Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 9 de octubre de 2017

Tengo el ronroneo de un felino vibrándome en la garganta
no me lamas la nostalgia desde la piel
por la mañana temprana cuando amanece se mecen los versos de recuerdo y miel

Tengo el grito de un lechal en matanza acorralandome la memoria
los llantos y truenos de un bebé que llora por saber querer
Llora de nostalgia por algo que no ha vivido
que muere y nace en el mismo sitio

Tengo una prosa que se me insinúa en verso
juega con mi pelo y grita 'me quiero'
yo río de ironía y mullo la almohada de olor
Entre humo, petróleo, palomas muertas
sangres que hierven, aceras que queman, naranjos enfermos
Me duermo con el recuerdo del bebé y el lechal
me duermo porque se ha caído la madrugada encima del corazón
y quiero descansar la emoción

He sentido un miedo confundido
esencia de ladridos y mordiscos
Me impide el sexo, desconcierto, un miedo que conozco, sé su nombre, sé a qué sabe:

' desmerecido '

'los golpes
que le arrancaban, despacito, de fatiga
las alas, por Dios, los golpes
que le arrancaban las alas a mi corazón'

Hay una mano que juega con mi libertad como un niño con las moscas
El dolor de un apellido que aún no he curado, la ausencia de una libertad entre selvas de cemento y monos y versos y ahora una ausencia y un recuerdo. Tengo que volar, tengo que volar, tengo que sanar las alas.

Me cruje la conciencia y me arranca la sangre del miembro
se la lleva al corazón que late, hirviendo, he sentido un miedo confundido porque ya no sabe si tiene que asustar o su esencia de ladridos y mordiscos ya pasó de fecha y ahora la confianza sabe a 'merecido' porque el corazón de nuevo ha nacido y los trotes salvajes de las pezuñas negras se alejan indefensas sabiendo que su mensaje ha sido aprendido:

' el merecer tu querer y quererte hacer merecer '

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