Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 30 de agosto de 2010

Atrévete a ser libre...

Van y vienen las palabras en mi mente; buscan un fin, un mundo mejor donde habitar para saciar mis ansias de vivir.
Como en un sueño. Como en una pesadilla.
Huyendo sin pies: quieto, herido pero sin dolor. Como en una pesadilla.
Retorno al principio: mi interior está ardiendo. Como en mis sueños.
Quema el agua. El fuego se evapora a mi alrededor, desafiando las leyes físicas y químicas: caminando de chaqueta por el techo, sirviendo de mente al que camina abajo. Como en un sueño.
Peligro al nadar. Miedo con dientes, poderosas mandíbulas que me atrapan en su miedo infernal -en un yo mismo- negativa y mentalmente. Como en mis pesadillas... Esos gritos de agonía ahogados por un futuro beso, esas arenas del desierto entonando la canción del mar... perdidas en la soledad, luminoasas imágenes que crea mi imaginación: el beso de una persona desconocida, la decisión de un juez condenado por si mismo, que huye de sus guardias y de él mismo, que se esconde bajo su poder. Se juzga.
Retorno al fin: lluvia y calma en el cielo. Infierno infernal. El dolor transformado en placer, sin reversos ni mas versos (discrepo...). Lejos y cerca, alto y bajo, lento y deprisa. Vivo y muerto.

Joder, nada me interesa de alrededor. Ni la hormiga que se lleva las migajas de mi plato, ni la serie que emiten en la televisión, ni el libro abierto que acabo de dejar boca abajo en mi mesa, ni el aviso de conversación en mi Tuenti, ni la guerra que hay a mi alrededor, ni el sonido de lo prohibido al abrirse. Ni tu imagen al intentar penetrar en mi mente. Ni la carne ni el hueso, tampoco el ralentizar de la luz, ni el chocar de los polos opuestos al juntarse. Ni el tintineo de la lluvia al chocar en los coches. Ni tus bases, fundamentos o pilares. Tampoco tu ceguera, ni mi ego. Ni el erizar del vello en mi cuello al sentir tus labios en él. Ni el sabor de la nostalgia en mis papilas gustativas. Ni el beso que se regalan dos enamorados en la calle. Ni esos ojos. Ni esos labios. Ni ese pelo...
No me interesa el tacto del viento en mis mejillas. Ahora no, por favor...
Tampoco el crujir del amor en espera. No me interesan las ganas de verte, de comerte a besos, de mirarte y decirte lo preciosa que eres.
Sigue sin importarme el exterior. Ni la atmósfera que me rodea mientras escribo tirado en la cama, ni el cambio aleatorio de canción en mi Spotify. Aunque esta canción me transmita eso que ya sabes, y sabemos..


Solo siento el latido de mi corazón, el botón en on de mi imaginación.
A mi manera. Como un loco. Me importa el intento del "destino" para que no te vea. Escucho el sonido del rock al resonar en mi cabeza. La sangre y su oxigeno por mis venas. El chocar de las olas en las rocas: sus lamentos. Su réquiem. Su fin. Su principio. El escalofrío que sube por mi columna vertebral, el desinflar de mi burbuja, el paso directo al estado gaseoso. Me influye el humo del infierno, y las nubes en el cielo. La sensación de ser autorespirado. El ascensor al subir de piso, el silencio de mi alma.

DSIUBFLDSKFÑSFDDS
SDFE`CSDAFMDSAFDSYFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFUCK!!!!!

Te juro que es dificil escribir pensando en mí... me fallo y me miento. Siento no ver ahora mismo mas allá del Madman, siento que sea asi de complicado... el motivo que me impide ver dentro de tí, y por consiguiente de mí. Quiero ser y no ser. Duele el rodar escalera abajo interno, el girar y mis mareos de madrugada. Duelen los pedazos de mi interior derritiéndose. Duelen las agujetas de andar. Duele mirar al cielo para ver el sol, y bajar al infierno para comprender...
A mi manera. En tus pupilas... lo mantenemos alzado. Invisible pero haciendo acto de presencia. Lo único que te pido es que no se quede solo, aislado, sin alma.
Sé que es inevitable...

Me siento como pez en una pecera, escuchando los jajajijijojo de los hijos de puta que me cohíben, que Dios los tenga en su gloria...
Me siento como Jack Sparrow huyendo de los aborígenes, como Bob Esponja sin su pecera en casa de Arenita, como Spiderman en un descampado, como la lanza que todo lo atraviesa intentando atravesar el escudo que todo lo resiste, como mis dibujos sin corazón, como el viento sin ganas de volar. Como el principito. Como el brillar de tu sonrisa al penetrar en mi alma, como un tiranosaurio rex en una verduleria. Como un soñador que sueña a todas horas, despierto y dormido, y le llaman loco por eso. Como un cani sin su H en el teclado, como un gladiador acobardado en una esquina ante un tigre, como ese tigre que sin embargo nunca aprendió a morder, aun así lo sueltan a matar. Como un pianista manco, como Steven Tylor ronco, como mi reflex sin su objetivo, como cada noche mía que es para tí... Como una sombra ante el sol, como el sol sin su luna, como un corazón sin sangre, como una chupa sin su cuero, como un alma perdida.
Me siento continuamente del revés, torcido... sintiendo su imagen calandose en mi piel. Penetrando en mi interior. Cortándome en dos. Abriéndome el pecho para tener unas vistas mas claras, para ocupar su asiento VIP.
Me siento como un alma perdida, de hecho por ahí anda... en tus pupilas. En tu reflejo. Vuelta y vuelta, girando y girando. Comerciando un justo autorescate.
¿Dónde estará ese maldito juez? Para una vez que lo necesito...


Bienvenido a esta dulce rendición:





sábado, 28 de agosto de 2010

Girar y girar...

Tengo un secreto, me está devorando por dentro y apenas me deja pensar, apenas me deja respirar.
El tiempo se comió tus recuerdos:
Tus fantasmas...
rondan mis sueños. Los cazo con las redes que crearon sus miradas, y los quemo con el fuego que nace en mi interior.
Esa música amansa a mis fieras, pero... ¿quién amansa al músico? Dime quien sana estos crujidos.
Tus garras haciendo surcos en mi piel, buscando el modo fisico de apoderarse de mi mente.

Girando sin sentido, pistolas sin balas disparando canciones de amor, como una torbellino en pleno mar. Desde el principio hasta el siguiente cargador. Sin final.
Siempre lo mismo, matando el tiempo con palabras y palabras. Matando las palabras con la imaginacion, creando formas y maneras de calmar estos gritos de agonía que me invaden, este sentimiento de autoculpabilidad, ese daño que irá a peor.
Como un cáncer,
tras mi alma: delante un cielo.
Y en medio un deseo a medias, una llamada sin emisor, un receptor lacrimoso.
Me como la moral, mi fé va y viene al son de tus latidos, y confieso un amor olvidado.
A mil kilometros de tus labios.
Metafóricamente hablando, te tengo cerca: en sueños te veo, y en la realidad no te dejas ver...
No, no pensaré que fue irreal, esta ilusión es la excepción que cumple las reglas.
Estoy hecho un lio, todo esta muy claro pero no lo entiendo...
Maestro de la contradicción, experto en abrir puertas prohibidas...
El viento sopla en derredor, se lleva mi carne y me deja en los huesos.
Ya te olvidé, amor, eso lo sé....
así que no me llames monstruo, ambos nos devoramos en este juego, ambos nos escondimos bajo las sábanas y a la vez bajo la cama.
No me digas víctima, por que los dos lloramos a escondidas.
Si huimos, yo también veré otro amanecer.
Pero tu sabes, más que nadie, que había una parte de mi que impedia que cayeses.
Una parte de mi que quería verte llorar y sangrar, y una tercera parte que te ha dejado morir.
Con lo cual, no te vengo con falsas palabras.
¿¡Entonces por que invades mis textos!? ¿¡Eres acaso un zombie?!
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Me agobio.
Nunca dije que esto fuese fácil, asique dejame en paz. Vete.

Imaginación: ven a mi.
Un tren, sabes donde deseas que te lleve pero no donde te va a llevar.
Pero no te importa, por que estaréis juntos.
Llamémoslo "juego de locos".
El cómo perderse en una canción (mejor en tus curvas...), llamándote a cenar, a comer amor con las manos...
sin servilleta, impregnémonos de él.
A sentir, en carne viva, como mis palabras redevoran mi limpio y brillante cerebro.
Como tu dia a dia se vuelve del revés. Tus besos a la inversa: se marchitan cuales flores sin agua, sin esperanza de revivir.
Pero aun asi, besas con lo que queda de alma, otros labios mas bellos.
Cómeme. Bébeme.
Es solo un dulce juego, de locos.
Nuestra utopía, piel vs. piel.

No quiero envasar mi corazón al vacio, no quiero tener que recibir tus recuerdos educadamente.
Será por que eres mi amor mas reciente, sé que no es más que eso...

Pero tú, en cambio, siempre fuiste especial. Siempre he buscado tu sonrisa en sueños, siempre relamí mis labios en busca del néctar de tu amor.
Siempre, nos guste o no.

jueves, 12 de agosto de 2010

En nuestro punto medio está la virtud.

No hay dolor.

No puede hoy conmigo, inténtalo de nuevo otro día.

El terror comienza a temblar de miedo, escupiendo fuego y llorando mares.

Huyendo de lo inverso, de un corazón andante… de una metáfora real,

Más brillante que mil soles, más ardiente que el agua fría cuando quema.

Ese latir, más veloz que cientos de balas, más fuerte que Hércules.

ASDFGHJKLSPDFWEFCAWFCASDFSD!!!!!!!!


Un sentir diferente, renovado, purificado, de fábrica… consíguelo para siempre si quieres sobrevivir en la subida al cielo.

This is the Painkiller…

Aun así, no habrá placer sin sufrimiento, puesto que no sabríamos diferenciar.

No distinguiríamos una sonrisa de un llanto, un grito de un susurro, un héroe de un fantasma, una suave brisa de un dolor de cabeza…

Unos suaves labios en la realidad, de un mal sueño (tus labios no eran esos…)

Y aun, por más que sonría, no se rajan mis comisuras, no sobrevivo a mi subida.

No escalo, grito, rezo (no se rezar…),

Pido y se me es concedido, llamo y se me es abierto.

Pero, debo tener cuidado con lo que deseo, puesto que se puede cumplir…

¿Cómo distinguir? Lo quiero, no comprendo… Comprendo y no quiero.

¿Cómo hablar? Si tu mirada y el silencio que nos separa calla mis latidos.

Sin esa mirada felina, a veces muero y a veces renazco… dulces ojos.

No creo en las casualidades, dudo si creo en la suerte tal y como se conoce…

Creo en el fuego más puro, en el frío más invernal, en la belleza más perfecta.

Creo en la perfección, ¿Por qué no?

Como decirte, eso… que me has ganado poco a poco, silencio a silencio, mirada a mirada…

AMOR A AMOR.

Corazón llamando a mente: a veces te mataría…

Pero estas ansias de vivir, no caben en mi Diario…

Esta locura sobrepasa mentes, este fuego consume diferencias, estos gritos silencian al silencio…

¿Estás ahí?

Quizás ni me leas, quizás mi me escuches… leyes paranoicas.

Mi alma perdida…

Vuelvo a verte en mí, reflejada en mis parpados. Una ilusión que siempre se acaba… ¿ una pesadilla, o un mal sueño?

Otra vez,

Tus labios en mi yugular…

Quizás sea, simplemente, una dulce pesadilla.

Amar y romper a llorar,

despertarse: lamentarse y gritar. Llamando a las puertas del infierno, aun no descubrí la manera de escalar al cielo.

Besa la lluvia al caer. Llámala por su nombre, toca el claxon frente a su puerta.

Susurrarte en el oído lo mucho que te quiero, besarte como si el mañana fuese una simple ilusión, que siempre se acaba…

Mirar tus ojos, perderme en tus curvas… reír tus risas, y borrarte las lágrimas.

Quizás no sea el chico ideal, el más guapo, el más veloz, el más fuerte, el más rico, ni el que una madre pueda desear con totalidad para su hija… pero veo mis manos al deslizarse por este Diario, me veo en el mix de emociones, y veo la sinceridad de mis palabras. Y nos imagino juntos…

Sí: del uno al diez… un cien.


lunes, 9 de agosto de 2010

Pajomosky

Vamos a sonreír un rato…
¿Hay alguien aquí?
Solo respira si puedes oírme...
eso es, asomado a la televisión apagada, viendo tu rostro con esas lágrimas de pega asomadas a tus ojos.
Yo, amigo mío, yo te ayudaré a despegar tu estúpida cara de tu rostro-no-real, ese en el que tus labios se mueven, pero no puedes articular palabra.
No puedes explicar, no puedes decir quién soy,
no puedes ni respirar... confortablemente muerto. Yo, amigo mío, vine aquí, a tu lado, para quedarme. Vine aquí, para ayudarnos a levantarte. Porque difícilmente me alzaré yo si tu lloras, fácilmente lloraré yo si tu no te levantas conmigo.
Gracias…

Por permitirme conocerte, por llamarme amigo, por escuchar mi respuesta, por iluminar mis días grises, por discutir conmigo por tonterías, por abrazarme cuando mi corazón lloraba, por tenderme la mano cuando perdía el equilibrio, por sonreír a mi lado y no separarte de mí incluso a kilómetros de distancia, por divertir mis aburrimientos, por aburrir mis amarguras, por infinitas cosas complicadas de escribir. En fin, por ser Matías, y no ser un cualquiera.


Bajo las lineas de la imaginación...

Expresar.
Crear.
Buscar la puerta más cerrada de las voces sufridas, los gritos desgarrados, la mirada perdida por la ventana. Esa puerta, la resistencia a la verdad, no te deja saborear el néctar de su secreto.
Pero, ¿qué coño? Quizás mañana no haya ni puerta. Adéntrate a golpe de sueños e ilusión, rompe las barreras del sonido y la luz que te separan del universo.
La barrera de tu carne, la muralla entre la magia parlante y la expresión en la realidad.
Vivir, nena, a eso hemos venido.
Quizás mañana la muerte sea solo el principio...


Bebiendo agua, escupiendo el corazón...
Cambiando de rumbo en esta noche, mi alma y yo luchamos contra los miedos, los viejos miedos que flotan a mí alrededor. Ayer mismo, le pregunté al mundo sobre mi modo de expresarme, no imaginaba una respuesta claramente tan difusa...
la voz interior. Más allá de la realidad, más allá de mis manos enredadas en mi pelo...
más allá de las lagrimas mal expulsadas, más allá de las notas que fluyen por mi cuerpo, manejando mis extremidades, permitiendo a mi corazón hablar por si solo:
Roto, pero no desgastado, no muerto aunque él lo desee.
Vivo, resplandeciente de amor guardado bajo llave, bajo miradas frustrantes. Sin gato encerrado.
Escuchándose gritar un nombre al aire, buscando la manera de hablar entendiblemente, expresando cada sentimiento de manera correcta. Sin pausa, corriente de agua filtrada a base de sonrisas, soleadas mañanas que consiguen comerse la melancolía.
Desayunos en la hierba, con o sin ella, nadando entre pirañas melladas, sin peligro aparente.
Sin tiburones voladores, magia en el ambiente: un beso en los labios, Wish you were here (Pink Floyd) de fondo.
Sí, como deseo que estés aquí, viéndome escribir esto, viendo salir sin (mi permiso) una lagrima,
viéndome sacar a pasear (sin correa) una loca sonrisa.
Te miro, me miras... nada más.
Nos fundimos en un cálido beso sobre las suaves sabanas, y ni el calor del ambiente interrumpirá esta marea.



Transeúntes...