Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

sábado, 18 de diciembre de 2010

(Tú) orgullo.

Tal vez sea yo, tal vez te hayas rendido ya... tal vez será que por fuera no para de llover y dentro retumba el corazón a causa de los rayos que de cara a la realidad matan cada segundo. Los matan por que... ¿qué queda?. ¿Respirar?
Será la misma mierda sin que tú sostengas la respiración y mantengas las ganas de seguir.
Marcharemos en un futuro lejano, tardío y lleno de mierda del ayer, la mierda del segundo en el que dijiste (y contesté) adiós. Adiós, espero volver a verte cuanto antes.
El cuanto antes fueron más segundos de lo esperado. La policia me arrestó por Síndrome de Diógenes y ahora espero a que se marche la basura del corazón.

Ven. Te suplico, te reclamo, te añoro, te necesito. Tú más que nadie sabes lo asquerosamente depentiente que puedo llegar a ser.
Por más gato que me crea...

Es un momento de soledad, cuando parece que esto vuelve a ser rabia otra vez, no es más rabia que mañana, que mañana será la indigestión del alma. El atraganto del corazón y la transformación de mis letras en nostalgia.
Las guardo como el mejor tesoro de la nada que me queda, que me das y que es todo lo que tengo.
¿No vas a pelear por el sol? Se escapará de tanto desear la luna... y tendré que olvidar mi esperanza para dejarte marchar.
Pero no sin antes decirte que te echaré de menos, que no me di por vencido, que aun quedan huesos por romper. Te dejo los martillos que necesites y la medicina que me cure. Te dejo el control para marchar y volver.
Vuelve, pues.

5 comentarios:

Transeúntes...