No hay dolor.
No puede hoy conmigo, inténtalo de nuevo otro día.
El terror comienza a temblar de miedo, escupiendo fuego y llorando mares.
Huyendo de lo inverso, de un corazón andante… de una metáfora real,
Más brillante que mil soles, más ardiente que el agua fría cuando quema.
Ese latir, más veloz que cientos de balas, más fuerte que Hércules.
ASDFGHJKLSPDFWEFCAWFCASDFSD!!!!!!!!
Un sentir diferente, renovado, purificado, de fábrica… consíguelo para siempre si quieres sobrevivir en la subida al cielo.
This is the Painkiller…
Aun así, no habrá placer sin sufrimiento, puesto que no sabríamos diferenciar.
No distinguiríamos una sonrisa de un llanto, un grito de un susurro, un héroe de un fantasma, una suave brisa de un dolor de cabeza…
Unos suaves labios en la realidad, de un mal sueño (tus labios no eran esos…)
Y aun, por más que sonría, no se rajan mis comisuras, no sobrevivo a mi subida.
No escalo, grito, rezo (no se rezar…),
Pido y se me es concedido, llamo y se me es abierto.
Pero, debo tener cuidado con lo que deseo, puesto que se puede cumplir…
¿Cómo distinguir? Lo quiero, no comprendo… Comprendo y no quiero.
¿Cómo hablar? Si tu mirada y el silencio que nos separa calla mis latidos.
Sin esa mirada felina, a veces muero y a veces renazco… dulces ojos.
No creo en las casualidades, dudo si creo en la suerte tal y como se conoce…
Creo en el fuego más puro, en el frío más invernal, en la belleza más perfecta.
Creo en la perfección, ¿Por qué no?
Como decirte, eso… que me has ganado poco a poco, silencio a silencio, mirada a mirada…
AMOR A AMOR.
Corazón llamando a mente: a veces te mataría…
Pero estas ansias de vivir, no caben en mi Diario…
Esta locura sobrepasa mentes, este fuego consume diferencias, estos gritos silencian al silencio…
¿Estás ahí?
Quizás ni me leas, quizás mi me escuches… leyes paranoicas.
Mi alma perdida…
Vuelvo a verte en mí, reflejada en mis parpados. Una ilusión que siempre se acaba… ¿ una pesadilla, o un mal sueño?
Otra vez,
Tus labios en mi yugular…
Quizás sea, simplemente, una dulce pesadilla.
Amar y romper a llorar,
despertarse: lamentarse y gritar. Llamando a las puertas del infierno, aun no descubrí la manera de escalar al cielo.
Besa la lluvia al caer. Llámala por su nombre, toca el claxon frente a su puerta.
Susurrarte en el oído lo mucho que te quiero, besarte como si el mañana fuese una simple ilusión, que siempre se acaba…
Mirar tus ojos, perderme en tus curvas… reír tus risas, y borrarte las lágrimas.
Quizás no sea el chico ideal, el más guapo, el más veloz, el más fuerte, el más rico, ni el que una madre pueda desear con totalidad para su hija… pero veo mis manos al deslizarse por este Diario, me veo en el mix de emociones, y veo la sinceridad de mis palabras. Y nos imagino juntos…
Sí: del uno al diez… un cien.
Como siempre, sin palabras; así que me limitaré a citarte: del uno al diez, cien.
ResponderEliminarJoder
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes:)