Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

viernes, 18 de marzo de 2011

Te escondes bajo el bronce huyéndo de ser esculpido.

Podrías haber desvaciado el bronce para dejar ver tus sentimientos. Podrías, bajo tu espeso orgullo de incondicional aficionado al misterio, apagar cada luz que quema mis ojos por el sol que se apaga.
El Pensador, te llamaba así por llamarte de alguna manera, sólo quería dejar de pensar un día para ponerse a sentir. El Sentidor, por llamarme de la mejor manera, te quería debajo de mi piel con molde perdido, sin perder la confianza.
Me derrito, me consumo, me vuelvo a derretir para consumir cada indicio de esperanza, marchita, de volver a tus quehaceres. Quiero volver y que vuelvas a iluminar los amaneceres con tu amanecer, yo quiero que me queme tu sol.
Soy un egoista, soy un descarado eterno e impaciente sentidor que queria pensar, solo para poder ver a tu manera los nuevos días y dejar alguno de mirar atrás y aprender a construir su biografía. Manual para marcharse sin mirar atrás, sin mirar alrededor en busca del sol, yo quiero sentir la vida.

Sin embargo, te echo de menos mas de lo que se y puedo soportar. Me gustaría que algun día leyeses esto, aun que fuese complicado de desvaciar, por el mero ego de que seas consciente que cualquier indicio de esperanza no marchita vive aquí, esperándote, esperanzada.
Yo, sin embargo, destrozo el mármol en busca del vacío, tal vez así pueda comprender...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Transeúntes...