He optado por el silencio.

Mirar a ojos que no miran, ni mueven sus pupilas, ni callan sus mentiras.
Aprendo más del silencio quieto sin mover ni una sola hoja de su precioso perfil.
Aprendo de su aroma que en silencio me dice he venido aquí para que tu entorno huela bien.
Tu interior huela mejor.
Tu vida sepa mejor.
Tus caricias sean más cálidas.
He venido a enseñarte el silencio.
En silencio te diste cuenta de la lección que has de aprender, has de controlar los sentimientos en silencio.
La ira por la calma.
El odio por una sonrisa.
Trocear los pecados y masticarlos junto con el sabor de mis hojas.
Las mentiras que no debes callar, si por tu bien es y tu vida sabrá mejor.
Olerá mejor.
Tus sentidos sentirán mejor.

He optado por el silencio, le dije a mi preciosa albahaca, quiero que me enseñes a observar el mundo sin mover ni un solo dedo, sin hacer ruido, observando y aprendiendo de cada movimiento externo.
He optado por el silencio, le dije a mi preciosa albahaca, me alegra tenerte a mi lado.

Algo dentro de mi cambia, fluye, como agua que riega sus raices.
Algo dentro de mi evoluciona, en silencio, el sentimiento hace crecer más brotes en mi cuerpo y mi estabilidad.
La tierra en la que crezco, en silencio crezco, cuando hable será porque lo que quiero decir tiene que fluir por el universo de manera verbal. Querré que lo oigas, querré que lo observes, que lo aprecies.
Como yo aprecio el silencio.

He vuelto a optar por el silencio.

Susurros de la noche.

Fui a buscar
Llegué a encontrar  
Aquí los desiertos sin igual                 .
Me comía las palabras                     
Y vomitaba sensaciones qué             
¿Vienes a buscar?                            
La imaginación es dominar                 
El dominio de la mente                     
Electroespiral sin par                       
Como desiertos por dominar.             
Cúmulos de arena perfecta                
Me vuelvo estabilidad                        
Me paro a meditar                           
¿Pensar es salvar?                                
Los desiertos de agua                        
Las palabras se me atragantan             
Con el agua les muestro el camino donde descansar
Para el día llegar a
Acomodar el día a día a 
Base de pinceladas cuartel de miradas
Encerradas con tiburones mellados que dejaron de asustar
No te vengo a odiar. Te vengo a escuchar

Playas donde escalar

Montañas para nadar

Bucear es respirar

Morder es calmar.

Tiburones que cazar

Donde el recuerdo es repasar un examen final

Principios de cristal qué

¿Vienes a buscar?

Estas palabras yo lo sé

Yo lo medité y lo creé

Junto a un Dios Desnudo

Que me hizo decir

"Este será tu cuerpo

Desnuda la mañana para vestir tus ataduras con fino hilo de plata"

Componer el futuro decidiendo tropezar o caminar sin mirar atrás, solo al repasar
Un examen que aprobar

Las preguntas te fueron dadas para triunfar
Y en la noche he de soñar
Pues soñar es visualizar
Ideas con las que estudiar
Las metáforas son susurros que vestidas de plata me vienen a enseñar
¿No sería genial?
Soñar y recordar al despertar, pero estar consciente es obligado
Atento a los mensajes en el viento
La mente está ahí
No por casualidad es otra verdad
Como el respirar
Seriedad en una canción
Que a Londres me teletransporta
Con miedo a desear
Y miedo al miedo
¿Miedo?
Y si me vuelvo tiburón por una noche, recuerda que en tus entrañas buceo
Por tus branquias respiro
De ti voy a aprender cómo ¿llorar? ¿de miedo?
De ti voy a aprender a respirar
Calmar
Las manos a acariciar
Obligadas me violan la piel
Y me hacen desear la libertad en la locura
Ven y hazme temblar

Cuando la música es el mensajero y el mensaje.

¿Si te pido flores me devuelves el corazón?
En el soporte me pierdo. Vengo a contarte una historia.
En los fuegos de la noche. La luna huye de la escena. El silencio corroe mordiendo como tiburones.
En la noche me confundo.
¿Si te pido corazones me regalas una flor?
Ven a volver.
El silencio rompe y corrompe.
¿Si te pregunto me das una respuesta?
Quizá no se enlace todo a la vez. Los días se unen y las sensaciones que aquí cobijo van poco a poco dándome de comer las lecciones que he de aprender.
Ayer recogí una preciosa flor.
Me dijo que le dijera.
Le pedí fuerza. Ella me abrazó.
Me besó en la frente y en el corazón que lloraba. Mis ojos pedían la eternidad.
El azul en mis venas. Le pedí fuerzas y me abrazó, tan fuerte que me transportó a la noche más brillante.
Allí la piel rozó la pasión.
¿Si te pido esta flor me ofreces el corazón?
¿Si te rezo durante la noche me acaricias el alma?
¿Si te hago el amor me deshaces el odio?
¿Si te llamo en la oscuridad me respondes con tu luz?
¿Si te pido una piel me regalas su interior?
¿Si la lluvia cae brillas el sol para prestarme el arco iris?
Si el invierno se hace heladamente insoportable te pido que me des calor en un verano abrasador te pido que congeles mi mente y me hagas pensar.
Ayer recogí una preciosa flor. Me dijo que le dijera lo que deseara. Versos que versátil me hacen.
Soy tan perfeccionista que la busco en cada frase. Quizá la solución esté en dejar de buscarla y empezar a encontrarla. La solución aparece.
Y es entonces cuando, tan perfecta, vienes, me abrazas, me dices al odio lo que deseo escuchar y las estrellas bajan a hacerme la compañía que con mi Yo necesito.
Se que aprendes con cada parpadeo.
Te hace pensar.
¿Y si pensar me hace tropezar?
¿No es más sencillo dejarse llevar?