Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

viernes, 25 de junio de 2010

Odio odiarme...

Me siento tan mal que apenas me salen las palabras, pero haré un esfuerzo...
porque sé que si saco lo que hay en mí ahora mismo, nada bueno escaparía de mi corazón, ni de mi mente.
Cuando ves como tu muro se derrumba, sientes aquella sensación de tristeza, amor, desesperación, culpabilidad... tú lo pusiste allí y con el tiempo has acabado amándolo, hasta el punto de ponerle su nombre a cada una de tus lágrimas. Ahora lo quieres siempre ahí delante, deseas poder saltarlo simplemente, y guardar un trozo de él en lo mas profundo de tu corazón. Sabes que está ahí, a tu lado...
Eso me pasa exactamente ahora mismo: le veo ahí, sentado a mi derecha, frágil como el barro seco, y resistente a la vez.

Le veo justo a mi lado, dedicándome la mejor de sus sonrisas... y yo como si nada.

Me invaden los sentimientos amargos que te hice sentir, las palabras afiladas que se clavaron en tu corazón, las miradas, gestos y reproches que te dediqué. Ahora se me devuelve en forma de sufrimiento. All the things you do, come back to you...

Perdóname, ojala pudiese volver atrás y darte toda mi luz como cuando era un simple mocoso.

Te quiero, Papá.

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