Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

martes, 26 de octubre de 2010

Paranoid Android.

Arrghh!! Sube una corriente eléctrica por mi columna vertebral; intento respirar pero se quiebra el aire... intento andar pero me crujen los huesos.
Intento amar pero me arde el corazón... prometo que mañana no volveré para escuchar tus palabras.
Mientras ese electricismo cruza mi eje central, una imagen acude en busca de calma a esta tempestad, acude una tormenta en busca de calor a este corazón. Acude a mí una mentira en busca de verdades que camuflen esa capa de sentimientos rotos y miradas perdidas. Esa orden de derribo...

Nos vamos; me voy. Nada me ata a este lugar después de escuchar el mañana.
Estallamos y la lágrima que queda se perdió en la intensidad del mar.
Soy una píldora en tu lengua, esperando a que me tragues y haga de las mías en tu interior más interno.
Y es que, la verdad por delante: nada está bien; gracias por preguntar.
Todo es paranoico en mi interior, la melodía que debería tranquilizarme me tira de los pelos, me asfixia el aire al romperse y se consume el agua que debería fluir por nuestros labios.
Todo es ausencia; ahora queda el momento que no existió, el nada que me diste y el todo que ofrecí. Me da rabia que siempre la misma rutina ande rutineando por mi día a día, creo que no pido demasiado... ¿no?
No quiero un amor de película, de esos con predecible final, no quiero comer perdices por que siempre cabe la posibilidad de que se extingan, tampoco quiero echar el ancla en tus aguas... quiero pasar las horas nadando mar adentro.

Y en la nada, el todo llegó a su máximo esplendor. De la nada nació el silencio que gobierna esta tumba. Del todo murieron los androides que mecanizaban este cuerpo. Con sus restos se creó un Androide Paranoico que liderará estas manos hoy por hoy.
El cuerpo desnudo calló su lujuria.
Los pecados tomaron nombre y apellidos propios, y volví a dejar entrar la tristeza a este castillo de puro sentimiento. Volví a dejar ver la agonía al final de este sendero, volví a sentirme humillado, roto, solo, insuficiente, injusto, acojonado, cobarde, egoísta. Volví a maldecir el día en el que elegí esta elección, el dia en el que no elegí nuestra elección.
Volví a sentir que lo que recibo no es equivalente a lo que doy.
Pero esto es lo que conseguiste, soledad, esto es lo que has echo de mí.
Un minuto a tu lado y pierdo mi razón, un segundo de tu mano y mi sangre corre loca de pasión.
Un mirar a lo más profundo de nuestros ojos, y se cae a pedazos este castillo. Ahora queda esperar el derribo.



¡Detengan a ese loco o perderá la cabeza!
¡¿Qué demonios está haciendo (aquí)?

Bahh, chorradas...
Maldita policía del corazón, siempre persiguiendo a los delincuentes equivocados.


lunes, 25 de octubre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

Fuck you. Fuck me. Fuck us.

Podrían estallar todas las lágrimas acostumbradas al vacio en mil y un pedazos. Ese pedazo es el que te vengo a detallar en esta noche oscura.
Podrían caer uno por uno los labios de mi juventud. Podrían unirse uno por uno los labios sellados. Podrían formar las mil lágrimas, y dejar ese pedazo bañándose en la esperanza.
Podría colgarme del borde del sueño y dejar que fluya(s) por mi interior.
De veras que podría huir y no dejar rastro, de veras que podría transformarme en aire y ser respirado por otra persona.
Creeme, cuando lo vives en carne duele más.
¿Perderíamos el tiempo rugiendo como leones cuando desean algo que morder?
¿Disfrutaríamos viendo crecer la marea y dejando de lado lo demás?
¿Llorarías viéndome huir por la ventana, viéndome siendo inhalado?
¿Amaríamos al odio si este nos besase con toda su pasión?
Dime, cariño, si ves el cielo sobre tu cabeza.
Dime, cielo, si sientes la tierra bajo tus pies.
Dime, piel, si ganamos la batalla a las sábanas, si te arrepientes de cada enemigo destrozado.
Pregúntame ahora por la necesidad de ver más allá de estas metáforas.

¿Enterraste tus secretos en lo más profundo de su piel?
El aire a mi alrededor me aplasta como si bajo toneladas de agua me hallase.
¿Encontraré aquí abajo lo que nunca perdí? ¿Acertaré con lo que siempre encuentro?
¿Estará aquí, en mis metáforas, o allí dónde perdí la razón?
Quizás esté junto al deseo de amar y ser amado...
¿Pido demasiado? más que eso...
No siempre puedes esperar recibir lo mismo que das.
Nada es lo que me dás, nada es lo que me besas ahora y menos aún conseguimos derrumbar a los payasos.
¿Cómo pretendes que esto vaya a mejor si seguimos contemplando el miedo destrozando nuestros días?
Con este huir y no volver de amores fugaces, de emociones efímeras pero intensas, ¿cómo pretendo qué el cielo se equilibre?
Con este desear y llorar, joder, con este querer y gritar.

Se ahogó el corazón; se evaporó el fuego y ardió el agua. Tembló el viento y la estabilidad sopló hacia el frio del norte.
Cambié el momento por el imaginado y deseé que Dios estuviese aquí para verlo. Lástima que mis manos no necesiten su apoyo en esta noche del norte.
Suerte que la necesidad inspire a mis manos en este adiós.




Eat shit and die, or fuck off at least!





sábado, 16 de octubre de 2010

Nuestra melodía

¿Qué ha sido del mar, nena?
Clank clank clank hacen mis huesos, crujiendo y chocando contra el suelo, al mismo tiempo que se desmorona toda mi estabilidad. Como si terremotos azotasen...
Vayamos acomodando y asentando las ideas. Como si de huracanes fuese la historia.
Vayamos reflejando las sombras de nuestra carne. Como si de canibalismo hablasemos.
Deberías encarcelarme por esto...
Deberías desatar el animal que llevas dentro y traerme de vuelta hacia la cama a base de arañazos.
Todos los sentidos cambian de lugar a tu lado:
no huelo tu olor; toco tus besos. Saboreo tus miradas.
Y calmo esta sensación de vacio, lleno esta necesidad...
Reconstruyo mi esqueleto que hasta hace X tiempo hacia clank clank clank crujiendo y chocando contra el suelo.

Quédate, bueno, mejor dicho... ven.
Ven a esta madrugada y hazla renacer.
Acude a este corazón y hazlo llover...
haz llorar de amor a estos ojos.
Hagamos que sea inevitable, hagamos de estos latidos nuestra melodía.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Junto al piano de medianoche tarareamos la sinfonía de la lluvia...

Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:
Ha llegado la lluvia, y con ellas las ganas de un corazón metafóricamente cerca del mío.
Con este apogeo del amor llegan los quebraderos de cabeza, los torniquetes al dolor, los aullidos del viento de cambio. Llegan mis olas intentando colarse a contracorriente en tu río, llega tu corriente consiguiendo colarse en mis olas.
Caen las primeras hojas, y con ellas, caen los sentimientos. Se ponen a mano de cualquier atrevido que pase por ahí buscando una libertad. Buscando una cadena mayor que la mía, que este pensamiento loco.
Este pensamiento que se aferra a mis muñecas, que me acarrea gritos de esperanza y esperanzas silenciadas. Que me trae maestría a la hora de sentarme frente a esta historia en blanco, que me apoya a la hora de comenzar un dibujo escrito y eterno, sin principio sin final, únicamente la improvisación que quieras ir inventando.

¿Dónde quedo el valor para darse la vuelta y llorar mientras uno se va?
¿Dónde quedo el miedo a llegar allí dónde comenzamos a crecer?
En un segundo, mientras los diablos huyen de Dios, cruza mi corazón atravesando la lluvia como un haz de luz, un alma en busca de techo.
Y sonrío.
Y me río.
¿Dónde quedó mi pasión? Te fui a buscar, te besé.
Ella, ahora no tiene más ropa que la piel. Él, no tiene más piel que la de ella.
Empezamos, con nuestros colores más odiados, y con nuestras manos más amadas, a pintar esta historia que mañana podría terminar, que mañana podría empezar, que ahora simplemente es besada.
NACE EL SOL... caen las primeras gotas atrapadas por esos corazones sin dueño, que reclaman unas pocas miradas. Consumidos por el desaparecido titiritero que manejaba estos ojos.
MUERE LA NOCHE... mentimos y juramos por estos cuerpos que desean pillar por los cojones a ese maldito controlador de miradas, para enseñarle lo que vale un buen amor...
Veremos, pues, sentiremos, mas bien, el placer a flor de piel.
Besaremos, tal vez, amaremos, quizás, saborearemos el néctar que nos brinda en bandeja de plata el Sr. HOY, con dulce introducción a la perfección.

¿Aprendimos ya a vivir en el extrarradio del miedo?
Creció Mickey Mouse demasiado ya...

Dedicado a ti, a mi mis miedos y al renacer de esta mirada.

jueves, 7 de octubre de 2010

Querido diario...

Yo mismo, con esta mi loca actividad, me estoy administrando opio. Y no logro dormir bien, y menos soñar bien...
¡¡Esta terrible pesadilla...!!

Y yo también puedo afirmar junto al Satanás de mi Infierno: "Mi alma estará triste hasta el golpe".
No, Pablo... No.

Que jueguen al dolor, si eso les contenta.



¡ABAJO CON LOS PAYASOS!
Y aún así, la mierda siempre saldra a flote.
Te reclamo desde lo más profundo de este corazón, te necesito desde las entrañas de este cuerpo.
Te escribo desde lo mas hondo de mi ego, desde el punto que hay a medio camino de tu mente a la mía.
Te invito hasta el otro yo, nunca podremos besar de esta manera si no burlamos el alrededor. No podremos amarnos si no escapamos de manos ajenas.
Si no evitamos las sábanas al separar piel de piel.
Estoy como un barco perdido en el mar, sin rumbo y sin metáfora evidente... Como un caballero de la mesa redonda que se hace el duro para mantener su puesto.
El duro, blando como la gelatina y resistente como tu amor.
Condensado, como el humo del cigarrillo que fumas ahora al salir por tus labios.
Por tus labios...
Ahí, precisamente, se pierde mi razón. Se encuentra mi locura.
Se va.
Me voy.
Mueren, ambos. Labio a labio no nos vemos hoy.
Perfectamente arítmico, no está conectado a ningún corazón y arde a ritmo propio.
Permiteme ver tu verdad, dejame sentir tu frialdad. Cada noche, mi vida, es para ti...
Permiteme ser el cigarrillo que se consume en tus labios. La colilla que queda al besar y besar y consumir el amor CALADA a CALADA. Déjame sentir tus labios rozando cada rincón de mi cuerpo, deja a esta piel temblar al deslizarse por la tuya.

... hoy me quedé sin voz de gritar ese nombre,
hoy mis ojos marrones encontraron su escape.
Hoy recé a Dios para que estos choquen segundo si y segundo también con los tuyos.
Hoy declaré la guerra a la distancia...





martes, 5 de octubre de 2010

Desciende al infierno.

Realmente hace calor aquí...
tú eres lo que yo quiero,
y yo lo que necesitan tus bajos.

Me sangra la garganta y el sudor resbala por mi piel. Me invade la mierda, haciendo de mí un simple mojón aplastado en la calle.
Y no puedo ver, me tapa todo lo que dejamos para otra ocasión. Me consume el odio de tus cigarros, me llama el silencio para volverme a ver...
Esta vez jugaremos a callar, a gritar, llámalo como quieras.
Esta vez lucharemos por algo que deseamos, sea el infierno que sea.
No más introducciones amargas con finales trágicos y un desarrollo amoroso.
No más ceguera mierdosa con olor a soledad. Con sabor a nostalgia.
Resuena en mi caja torácica buscando tu simetría. Nuestro equilibrio más ardiente, más loco.
...y pasan tus feromonas por mi lado, intento aguantar la respiración pero se desata el animal que hay en mi.
Y se cae, y se rompe, y se repara, y vuelve a arder, y vuelve a amar. Te comería viva...
Y no puedo oír nada...
menos aún hablar: labios sellados; únicamente se permiten besos a largo plazo o a quemarropa.
Y me cuesta creer que resucité, que una chispa de alegría curva la comisura de mis labios, que la vida me brindó de nuevo alguien con quien hablar de amor.
No sé como llegue a esta situación... me resulta raro expresar la espiral que siento en estos momentos.
Es parecido a cuando no has terminado de comerte un plato entero de tu comida favorita, y ya estás pensando en el postre.
Aun a sabiendas de que se llena el ojo antes que la tripa...
Pero las ansias de rozar tus labios me hacen pasar directamente al postre.
Y mira que me negaba a ver más allá de tus caderas, pero joder, ¿qué esperas, y esperamos, que haga yo?
Deseas verme ardiendo y vivo en un continuo fuego. Deseas verme a tu lado y me falta acompañarte a cagar. Deseo que vengas y me comas y no siento más que un simple cri-cri-cri de cualquier grillo que haya ahí fuera.
¿Esperas que me quede enrollando los espaguettis hasta que se desgaste el plato? Pues no, siento decirte que no me apetece estar estancado en tu mirada por más tiempo. Ya son muchos meses los que llevo detrás de tu falda, y se cansó el miedo de verte asustada...
Siento mucho esto, bueno, no sé si lo siento de veras. Por una parte si, obviamente, pero mirando hacia otro lado no te veo y NO me acojono al pensar en otra ruta de escape.

Descendamos pues.

Transeúntes...