Me pregunto o mejor le pregunto al universo qué le parecería si en vez de un verso únicamente le dedico todos en forma de estrellas.
Universo, venga, aquí hay espacio para varios.
Por ejemplo te puedo comentar la jugada perfecta entre aguadas tus caderas y secas mis venas.
A ver, que es esto, un cielo sin estrellas y en tu cabeza tantas penas.
Qué tristeza.
¿Esto si?
¿Es serio este sentido?
O son arcadas cualquier motivo
Alguien está fuera llamando a la puerta
Me importa pues una mierda la calma que alteran tus sollozos
Es que estoy compuesto de esbozos y trazos rotos
No se si puedo acompasar la melodía que irrumpe mi silencio y tus orejas rojas me queman los sentimientos.
Al universo le digo soy pluriveso un plural sin embargo único.
Te recuerdo repleto de colores.
Pero ninguno te convencía
Y yo que soy esclavo del color te decía vente a la sombra a comprobar tu cuerpo sin luz
Me gemías diciendo solo el cariño no tiene sentido
Es que sólo hay un motivo y es el lienzo que veo en tu piel cuando te miro
No se si esto servirá tampoco como poema típico pero es que me convierto en cítrico cada vez que no escribo y escuecen las palabras que no digo y me vuelvo loco porque no se ni lo que sigo.
Está claro que esta existencia no tiene sentido sin la voz que impulsa estos latidos.
Me puedo hundir en una piscina de metáforas y salir hecho un lio, o salir hecho.
O entrar deshecho.
O ni si quiera salir derecho y abandonar cada momento que paso buceando entre miradas vacías
O son tiburones, ya no veo, estoy lleno y necesito respirar y para darme cuenta digo esto y es que el lamento forma parte del cuento que me cuentas cada noche cuando no quiero dormir
Puedo tenderte una mano para ayudarte a salir del lio en el que nos hemos metido pero me replicas que por qué cojones no me estoy ahogando contigo
Me voy a olvidar por un rato de las rimas que me inundan la cabeza
Como explicarle a las gotas de colores que estoy plasmando con mis pinceles lo que sería de ellas sin la disputa entre luz y oscuridad
¿Cómo?
Es que no me entero de nada.
Como explicarle a esas gotas que salen de mi alma lo que es el blanco y negro.
O del revés, cataratas de colores puestas del revés, que suben parriba otra vez.
Cuando hasta aquí hemos llegado me derrito como las piedras en un volcán en erupción y salgo hecho fuego líquido, derribo muros de hormigon con un solo suspiro.
¡Si es que este es el motivo por el que estoy vivo!
Para con color explicarle al formato lo que siento por dentro
Ese es el motivo.
Ese único sentido que veo en la vida.
¿O es la vida el sentido por lo que veo y escribo?
Porque tengo entendido que nada es casualidad y aquí estoy sentado frente a un atardecer pintando el silencio de preciosas flores de colores que cuando cae la noche se componen de poemas de doble sentido y al amanecer me recitan todo lo que soñé mientras duermo y mientras ellas duermen me encargo yo de distribuir cada latido por este mundo que parece dormido
Como no es casualidad que lea esto por primera vez después de escribirlo tampoco es casualidad que sienta bien primero y luego, ya si eso, te lo explico.
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