Camino empedrado, fuerza de voluntad.
Mandarinas y más mandarinas.
Son mi alegría.
Pues ahora me siento como ellas, naranja, gajo a gajo me separo de la realidad.
Realizar.
Realizar de nuevo.
Volver a volver.
Caminar por aprender.
He mirado al cielo y las estrellas me han mirado, me han dicho que la vida es un camino y al caminar es cuando se vive, estancado en senderos de barro no se aprende a vivir.
Si allí me quedo es solo para crear esculturas con ese barro y representar los demonios de mi alma.
Los demonios de mi cielo y los ángeles de mi infierno.
Me voy a convertir en un mago solo por hacer magia con esa sonrisa.
Y con ella dibujar a fuego cada soporte que contenga este mundo.
Tulipanes en celo, la belleza me quiere hacer el amor y yo últimamente ando muy desesperado.
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