Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 4 de septiembre de 2017

'El cuchillo en la derecha y el corazón en la izquierda'

Tengo un incendio por dentro que no quema las dudas pero arrasa toda certeza
hay un extintor en la cocina y lo veo al levantar la vista y me río por las ironías de la vida
como que necesito las dos manos para comer y nunca recuerdo si el cuchillo va a la derecha o a la izquierda
me tiene que volver una costumbre a las dedos, a sus huesos, necesito las dos manos para comer y me faltan manos para escribir todo lo que tengo por dentro.
Como que tengo un incendio que aviva la materia negra de mi corazón más oscuro y nocturno
el mas solitario de todos
satélite de una emoción que palpita por si sola y no necesita nada más
estrella para una noche blanca
es el más pequeño de mi pecho y el más viejo

siempre de madrugada cuando siento nostalgia, un nombre que no soy capaz de pronunciar se manifiesta en el eco de una voz, tengo emociones empaladas en las estacas de mi pecho y allí fermentan dejando el olor a muerte que me sigue desde el nacimiento

Hijo de la muerte, te balanceaste entre la vida y el dejarla cuando abandonaste el útero, sembrando cáncer en los ovarios; hijo de la vida, estás lleno de felicidad pero solo cuando consigues perdonar el hecho de que viniste a esta vida a recordar con el corazón todo el dolor que arrastras, hijo mío, estás lleno de amor y no sabes amar, tu lección no entiende de compañía externa y solo se debate entre el querer y el saber
Y me muero de ganas por saber querer.

y de repente una ilusión viene vestida de amor y yo no sé que hacer, si salir corriendo castillo adentro, o arrancarle las ropas viejas del camino, decirle que llevo cien vidas esperándola, que me enseñe el significado del verbo amar. Pero no tiene rostro ni personalidad, es sólo una palabra, o tres o ninguna, o un nombre, y recuerdo ese sentimiento que siempre he tenido dentro, ese de soledad y nostalgia por algo que no tiene que venir de fuera sino de dentro y me vuelvo a debatir entre el querer y el saber querer y sé que el sacrificio está en las entrelineas de mis versos, lleno de paciencia porque se esperar, lleno de impaciencia porque no sé amar ni cómo se puede llegar a sentir algo tan bello y destructivo que de repente acaba con la corrida o con un adiós
( Hay un paréntesis para este poema, que dice, o no acaba y la muerte os vuelve a separar )

hijo de la paciencia, la carne se enfría en el plato, el alimento muerto que no sacia el hambre más voraz de mi interior, tengo el cuchillo a la izquierda y en la cabeza una voz que susurra 'diestro' se ríe de que se me olvide el mundo exterior cuando se me va el alma de este cuerpo tan humano y comienza sus paseos diarios por el refugio interior de los intramuros de mi castillo levantado en el corazón más niño de mi pecho

Una desconocida dice al pasar 'estem a la civilització' y me río en su cara fugaz que ya no recuerdo
la jungla de cemento con sus monos evolucionados y sus versos anexos
las ironías ahora me crujen los huesos de los dedos que olvidan la posición de los cubiertos y se me cae el cielo desde el pecho cuando siento un nombre acechando que, esta vez de día con el sol brillando y el interior lloviendo, se pone a jugar con los ecos y el recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Transeúntes...