marchitó.
Y de la flor ida de olla renació el rojo de tus labios, el rojo que en ellos está pintado ahora.
De tus ojos, oscuros como el miedo a no despertar, pero brillantes como el día en el que se cruzaron nuestras respiraciones; de tus ojos, nació la esperanza que me brindan tus palabras a destiempo, antes de marchar a la guerra del sueño, para permitir así a la mente latir y al corazón soñar.
Para hacer que la sangre corra loca de pasión, ante tan esperado momento, ante la lejana ciudad del amor que dará cabida a tanto placer, a tantas caricias perdidas por la piel, a tantas miradas sin final.

El calor va y viene en forma de rodar entre las sábanas. El frio se apaga con el orgasmo del alma ante tal majestuosidad, que es tu cuerpo y su besar, que es mi amor y tu querer.
Ni las olas del mar me agitan con tanta intensidad, ni el viento soplando en derredor consigue mentalizarme tanto en ser positivo. Las ganas de ti nos unen de una manera brutal, como está unido el tiempo a las lágrimas y éstas a las sonrisas, como está unida la música a la letra, la pintura al lienzo, que somos tú y yo, en el principio de lo que puede ser la unión de un volcán con un huracán.

Que el infierno quema, pero no lo suficiente como para contemplarnos arder. La guerra que estalló en el interior nos traerá la paz para, una vez más, conducir este tanque hacia el despertar.
Que tú sabes que a mi la rendición siempre me sabe a poco...

martes, 23 de noviembre de 2010

Mírate y mírame...

¿Te dan miedo las alturas?
Quizás caigamos y choquemos con nuestro propio ego, cual 11-S, y nos duela en lo más profundo de nuestro espejo.




En la mas inmensa oscuridad, cuando solo tus palabras te iluminan y te delatan, cuando los accidentes solo encuentran pareja en ti, cuando los paisajes nos emocionan y los vemos arder.
Justo en ese momento, es en el que me paro en seco y te echo de menos. Cuando me asomo a la ventana, a la hora exacta, en el momento exacto, en el lugar indicado. Sin la persona adecuada.
Ahí, es cuando te echo de menos.
A los latidos sin ritmo... ya averiguaremos que está reconcomiendonos por dentro.

Oh, vanidad... espero que algún dia tu poder (sea de Dios, de Jesucristo o de Pepito Grillo) te haga entender que sin la ayuda de los demás no habrá esperanza para nosotros. Asique, dejate de tantos rodeos, que acabarán mareados los ojos del pecado.
Si pudiese encontrar la serenidad en estas palabras, si pudiese encontrar a Dios en estas miradas, si pudiese calmar este vacío que tu marcha dejó en mi corazón...
te lo prometo.

(¿Me ha mordido la lengua el gato?)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tú eres el octavo pecado capital.

¡Ha llegado la noche, pequeña polilla!, ¿no estás nerviosa?. Es tan especial... ¡LUCES! ¿¡Dónde se encuentra el técnico de sonido?! ¡Estos latidos van a estallar en cuanto se acerque la actriz principal! Vamos, vamos, no tengo toda la noche (para vosotros, queridos drugos, tengo cita a las doce y cuarto y ella me espera en la ducha). No me esperéis para cerrar, ¡ya caerá la luna por dónde quiera!
Caerán esta noche todos los telones junto a la luna y dejaremos ver la obra en todo su esplendor. Acumulaciones -de respiraciones flotando en el vaho de la ducha-.
Esas respiraciones -agitadas- que van y vienen, esos besos que viajan de boca a boca, de tu lengua a la mía, de mis manos a tu piel. Nunca el amor fue tan deslizante.
Marchaos, malditos tiburones... ¡no sangraré esta noche para vosotros!
Sin tabúes ni mierdas de esas, callarán todas las bocas que pronunciaron el Réquiem (incluida la mía) y dejarán paso a la bocanada de aire fresco que me llega de tus pulmones.
Bajo el agua de la ducha se romperá la vestimenta. Amor; desnudos no hay donde esconderlo.

Por más que el reloj se empeñó en romper el guión, sobrevivimos al cosquilleo y ahora mismo estás tumbada a mi lado en mi cama. El calor nos dejó ardiendo. Necesitarás algo mas que tu piel para andar sobre estas brasas...
Piel a piel se fueron los vendavales y llegaron los huracanes de pasión, los gritos de guerra en forma de arañazos en mi espalda.
Tú defiendes lo que yo protejo, así va el juego, yo protejo lo que tu guardas ahí dentro. Yo cuido y tú me apoyas, yo te quiero y juntos nos fundimos.

.. y ahora he mandado a la mierda la Biblia y los Diez Mandamientos.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Lo que nos une nos desune a mordiscos.

Nunca deseamos olvidar la necesidad.
Aullaban mientras los lobos tras la puerta, deseosos de morder esta carne.
Y bajo el manto de la oscuridad tus ojos delataban el amor, observaban por sus esquinas las lágrimas que de ellos huían.
Y aullaban los lobos tras el corazón.
Sonrisas afiladas.
Cortan los hilos de esta distancia, acuchillan los huesos al romperse y hacían resurgir el agua de esta fuente.
Nadaban mar adentro estos brazos a mariposa revoloteante en pleno estómago.
Pero no olvidamos el camino a casa ni la cortesía que debíamos a los aullantes, estrechamientos de labios y saludos educados a diestro y siniestro.
Menos mal que quedaban las manos que transforman el plomo en oro, transforman la carne en deseo y la flor de piel en pasión y sexo.
Y tú cerrabas los ojos, acunándome en esa mirada de transfondo, insertándome de lleno en pleno extrarradio del miedo.
Soñemos, derritamos los diamantes que hacen brillar esta melodía.
Tengo frio y mis ojos hambre. Hambre de recuerdos, hambre de no olvidar...
Dieta de no recordar la lujuria que un día nos separó: prométeme que no nos separarán los mordiscos ni los aullidos, ni las penas ni las sonrisas, prométeme que nos faltó el aire en esta condensación de humos. Prometido...
Barcazas a medianoche cruzaban tus mares, yo a la deriva aullando tras la puesta de sol que me desespera y me hace sentir el frío sin tus brazos; nena, ven y hazme temblar.
¿Alguna vez viste más allá de esto? Dulzura en forma de tarta y amargura en forma de disimulo, ¿para que fingir?
Si los ojos no fueron educados y se saltaron las normas, disfrutemos del polvo rápido que nos brinda este ascensor.

Dime que no se agotó la energía de este amanecer..

"Te echo de menos", decía mientras una lágrima huía de su interior debido a la pena que sentía.

¿Cómo pudieron cerrar los ojos ante tan maravilloso amanecer? Año atrás nacían dos amigos, año atrás nacía el apoyo que se brindaban. Pero aún no sabían que esto brillaría más que su misma metáfora.

Brillaría por siempre.

"Vuelve, te necesito. Me comería el orgullo una y mil veces, tragaría mis palabras con gusto, escucharía tu voz sin contestar con dolor, te abrazaría sin que me lo pidieses."

Y esto se hace muy duro, me sangran las heridas que tus huellas dejaron en mi corazón como si de múltiples mordiscos de tiburón se tratase.

"Te quiero, amigo mío. Nunca más dejaré escapar esta amistad, nunca más volveré a darte la espalda de esta manera."

Ni la música es capaz de calmar a esa fiera, ni el músico es capaz de calmarse a si mismo. No cesan las lágrimas, los temblores, la nostalgia, la mentira: la auto-mentira. No cesa el amor, menos aún el dolor.

Se hace pesada la lluvia, pero cae fina en el exterior, inundando el interior.

Vuelve.

Recién nos marchamos y ya te echo de menos.

Estas palabras se hacen insignificantes al lado del sentimiento, no valoran lo que esta amistad vale. Yo también tuve mis errores, yo también pequé de orgullo. Nos costará mantener tan grande amistad, nos costará sobrevivir a este diluvio, y caerá mas fina la lluvia tras el abrazo que nos debemos.

NO soy sin ti, me cuesta incluso imaginar un mañana si estás lejos.

Se que yo mismo lo afirmé hace tiempo... y que equivocado estaba.

"El tiempo y la distancia nos separará, y por mucho que nos valoremos acabaremos rotos".

Me siento como un jodido gilipollas al recordar esa tontería que solté, de veras que me siento como una mierda. E incluso, una mierda se sentiría mejo que yo ahora mismo.

Demasiados buitres negros... tu eres demasiado bueno para ellos.

Perdóname; perdonémonos.

"Perdónale.."

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pulsé el gatillo y ahora está muerta.

"Estás esperando un tren, que te llevará muy lejos. Sabes a donde quieres que te lleve, pero no a donde te va a llevar. Pero no te importa, por que..."
Por que el final feliz se lo comen los tiburones.

Y el Rock n' Roll retumba en el interior, hace crecer las olas del mar que llevas dentro.
Labios sellados, cerrados a cualquier lengua intrusa que pretenda romper el silencio esta noche.
Abiertos a cualquier corazón que quiera ser tragado. Abiertos a cualquier ilusión que busque cobijo.
No solo es necesario un "voy" tras un "ven", es más que eso.
Es el valor que necesito para cerrar los ojos mientras te beso y no asustarme por lo que no veo, es la fuerza que añoran mis manos para coger las tuyas y protegerlas de toda aspereza.
Es la potencia de mi voz, la furia de mis textos y el amor que en sus letras se esconde.
El poder de una mirada, la magnitud de estos temblores.

Casi no recuerdo esta torpe distracción, vino de repente oculta tras los últimos versos que te dediqué, tras las miradas fugaces y efímeras que duraron lo que tarda el otoño en llegar.
Pero, ¡todo bien!, siempre me gustó la manera en la que me miente la mente y el corazón se acelera al notar el jodido adiós.
¿Quién dijo que es fácil soportar el fuego? Por mucha agua que lleves dentro siempre quema...
Y es que cuesta respirar cuando estás volando al rededor, se traban las palabras y destrozan la lengua, destrozan y destrozan y clank clank clank hacen mis huesos...
¿Mala decisión? QUID PRO QUO my friend.
Me dolerá, me joderé, me humillaré, sangraré, dispararé y me iré. Nunca sabrás como tejen las arañas sus redes, nunca sabrás como sabe la miel de mis labios. Jamás probarás el néctar de mi amor, jamás disfrutarás el olor de mi cama, ni de mi cuello.
Sí, más lo siento yo, que lo veo nacer de mi piel. Se mezcla el odio con el amor que desprende el aire, crea la mezcla natural que te vengo a relatar. Es como una orden de derribo inminente, y la impotencia de ver tus sentimientos derrumbados por el miedo. Bocado a bocado arrancan cada célula de tu little body, convirtiendote en el tigre que nunca aprendió a morder.
Des-encajan todas las piezas de los rompecabezas que te inventé, que te diseñé a medida, que te relate a medianoche.
¿Dónde te deseaba? Ahora ya no importa, más corazones rozarán este amor, y más odio comerá gracias a ti.

Pensaba que este final era equívoco, no entendía cómo puede un ser derrochar suerte y desdicha por cada poro. No gano al poker, ni gano en el amor.
Pero gano otras cosas, más o menos importantes dentro de tu escala de valores; sinceramente me importa una mierda.
Adiós, adiós, que largo ha sido el camino, ¿verdad? Pero que corto se nos ha hecho...

...por que estaréis juntos"
Si te contase cada una de estas metáforas, saldrías huyendo por miedo al miedo, saldrías sin pelo de los nervios y sin uñas. Saldrías victoriosa pero con el estandarte quemado, no reconocerías ni mis ojos. Como ya dije en este Diario, odio hacer de comadrón en el parto del pesimismo.
Pero nació bajo mi sombra a la vez que murieron esos latidos, mal sabor quedó en mis labios y las lenguas muertas no hicieron más que agravar la situación. No encontré modo alguno de escapar a esta tortura, no hallé alcohol suficiente ni pasaportes decentes con los que irme de viaje por otras caderas. No necesité y rogué por contradecirme esta vez, como en múltiples ocasiones hice, sin resultado alguno. El engañarme no descubriría la verdad, ni taparía la piel al llorar por un amor. Un amor que ensanche mi mirada cual Fosa de las Marianas, un amor que me haga temblar de pasión pero sin acabar con las perdices del mundo.
Y es ahora, cuando entiendo, que no debo enamorarme del amor, si no esperar a que llegue por si solo, sin forzar la situación y sin música que aumente el dolor.
Y ahí estás, granito de arena con alma de montaña; ahí estás, clipper con espíritu de zippo.








martes, 26 de octubre de 2010

Paranoid Android.

Arrghh!! Sube una corriente eléctrica por mi columna vertebral; intento respirar pero se quiebra el aire... intento andar pero me crujen los huesos.
Intento amar pero me arde el corazón... prometo que mañana no volveré para escuchar tus palabras.
Mientras ese electricismo cruza mi eje central, una imagen acude en busca de calma a esta tempestad, acude una tormenta en busca de calor a este corazón. Acude a mí una mentira en busca de verdades que camuflen esa capa de sentimientos rotos y miradas perdidas. Esa orden de derribo...

Nos vamos; me voy. Nada me ata a este lugar después de escuchar el mañana.
Estallamos y la lágrima que queda se perdió en la intensidad del mar.
Soy una píldora en tu lengua, esperando a que me tragues y haga de las mías en tu interior más interno.
Y es que, la verdad por delante: nada está bien; gracias por preguntar.
Todo es paranoico en mi interior, la melodía que debería tranquilizarme me tira de los pelos, me asfixia el aire al romperse y se consume el agua que debería fluir por nuestros labios.
Todo es ausencia; ahora queda el momento que no existió, el nada que me diste y el todo que ofrecí. Me da rabia que siempre la misma rutina ande rutineando por mi día a día, creo que no pido demasiado... ¿no?
No quiero un amor de película, de esos con predecible final, no quiero comer perdices por que siempre cabe la posibilidad de que se extingan, tampoco quiero echar el ancla en tus aguas... quiero pasar las horas nadando mar adentro.

Y en la nada, el todo llegó a su máximo esplendor. De la nada nació el silencio que gobierna esta tumba. Del todo murieron los androides que mecanizaban este cuerpo. Con sus restos se creó un Androide Paranoico que liderará estas manos hoy por hoy.
El cuerpo desnudo calló su lujuria.
Los pecados tomaron nombre y apellidos propios, y volví a dejar entrar la tristeza a este castillo de puro sentimiento. Volví a dejar ver la agonía al final de este sendero, volví a sentirme humillado, roto, solo, insuficiente, injusto, acojonado, cobarde, egoísta. Volví a maldecir el día en el que elegí esta elección, el dia en el que no elegí nuestra elección.
Volví a sentir que lo que recibo no es equivalente a lo que doy.
Pero esto es lo que conseguiste, soledad, esto es lo que has echo de mí.
Un minuto a tu lado y pierdo mi razón, un segundo de tu mano y mi sangre corre loca de pasión.
Un mirar a lo más profundo de nuestros ojos, y se cae a pedazos este castillo. Ahora queda esperar el derribo.



¡Detengan a ese loco o perderá la cabeza!
¡¿Qué demonios está haciendo (aquí)?

Bahh, chorradas...
Maldita policía del corazón, siempre persiguiendo a los delincuentes equivocados.


lunes, 25 de octubre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

Fuck you. Fuck me. Fuck us.

Podrían estallar todas las lágrimas acostumbradas al vacio en mil y un pedazos. Ese pedazo es el que te vengo a detallar en esta noche oscura.
Podrían caer uno por uno los labios de mi juventud. Podrían unirse uno por uno los labios sellados. Podrían formar las mil lágrimas, y dejar ese pedazo bañándose en la esperanza.
Podría colgarme del borde del sueño y dejar que fluya(s) por mi interior.
De veras que podría huir y no dejar rastro, de veras que podría transformarme en aire y ser respirado por otra persona.
Creeme, cuando lo vives en carne duele más.
¿Perderíamos el tiempo rugiendo como leones cuando desean algo que morder?
¿Disfrutaríamos viendo crecer la marea y dejando de lado lo demás?
¿Llorarías viéndome huir por la ventana, viéndome siendo inhalado?
¿Amaríamos al odio si este nos besase con toda su pasión?
Dime, cariño, si ves el cielo sobre tu cabeza.
Dime, cielo, si sientes la tierra bajo tus pies.
Dime, piel, si ganamos la batalla a las sábanas, si te arrepientes de cada enemigo destrozado.
Pregúntame ahora por la necesidad de ver más allá de estas metáforas.

¿Enterraste tus secretos en lo más profundo de su piel?
El aire a mi alrededor me aplasta como si bajo toneladas de agua me hallase.
¿Encontraré aquí abajo lo que nunca perdí? ¿Acertaré con lo que siempre encuentro?
¿Estará aquí, en mis metáforas, o allí dónde perdí la razón?
Quizás esté junto al deseo de amar y ser amado...
¿Pido demasiado? más que eso...
No siempre puedes esperar recibir lo mismo que das.
Nada es lo que me dás, nada es lo que me besas ahora y menos aún conseguimos derrumbar a los payasos.
¿Cómo pretendes que esto vaya a mejor si seguimos contemplando el miedo destrozando nuestros días?
Con este huir y no volver de amores fugaces, de emociones efímeras pero intensas, ¿cómo pretendo qué el cielo se equilibre?
Con este desear y llorar, joder, con este querer y gritar.

Se ahogó el corazón; se evaporó el fuego y ardió el agua. Tembló el viento y la estabilidad sopló hacia el frio del norte.
Cambié el momento por el imaginado y deseé que Dios estuviese aquí para verlo. Lástima que mis manos no necesiten su apoyo en esta noche del norte.
Suerte que la necesidad inspire a mis manos en este adiós.




Eat shit and die, or fuck off at least!





sábado, 16 de octubre de 2010

Nuestra melodía

¿Qué ha sido del mar, nena?
Clank clank clank hacen mis huesos, crujiendo y chocando contra el suelo, al mismo tiempo que se desmorona toda mi estabilidad. Como si terremotos azotasen...
Vayamos acomodando y asentando las ideas. Como si de huracanes fuese la historia.
Vayamos reflejando las sombras de nuestra carne. Como si de canibalismo hablasemos.
Deberías encarcelarme por esto...
Deberías desatar el animal que llevas dentro y traerme de vuelta hacia la cama a base de arañazos.
Todos los sentidos cambian de lugar a tu lado:
no huelo tu olor; toco tus besos. Saboreo tus miradas.
Y calmo esta sensación de vacio, lleno esta necesidad...
Reconstruyo mi esqueleto que hasta hace X tiempo hacia clank clank clank crujiendo y chocando contra el suelo.

Quédate, bueno, mejor dicho... ven.
Ven a esta madrugada y hazla renacer.
Acude a este corazón y hazlo llover...
haz llorar de amor a estos ojos.
Hagamos que sea inevitable, hagamos de estos latidos nuestra melodía.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Junto al piano de medianoche tarareamos la sinfonía de la lluvia...

Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:
Ha llegado la lluvia, y con ellas las ganas de un corazón metafóricamente cerca del mío.
Con este apogeo del amor llegan los quebraderos de cabeza, los torniquetes al dolor, los aullidos del viento de cambio. Llegan mis olas intentando colarse a contracorriente en tu río, llega tu corriente consiguiendo colarse en mis olas.
Caen las primeras hojas, y con ellas, caen los sentimientos. Se ponen a mano de cualquier atrevido que pase por ahí buscando una libertad. Buscando una cadena mayor que la mía, que este pensamiento loco.
Este pensamiento que se aferra a mis muñecas, que me acarrea gritos de esperanza y esperanzas silenciadas. Que me trae maestría a la hora de sentarme frente a esta historia en blanco, que me apoya a la hora de comenzar un dibujo escrito y eterno, sin principio sin final, únicamente la improvisación que quieras ir inventando.

¿Dónde quedo el valor para darse la vuelta y llorar mientras uno se va?
¿Dónde quedo el miedo a llegar allí dónde comenzamos a crecer?
En un segundo, mientras los diablos huyen de Dios, cruza mi corazón atravesando la lluvia como un haz de luz, un alma en busca de techo.
Y sonrío.
Y me río.
¿Dónde quedó mi pasión? Te fui a buscar, te besé.
Ella, ahora no tiene más ropa que la piel. Él, no tiene más piel que la de ella.
Empezamos, con nuestros colores más odiados, y con nuestras manos más amadas, a pintar esta historia que mañana podría terminar, que mañana podría empezar, que ahora simplemente es besada.
NACE EL SOL... caen las primeras gotas atrapadas por esos corazones sin dueño, que reclaman unas pocas miradas. Consumidos por el desaparecido titiritero que manejaba estos ojos.
MUERE LA NOCHE... mentimos y juramos por estos cuerpos que desean pillar por los cojones a ese maldito controlador de miradas, para enseñarle lo que vale un buen amor...
Veremos, pues, sentiremos, mas bien, el placer a flor de piel.
Besaremos, tal vez, amaremos, quizás, saborearemos el néctar que nos brinda en bandeja de plata el Sr. HOY, con dulce introducción a la perfección.

¿Aprendimos ya a vivir en el extrarradio del miedo?
Creció Mickey Mouse demasiado ya...

Dedicado a ti, a mi mis miedos y al renacer de esta mirada.

jueves, 7 de octubre de 2010

Querido diario...

Yo mismo, con esta mi loca actividad, me estoy administrando opio. Y no logro dormir bien, y menos soñar bien...
¡¡Esta terrible pesadilla...!!

Y yo también puedo afirmar junto al Satanás de mi Infierno: "Mi alma estará triste hasta el golpe".
No, Pablo... No.

Que jueguen al dolor, si eso les contenta.



¡ABAJO CON LOS PAYASOS!
Y aún así, la mierda siempre saldra a flote.
Te reclamo desde lo más profundo de este corazón, te necesito desde las entrañas de este cuerpo.
Te escribo desde lo mas hondo de mi ego, desde el punto que hay a medio camino de tu mente a la mía.
Te invito hasta el otro yo, nunca podremos besar de esta manera si no burlamos el alrededor. No podremos amarnos si no escapamos de manos ajenas.
Si no evitamos las sábanas al separar piel de piel.
Estoy como un barco perdido en el mar, sin rumbo y sin metáfora evidente... Como un caballero de la mesa redonda que se hace el duro para mantener su puesto.
El duro, blando como la gelatina y resistente como tu amor.
Condensado, como el humo del cigarrillo que fumas ahora al salir por tus labios.
Por tus labios...
Ahí, precisamente, se pierde mi razón. Se encuentra mi locura.
Se va.
Me voy.
Mueren, ambos. Labio a labio no nos vemos hoy.
Perfectamente arítmico, no está conectado a ningún corazón y arde a ritmo propio.
Permiteme ver tu verdad, dejame sentir tu frialdad. Cada noche, mi vida, es para ti...
Permiteme ser el cigarrillo que se consume en tus labios. La colilla que queda al besar y besar y consumir el amor CALADA a CALADA. Déjame sentir tus labios rozando cada rincón de mi cuerpo, deja a esta piel temblar al deslizarse por la tuya.

... hoy me quedé sin voz de gritar ese nombre,
hoy mis ojos marrones encontraron su escape.
Hoy recé a Dios para que estos choquen segundo si y segundo también con los tuyos.
Hoy declaré la guerra a la distancia...





martes, 5 de octubre de 2010

Desciende al infierno.

Realmente hace calor aquí...
tú eres lo que yo quiero,
y yo lo que necesitan tus bajos.

Me sangra la garganta y el sudor resbala por mi piel. Me invade la mierda, haciendo de mí un simple mojón aplastado en la calle.
Y no puedo ver, me tapa todo lo que dejamos para otra ocasión. Me consume el odio de tus cigarros, me llama el silencio para volverme a ver...
Esta vez jugaremos a callar, a gritar, llámalo como quieras.
Esta vez lucharemos por algo que deseamos, sea el infierno que sea.
No más introducciones amargas con finales trágicos y un desarrollo amoroso.
No más ceguera mierdosa con olor a soledad. Con sabor a nostalgia.
Resuena en mi caja torácica buscando tu simetría. Nuestro equilibrio más ardiente, más loco.
...y pasan tus feromonas por mi lado, intento aguantar la respiración pero se desata el animal que hay en mi.
Y se cae, y se rompe, y se repara, y vuelve a arder, y vuelve a amar. Te comería viva...
Y no puedo oír nada...
menos aún hablar: labios sellados; únicamente se permiten besos a largo plazo o a quemarropa.
Y me cuesta creer que resucité, que una chispa de alegría curva la comisura de mis labios, que la vida me brindó de nuevo alguien con quien hablar de amor.
No sé como llegue a esta situación... me resulta raro expresar la espiral que siento en estos momentos.
Es parecido a cuando no has terminado de comerte un plato entero de tu comida favorita, y ya estás pensando en el postre.
Aun a sabiendas de que se llena el ojo antes que la tripa...
Pero las ansias de rozar tus labios me hacen pasar directamente al postre.
Y mira que me negaba a ver más allá de tus caderas, pero joder, ¿qué esperas, y esperamos, que haga yo?
Deseas verme ardiendo y vivo en un continuo fuego. Deseas verme a tu lado y me falta acompañarte a cagar. Deseo que vengas y me comas y no siento más que un simple cri-cri-cri de cualquier grillo que haya ahí fuera.
¿Esperas que me quede enrollando los espaguettis hasta que se desgaste el plato? Pues no, siento decirte que no me apetece estar estancado en tu mirada por más tiempo. Ya son muchos meses los que llevo detrás de tu falda, y se cansó el miedo de verte asustada...
Siento mucho esto, bueno, no sé si lo siento de veras. Por una parte si, obviamente, pero mirando hacia otro lado no te veo y NO me acojono al pensar en otra ruta de escape.

Descendamos pues.

martes, 28 de septiembre de 2010

Yesterday don't means S***

Llega el éxtasis a su fin.
Suena el tic-tac del tiempo, la respiración aguda de mi abuela; apenas suena la mía con tanto silencio...
Suenan los cohetes del fracaso. Nace el pesimismo a raiz de la derrota (y odio hacer de comadrón en ese parto), las metáforas no tienen ganas de imaginar(te) hoy.
Mañana imposible sin tu voz...
Cómeme y redevórame, que aún sigo herido leve. Puedo hacer llorar a los ángeles en el cielo, e incluso a las cebollas más orgullosas. Puedo hacer temblar de terror al miedo, cuando no soy yo el que se acojona...
Puedo amarte esta noche y mañana marcharme para echarte de menos. Puedo quererme HOY y no volver a odiarme; no volveré a este segundo (tres, dos, uno...) en el que escribo esto.
No han pasado ni cinco días, amor, y ya necesito tu piel chocando con la mía. Aunque no seamos los mismos...
Han pasado demasiados segundos como para volver a por ti, pequeña ardillita, han pasado tantas pieles intentando imitarte...
Este sabor agridulce que produce el amor al besar a la amistad me deja sin aliento. Sin ganas de retroceder en mi Diario, página por página, en búsqueda del rincón donde perdí la noción de lo que es real y lo que revolotea en mis sueños.
Perdí el control al ver ese beso, ese que ahora no me darás en la absurda realidad (que me abruma...). Esta niebla, esta realidad, este día a día... al fin y al cabo es lo único que tengo.

HOY.
TODAY.
AUJOURD'HUI.
HEUTE.
اليوم.
AVUI.
今天.
HOXE.
आज.
VANDAAG.
SA LÁ ATÁ INNIU.
OGGI.
今日.
HOJE.
Сегодня.
LEO.
BURGÜN.
HÔM NAY.

En cualquier idioma... (Sí, he usado un traductor).
Mi presente es más valioso que todo el oro del mundo, más fuerte que un Titán enfurecido, más rápido que la luz, más metafórico que un milagro de Dios. Más compacto que el barro cocido. Más prohibido que la marihuana, más efímero que un primer beso. Más dulce que una tarta de queso, más bello que toda la armonía. Más relajante que Shine On Your Crazy Diamond.
Más perfecto que toda la imperfección junta.
Más único que cada ser humano.
Loco. Vivo rodeado de locura, y la disfruto a cada momento. Me amo y lastimo en busqueda del POR QUÉ. Veo la belleza y no queda otra que herir al dolor, aquel que se rinde cuando echo raices a cada segundo y me transformo en árbol, aquel que se vuelve a rendir cuando este acaba. Cuando es arrancado por mi Yo-Jardinero. Vivo cada momento pensando que es único, no me gusta mirar atrás por que odio sentir nostalgia de algo que abandoné hace eltiempoquesea.
Tampoco me gusta mirar al futuro, más que nada por que está totalmente oscurecido... aún no fue iluminado por mi luz, por la luz de mi sendero.
Transcurridos esos tres segundos, no seré el mismo. Habré cambiado-avanzado y mi universo lo habrá hecho al son de mis latidos.

Disfruta, amigo mio, mañana no volverás a ver esta misma luz, mañana no saborearás el agua como lo acabas de hacer.
"Nadie se baña dos veces en las mismas aguas de un rio..."

Seamos honestos: ¡Qué viva la improvisación!


Y que le abra la puerta una galleta...

"Papá, me tienes que construir una cabaña en un arbol asssiiii de alta (poco mas de un metro, lo que llegan a alcanzar sus pequeños brazos), con muchos tuneles para que no pueda caerme.
No puede ser alta, por que si me caigo me hago pupa y me caigo por la montaña pero papa me agarra para que no me caiga.
Y tiene que ser redondita, y jugaremos mis amigas y yo"








Siempre se me llena la boca al hablar de la increible imaginación de los niños pequeños.
Por desgracia, a medida que se crece, se va perdiendo al principito con el que nacimos. Lo vamos enterrando con la tierra de los adultos, con la lógica, con la razón, con las conversaciones "de mayores", etc.
No discrimino ese tipo de cosas, puesto que yo mismo las suelo poner en práctica, pero puedo afirmar que no he perdido esa parte infantil, ni nunca la perderé.

Suelo preguntarle a mi hermana pequeña, Marina (4 años), cosas para obtener respuestas típicas de una imaginación hecha materia, tales como:
-¿Qué tal hoy el día bichito?
-Muy bien, hoy me ha abierto la puerta una galleta.
- Anda, qué bien :)

¿A quién no se le curvan los labios al oír esa respuesta?

lunes, 27 de septiembre de 2010

Necesito creer que algo extraordinario es posible.

Explícame, por que yo aún no lo entiendo...
¿Cómo es posible que esto me supere? Que por más que beba no calme mi sed...
Entiérrame en aquel lugar, revíveme donde elegiste dar media vuelta y marchar, contando hasta tres para estallar.
¿Irá esto a mejor...? Seguimos sintiendo este magnetismo que nos une y nos desune cuando la noche cae, cuando sopla la mente y callan latidos. Cuando se consume ese cigarrillo que está entre tus carnosos labios, y me consumo al mismo tiempo...
Se hizo tarde, demasiado tarde, para conducir por esta carretera hacia la luz. Hacia el sol.
Avenida de tus caderas...
No seremos los mismos. Soportaremos esta caída y chocaré para volver a empezar.
¿Irá esto a mejor, ahora que tienes (o tenemos) alguien al que culpar?
Se volvió a hacer tarde, esta noche, para sacar el pasado a la luz, para aprovechar los viejos latidos (como una luciérnaga sin ganas de brillar...) a mi favor.
¿Pedí demasiado...? (Más de lo que puedas imaginar...)
Y me diste poco, pero ahora es eso lo que tenemos.
¡¡Qué coño, poco ni poco!!
:
Una amistad, no como yo desearía que fuese, pero al menos la tenemos.
Al menos puedo escuchar tu voz por las noches, al menos puedo permitirme el lujo de rozar tu piel al darte un abrazo, ya me daré el festín en mis sueños.
Me conformaré con poder mirarte con autocontrol, necesitaré una gran fuerza de voluntad para controlar ese instinto animal que desatas en mi.
Somos uno, pero no somos lo mismo...


No puedes frenar el cambio, al igual que no puedes pausar un atardecer...

Escucha la lluvia al caer. Parece mentira que en esta noche aún queden ganas de amar...
es tarde y debería irme a dormir.
Pero a cada segundo explosionan ideas que taladran mi cerebro, a cada segundo chocan sentimientos que sangran este corazón.
Al borde de lo prohibido, ¿dónde está ahora mi pasión?
Todas estas cosas siguen un patrón, una ley que hace de estas situaciones un laberinto sin salida.
Un agobio con manos y pies, nacidos del amor y del dolor...
Un grito ahogado en un silencio, una tumba creada expresamente para este sentimiento de agonía.
La tempestad y la calma...
Ella se desliza como la tentación por mis sábanas... la imagen que recorre cada celula de mi cuerpo me abre el pecho en dos para ver mi sinceridad.
Quid pro quo...
dime que tengo que hacer para verte perder el control.
Para darte todo el amor que nunca sentiste, solo di mi nombre y me verás arder, tal y como estas deseando verme.

Y abajo con los payasos. Abajo con los tiburones, fuera miedo.
Necesito creer que esto puede ir a mejor de verdad, sin tener que prescindir de nuestra antigua relación, la más completa y armónica de todas...

martes, 21 de septiembre de 2010

Al filo de la pasión.

Lo siento, esto no tenía por qué acabar así...
Déjame marchar. Acaba con esto antes de que lo haga yo...
¡No, no lo hagas! ¡NO, NO! ¡Te quiero!
Lo siento... ¿puedes oírme? Esto no puede estar pasando.
Hay demasiado silencio ahora...
Esto va a herirme más a mi que a ti.
Espérame, iré contigo. Mientras queden ganas, seguiremos.
Tócame, pruébame, siénteme.
Por favor... ayuda.
La única verdad ahora es lo arriesgado.
No te dejaré saltar solo.
Acompáñame en la caída. Afrontemos el golpe, y volvamos a aquel día en el que nos besábamos sin fin a la vista.



Hay dos caminos: podemos amar, o podemos llorar. Lo pensaremos, repensaremos y nos comeremos el coco buscando el modo de tragarlo, y para cuando queramos darnos cuenta, habremos saltado ya.
¿Podrías besarme en plena caída, o tendría que explotar y esperar el golpe para volver a retomar ese acantilado? Al llegar al agua, volveré a arder en tu fuego.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Se cansó el cielo de verte esperar... sin hacer nada.

Guarde un silencio para la caída.
Y los pecados tomaron nombre propio, también tomaron tus apellidos. El dolor se volvió serenidad, y dejé que entraran los ángeles para que supervisasen la metamorfosis.
El cambio de la oscuridad a la luz, la ilusión que dan unos labios nuevos, de fábrica...
Ahora el agua cae sobre nosotros, en forma de finos besos que calman esos crujidos.
En forma de lágrima sonriente, en forma de metáfora.
Construyamos un puente que una nuestros corazones, con los ladrillos del cielo.
Déjame poner uno a uno, beso a beso, déjame poner una sonrisa frente a tu hundimiento.
Ven conmigo hasta aquel lugar... dónde podamos liberarnos sin peligro de ser derrotados, por aquellos que buscan a toda costa el sufrir...
Construiré un puente desde tus recuerdos hasta el fin del dolor, explosionaré cada pilar a base del roce de su mano en mi piel.
Empezaré para acabar, acabaré para retomar de nuevo un nuevo suspiro bien expirado...
espera por mi.
Por favor, espera que la música de tu voz fluya dentro de mi mente, que escale estas murallas creadas por el lamento, rómpeme el corazón y vuélvelo a pegar a base de amor.
Ódiame.

Deja que tu corazón marque el compás en esta fría noche de verano... deja que nuestro Dios componga el final de esta locura.
Esta locura... que nos regalamos por ser tan malos, tan locos y tan desesperantemente idos. La fiesta seguirá solo para nosotros...
seguirá bajo nuestra ropa, sobre nuestro corazón.
Bailando con cada cosa que nos propongamos unir, con el pegamento del amor...
Respira y expira(me) lentamente, merecemos esta noche... comernos con las manos.
Todo lo que necesitamos es un poco de paciencia... unas cuantas miradas y ya habremos conocido cualquier tipo de sonrisa.
Créeme, he vivido situaciones peores; he visto a la gente morir por orgullo, por pretender avanzar sin pies, por pretender volar sin imaginación...
por pretender amar sin ganas. Por odiar sin motivo.
Nunca amaste lo suficiente como para odiar...
Dejemos que juegen nuestros sentidos, que nuestra boca toque, que nuestros ojos besen y nuestras manos miren.
Dejemos el mundo del revés.



Se cansó el miedo de verte asustada...

El tiempo no espera a nadie. Tampoco pretendo esperarle, se hará dificil a medida que esto nos aleje, se terciarán nuevas oportunidades, que nos brindarán más exitos y más fracasos.
Comprende, pequeña polilla, que no siempre la luz irá hacia ti... como narro en mi locura, no siempre la montaña irá a Mahoma.
No pretendas esperar sentada, contando desde infinito hasta cero, esperando a que llueva en el cielo y puedas asi recojer los restos de mi pobre corazón. Sin hacer nada que provoque...
¿Cómo te atreves a huir en plena batalla? Esto no había hecho más que comenzar, se hizo dura la guerra y perdimos el primer asalto,
recurrimos a nuestro siempre "fiel" a los ideales humanos, a nuestro apreciado y amado TIEMPO. Recurrimos a la tortura en silencio, a las cosquillas que nos hacía para escupir de una vez LA VERDAD.
Esa palabra que quizás no exista, que me cansé (anda y que te den) de intentar pronunciar.
Por más que lo intento, se me hace y se nos hace frío este silencio. Este momento, cuando notamos que nos perdemos...
Se nos hizo de noche, ahora toca poner la visión nocturna y buscar (encontrar) aquello que no vimos la noche anterior.
Esta enfermedad irá a peor, y nunca dije que fuese fácil...
pero déjame ir, antes de que note mi marcha. Antes de que olvide cómo salvar mi alma.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Roto en tres, dos...

Imágenes desgastadas. Un cielo quebrado en mil pedazos por la locura, por las bombas del pecado que suben del infierno, destruyendo un corazón acorazado pero de un color intenso. Vivo cual belleza.
Todo lo que me rodea pasa lentamente frente a mi, dejando su huella, sin que pueda hacer nada.
Ni ver. Ni hablar. Tampoco oír. Menos aún tocar.
Solo sentir.
Sentir como he escalado mi muro, ese dolor que tanto amo y que me impide abandonar este lugar. Y ahora no puedo miar hacia atrás...
Ahora no puedo ver más allá del dolor. Del dolor que yo permito que se apodere de mis corazas.
Te vas. Mi ego no deja de gritar dentro en mi interior, mi boca no produce sonido alguno. Está seca. Por mis ojos cae una lágrima empeñada en destrozar esta noche. Esa noche hice sangrar a las cicatrices, tanto que me descompongo por dentro, al compás de mi ego. Esa noche hice llorar a los ángeles...
Muerto, y bienvenido a este lugar maravillosamente triste llamado desolación. Algunos caminan solo por olvidar, otros simplemente huyen por recordar, lloran quietos en el puto recuerdo.
¿Qué hago yo? Yo soy de los que huyen. (Ah, lágrima por sonrisa. Es el trato...).
Donde el dolor se siente en carne viva, y la felicidad sosiega los cortes que produce la angustia. Ahora, dejame ir...
Antes de que sepa que me marcho. No puedo destruir aquello que elegí antes de nacer.
Pero si estoy solo no puedo odiar, nunca más me odiaré. No.
Y todo esto murió, cuando decidiste no luchar.
Creo que lo deje bien claro, en mi vida, sin mi no soy nada. No soy perfecto, tampoco lo pretendo. Ni quiero que tu lo seas... solo deseo una armonía que quizas no se halle entre estas cuatro paredes.
Tampoco se hallará en mis lágrimas, no lo dudes ni un segundo. No permitiré que me haga más daño por tu infantilismo, por tu educación retrograda, por tu comportamiento neandertal. Por mucho que te quiera, más me quiero a mi.
He superado tu poderoso martillo vocal, aquel con el que solías destrozar mi cordura, aquel con el que solías hacerme llorar en mi cuarto... hasta que me escociesen los ojos. Aquel que un dia me robó las fuerzas para seguir, aquel que ahora me devuelve las ganas de vivir.
Las ganas de demostrarte lo capaz que soy, de TODO. Nada es insuperable, tú precisamente no lo has sido.
Aquel que amaré con locura hasta mi muerte. Gracias a ti, soy lo que soy ahora. Gracias a ti, me veo capaz de escribir esto.
Aunque, en esta noche fria, las lágrimas hayan caido en mi cuaderno (¿y esto?), no borraron mi sonrisa. No.
¿A dónde fueron esos abrazos? Esos besos de buenas noches... Esa sonrisa de antaño, que irónicamente permanece aquí.
Pero, joder, Pablo Alejandro Ortiz Orzáez, dime por qué cojones permites que caigan más lágrimas en tu cuaderno. Dime por qué mierda te crujen los huesos, dime por qué carajo te sangra el corazón.
Explícame la sequía en el cielo, en esta noche de septiembre, explícame por qué hoy el infierno quema más que nunca. Por qué tragas esta mierda.
Porque estoy jodidamente loco. Yo lo amé y construí ladrillo a ladrillo.

No vine aquí para sufrir, más claro agua. No escucharé al silencio quejarse por ruido. No despertaré, o no dormiré... soñaré. No amaré al amor, ni odiaré al odio.
Menos aún te besaré con más ganas (tú te lo has buscado).
Todos mis deseos se mezclan en mi dulce introduccion a la destruccion, en un torbellino interno que me deja en los huesos, desesperado y ansioso. Matándome en mi tormenta.
Y tú... dime que sentiste al rozarte la lluvia. Al rozarte todo mi amor.
¿Qué sentiste? Aunque el tiempo haya intentado borrarlo...
¿Dónde quedó mi pasión? Recuerdo que se quedó durmiendo a tu lado... la llamaré esta noche (quizás aún huela a ti).
Y soñaré, nos guste o no...

Y me voy, lejos... muy lejos. Quizás te vea otra vez esta noche. Aguanta la respiración...
Dudas. El mundo autoexplosiona por dentro. Soy volatil...
¿Qué hubiese pasado si, en vez de seguir por ese sendero, me hubiera pasado a tus caderas?

... uno.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Detrás de mis ojos.

Mientras tu imagen conseguía superar mis murallas, una lágrima cayó lenta y dulcemente por mis mejillas. Detrás de mis ojos...
No es nada en concreto, simplemente es una mirada fugaz y un suspiro muerto que nunca encontraron un receptor. Especial...
Pasan los días, de lunes a domingo, la misma historia. El principio y el fin, el retorno al principio.
Hoy me siento del revés. Bueno... hoy y ayer, y anteayer; los dias siguen mortificados por este sentimiento de angustia invisible para el exterior que hace de mi interior un desierto.
Pero, según el Principito, lo mejor de los desiertos es que esconden un pozo en algún lugar... y eso lo hace especial.
Si es así, no moriré de sed.

Tu piel me hace temblar,
como tiemblan los ángeles al ver llover.
Soy distinto, raro, diferente. Especial...
Me pregunto que hago aquí, tumbado en mi cama rompiendo las reglas del tiempo y deseando que mi alma grite tan fuerte para que tu corazón entienda, el por qué...
el porqué de tanta rareza. El porqué de tantas miradas. (¡¿QUÉ?!)
El porqué de que el diablo me tiente más que un dios muerto,
el porqué de que corra como si me jugase la vida en ello.
Correr... correr... huir del presente, que como dijo una gran mujer en mi vida, es lo único que tenemos hoy por hoy. El ahora. Y huyo de él por que me abruma mi realidad, soy puro sentimiento...
Espero que el correr me lleve fuera del infierno, lejos del demonio, me acerque al dios que habita en tu interior, aquel que se manifiesta en tus labios y en tu sonrisa. Ese no está muerto.
Deseos se retuercen dentro de mi corazón... dormir a tu lado bajo el firmamento, contando con los besos cada una de las estrellas que hay en él.
El silencio que devora lentamente mi respiración es el culpable de esta soledad.
No hay más que un yo (sin mi no soy nada, lo sé...puro egoísmo), y quiero un tú.
Tengo miedo.
Miedo al cambio, a quedarme aislado en mi cielo, tras las rejas del amor y el odio, viendo la lluvia caer.
Y aún así escribo desde lo más profundo de mi alma, desde el abismo que existe entre mi cielo y mi infierno.
Desde el punto de extracción donde un cara a cara es suficiente para romper a llorar.
Donde un beso canta y tararea la dulce melodía del mar.
Suelo preguntarme, mejor dicho... aveces me pregunto el porqué de las cosas.
¿Por qué dos caminos que estaban tan distantes, un dia sin casualidades, se unen para formar una vida en común? ¿Cómo dos almas se pueden comunicar unicamente con una mirada desde el balcón que hay en sus ojos?
Hoy son simples locuras empezadas y acabadas con signos de interrogación, pero mañana serán exclamaciones que mi alma gritará a los cuatro vientos.
Esto debería ser ilegal, debería engordar o producir lesiones graves en el cerebro.
Al fin y al cabo, todo el mundo necesita sentirse especial...
especial como un niño con sus juguetes nuevos en el dia de Reyes, como aquel chiquillo que regala su primer beso, o el último... como aquella niña que se viste con su mejor traje de princesa y se sube a unos tacones a juego, y ella se siente la mejor princesa que existe en el mundo. Especial como el abrazo que te regala un amigo en el momento más oportuno...

Especial...
Es la manera en la que ella me miente, la manera en la que juega con mi pequeño corazón.
Es el modo en el que ella riza mis rizos, la manera que entró en mi habitación, la manera en la que nos besamos encima de mi cama.
Es diferente ahora, ahora que soy un presente más viejo y mi cuello llama a tus labios.

...y justo detrás, me verás sonreir.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Dónde coño está la cocina?

No sé avanzar.
Me como las lágrimas que escapan de mis ojos y otra vez echo mi mierda por las manos.
No me siento muy bien, la verdad. Llevo una racha que no veas...
Todo se mezcla en un mix de cagadas, llantos, miradas-muertas y dias grises. Se mezcla con el olor que dejas al pasar. Tu inconfundible olor.
Ese que me transforma en una bestia, que desata el animal que hay en mi.
Que aviva el fuego en vez de apagarlo, que altera mi tormenta cuando deberia calmarla.
Me voy poco a poco evadiendo mientras escribo. Intento huir de la imagen que llevo a cuestas desde hace meses... el color de un beso inacabado, invertebrado.
Sin huesos, espinas, ni exoesqueleto. Sin forma. Totalmente abstracto.
¿Sabes lo que sé? ¿Conoces lo que quiero?
¿Reconoces el balcón donde nació un amanecer?
No se vivir con la retórica. No puedo con el veneno que hay en mi. Hoy quizás te rias... juro que yo mismo lo hago. Pero poco me importa, porque mi almohada rellenará mis abrazos esta noche, otra vez.
Me iré volando a otro lugar, montado en la imaginación, cabalgando un sueño loco y sin fin. Me iré tan lejos como están tus labios de los mios.

Para.
Joder, este veneno desecha mis vias de escape. Alarga el laberinto.
Me escondo debajo de mis piedras, acostumbro a escapar de la realidad...
Ando perdido. Me busco en el punto exacto donde mi corazón expiro, y encuentro a mi mente lamiendose la cola. Vagando sola por los recuerdos más recientes... qué osadía. ¡Perderá la cabeza!
Me veo en el espejo, rodando cuesta abajo y sin frenos; odiando odiarme.
Hasta el CRASH no hay cojones de parar y mirar mas allá del espejo.
Si estaba tan equivocado yo... ¿cómo mierda pude hacerme esto durante toda la noche?
Es una canción sin nada que aportar, sin innovar nada nuevo a la situación... pero al menos no atrae mas moscas a mis heridas para que la infecten.
Tengo hambre y ganas de no ir a la cocina. Mis lágrimas no llenan mi estómago, por mucho que llore.
Quiero una risa maléfica ipsofactamente
WUUAJAJAJAJAJAJAJAJA Fuck up my ego.
Ahora quiero que me aporte lo que me brindaría el momento exacto en el que nuestras bocas se acomodarían.
Ese momento, en el que el autobús se despide, con su "Ya No Duele", y conmigo dentro (y fuera).
Ese momento, en el que tu luz se marcha de esta habitación... dejando atrás un latido a medias.

Joder que hambre, necesito descansar un rato o acabaré comiéndome otra vez.

(Da gracias a Dios porque no estás aquí a mi lado en este instante...)

lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Y la lluvia?

Sopla el viento alrededor.
Huele a quemado, a infierno celestial.
Aun así, una paz templa todos mis terremotos, una calidez espontánea invade mis escalofríos.
Las curvas de tu cuerpo dictan la sentencia final en esta noche de verano.
El regalo, material y abstracto, que mi cuerpo y alma están dispuestos a entregarte en tu dia de cumpleaños. Love me tender, love me sweet...
Mi mente vuela de lado a lado por las calles de Sevilla, la ciudad mágica.
Ahora huele a nerviosismo, a lágrimas apagádas.
De tanto volar se perdió y me abandonó...

Llegados al punto de extracción (donde el corazón...), no quiero tirar la toalla, no quiero salir de mi nube voladora.
No quiero pintar de gris este maravilloso dia.
Quiero pintar mis labios con el rojo de los tuyos, eso sí.
Este día era para nosotros, al menos eso pensaba. Este día mis ojos se cansaron de tirar de la cadena.
Hoy me gusta mi sonrisa.
Hoy he roto sin pudor lo prohibido.
Hoy, hasta me reía de mi...

Y duele.
Esta cajita de musica no sonó esta noche, estos labios se quedaron sin su color.
Estos ojos se abren poco a poco, uno a uno, a ver si estás ahí, en esta oscuridad.
Para darme calma.
Tempestad y calma.
Hoy me ha faltado tu sonrisa. Solo eso...
Ahora la noche es fria. Sí, parecerá una tontería... pero por un momento mi alma ha llorado durante horas.
Hoy, no puedo con el corazón...
No tengo más que decir, ni ganas de escribir ni ná de ná.
Hasta mañana...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Silencio.

El terror comienza a gritar. Otra vez.
Nacido del dolor y del agobio, un latir melódico retumba en mi pecho.
Nacido de la pasión y del placer, del recorrido maldecido por las lágrimas derramadas que inundan mares.
Se para. Corre y muere. Como la sangre que fluye por tus venas.
Esta dulce introducción a la destrucción que cada amanecer llama a mi puerta, evocando besos voladores, miedo sumergible y más mierdas que inundan mi habitación.
Esto no entiende de "romper lo prohibido"; atiende a razones y desatiende a latidos.
Este aire en movimiento que viaja del odio al amor, mintiendo(me) antes de tiempo, como en un flashback.
No quiero saber el final sin conocer el principio, es más, tampoco recuerdo bien como empezó todo este embrollo. Podría ser el infierno, o podría ser el cielo, que más da... realmente, no hay otro paraiso que el que mi lengua reclama a las puertas de tu boca.
Vaya mierda joder, me canso de trasnochar comiéndome la cabeza y como siempre escupiendo el corazón, mientras álguien me susurra un grito tan tenue como nuestro brillar... quiero desconectar.
Arder.
Que una araña me atrape en sus redes y me mordisquee hasta que lo que quede de mi sea su simple rastro.

Vuelven los miedos de dormitorio. Vuelven los gritos a media noche. Vuelven los abrazos a la almohada. Vuelven las dosis altas en las venas. Vuelve el escribir tu nombre en el aire. Vuelven los besos mandados via aérea. Vuelve a girar y girar todo un mundo.
Vuelven los obstáculos: intento engañar y hacer mas sencilla la situación. Y deseo, si es así, que sea dificil.
Podemos jugar al daño más logico y natural que podamos inventar.
Podemos imaginar que nos besamos (aunque nos separe un fino cristal...)
Podemos fingir que tus manos circulan por mi cuello.
Podemos encontrar nuevas maneras de vivir solo dedicandonos a matar el tiempo con el maldito daño logico.
Pero somos demasiando jóvenes, inteligentes, y somos demasiado Nosotros como para dejarnos escapar.
Ahora que soy pobre y la lluvia cae sobre mi, nunca más veré su trono en mi salón principal.
Abriré la puerta de los pecados, y también entrara mi angel guardián (que me acercará a ellos).
Dejaré que entren los llantos, dejaré dentro los besos, echaré fuera los lamentos.
No quiero ver, ni por asomo, ni en pintura, ni en fotos, ni en la sopa, ni en ningun lado su absurda cara de pesadilla.

Quiero contarte, cielo, como cambia el curso de las cosas.
Quiero contarte como hablan los ojos, como miran las orejas, y como escuchan los labios.
Quiero contarte, o vengo a contarte, como se calma una llama. Incluso, de tanto desaparecer, como se apartan las telarañas del corazón.
Pero...
los labios callan. No apetece besar... (y ni yo mismo entiendo el porqué. O eso creo...)
No quieren saborear un posible error, ya que tienen complejo de miedo.
(Se) Comen. Y no puedo oir ni una mosca retumbando en mi cabeza.
jOFSDFSA, la misma frase de siempre....
Mama I'm killing myself.
Son los vampirohumanos con autodestruccion en las distancias cortas. Con las manos llenas de sangre que ellos lamen y expulsan una y otra vez. Un circulo vicioso.
El miedo.
Me cago encima al pensar en adentrarme en otros jodidos labios, aunque lo desee con todas mis fuerzas, me da mucho miedo. Por que tengo el sabor de boca de aquella matanza que creamos.
Sé que sin el miedo no soy nada, quizas sin él no estaría escribiendo esto ahora mismo, a las 4:23 de la mañana, mirando por mi y viendo un vacio-lleno.

¿Tú crees que estoy completamente loco?
No lo sé, pero vas totalmente por el camino.
Pues mira que bien.


Me he decidido.
El tiempo nunca me esperó a mi, asi que me niego a darle un tiempo al jodido y maldito tiempo.
Pero...



¿Cómo hablar...?
¿Cómo ver...?
¿Cómo escuchar...?
Silencio y polvo.

lunes, 30 de agosto de 2010

Atrévete a ser libre...

Van y vienen las palabras en mi mente; buscan un fin, un mundo mejor donde habitar para saciar mis ansias de vivir.
Como en un sueño. Como en una pesadilla.
Huyendo sin pies: quieto, herido pero sin dolor. Como en una pesadilla.
Retorno al principio: mi interior está ardiendo. Como en mis sueños.
Quema el agua. El fuego se evapora a mi alrededor, desafiando las leyes físicas y químicas: caminando de chaqueta por el techo, sirviendo de mente al que camina abajo. Como en un sueño.
Peligro al nadar. Miedo con dientes, poderosas mandíbulas que me atrapan en su miedo infernal -en un yo mismo- negativa y mentalmente. Como en mis pesadillas... Esos gritos de agonía ahogados por un futuro beso, esas arenas del desierto entonando la canción del mar... perdidas en la soledad, luminoasas imágenes que crea mi imaginación: el beso de una persona desconocida, la decisión de un juez condenado por si mismo, que huye de sus guardias y de él mismo, que se esconde bajo su poder. Se juzga.
Retorno al fin: lluvia y calma en el cielo. Infierno infernal. El dolor transformado en placer, sin reversos ni mas versos (discrepo...). Lejos y cerca, alto y bajo, lento y deprisa. Vivo y muerto.

Joder, nada me interesa de alrededor. Ni la hormiga que se lleva las migajas de mi plato, ni la serie que emiten en la televisión, ni el libro abierto que acabo de dejar boca abajo en mi mesa, ni el aviso de conversación en mi Tuenti, ni la guerra que hay a mi alrededor, ni el sonido de lo prohibido al abrirse. Ni tu imagen al intentar penetrar en mi mente. Ni la carne ni el hueso, tampoco el ralentizar de la luz, ni el chocar de los polos opuestos al juntarse. Ni el tintineo de la lluvia al chocar en los coches. Ni tus bases, fundamentos o pilares. Tampoco tu ceguera, ni mi ego. Ni el erizar del vello en mi cuello al sentir tus labios en él. Ni el sabor de la nostalgia en mis papilas gustativas. Ni el beso que se regalan dos enamorados en la calle. Ni esos ojos. Ni esos labios. Ni ese pelo...
No me interesa el tacto del viento en mis mejillas. Ahora no, por favor...
Tampoco el crujir del amor en espera. No me interesan las ganas de verte, de comerte a besos, de mirarte y decirte lo preciosa que eres.
Sigue sin importarme el exterior. Ni la atmósfera que me rodea mientras escribo tirado en la cama, ni el cambio aleatorio de canción en mi Spotify. Aunque esta canción me transmita eso que ya sabes, y sabemos..


Solo siento el latido de mi corazón, el botón en on de mi imaginación.
A mi manera. Como un loco. Me importa el intento del "destino" para que no te vea. Escucho el sonido del rock al resonar en mi cabeza. La sangre y su oxigeno por mis venas. El chocar de las olas en las rocas: sus lamentos. Su réquiem. Su fin. Su principio. El escalofrío que sube por mi columna vertebral, el desinflar de mi burbuja, el paso directo al estado gaseoso. Me influye el humo del infierno, y las nubes en el cielo. La sensación de ser autorespirado. El ascensor al subir de piso, el silencio de mi alma.

DSIUBFLDSKFÑSFDDS
SDFE`CSDAFMDSAFDSYFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFUCK!!!!!

Te juro que es dificil escribir pensando en mí... me fallo y me miento. Siento no ver ahora mismo mas allá del Madman, siento que sea asi de complicado... el motivo que me impide ver dentro de tí, y por consiguiente de mí. Quiero ser y no ser. Duele el rodar escalera abajo interno, el girar y mis mareos de madrugada. Duelen los pedazos de mi interior derritiéndose. Duelen las agujetas de andar. Duele mirar al cielo para ver el sol, y bajar al infierno para comprender...
A mi manera. En tus pupilas... lo mantenemos alzado. Invisible pero haciendo acto de presencia. Lo único que te pido es que no se quede solo, aislado, sin alma.
Sé que es inevitable...

Me siento como pez en una pecera, escuchando los jajajijijojo de los hijos de puta que me cohíben, que Dios los tenga en su gloria...
Me siento como Jack Sparrow huyendo de los aborígenes, como Bob Esponja sin su pecera en casa de Arenita, como Spiderman en un descampado, como la lanza que todo lo atraviesa intentando atravesar el escudo que todo lo resiste, como mis dibujos sin corazón, como el viento sin ganas de volar. Como el principito. Como el brillar de tu sonrisa al penetrar en mi alma, como un tiranosaurio rex en una verduleria. Como un soñador que sueña a todas horas, despierto y dormido, y le llaman loco por eso. Como un cani sin su H en el teclado, como un gladiador acobardado en una esquina ante un tigre, como ese tigre que sin embargo nunca aprendió a morder, aun así lo sueltan a matar. Como un pianista manco, como Steven Tylor ronco, como mi reflex sin su objetivo, como cada noche mía que es para tí... Como una sombra ante el sol, como el sol sin su luna, como un corazón sin sangre, como una chupa sin su cuero, como un alma perdida.
Me siento continuamente del revés, torcido... sintiendo su imagen calandose en mi piel. Penetrando en mi interior. Cortándome en dos. Abriéndome el pecho para tener unas vistas mas claras, para ocupar su asiento VIP.
Me siento como un alma perdida, de hecho por ahí anda... en tus pupilas. En tu reflejo. Vuelta y vuelta, girando y girando. Comerciando un justo autorescate.
¿Dónde estará ese maldito juez? Para una vez que lo necesito...


Bienvenido a esta dulce rendición:





Transeúntes...