El cielo estaba lleno de estrellas. Todas brillando frente a mis ojos. En su infinito me perdí encontrándome importantes verdades plasmadas.
Caminando por tu piel.
La suerte en el firmamento.
Descubierta en la esencia.
Que rebosa de tu belleza.
Suprema como la plata.
Despacio como el caminar.
Por tus senderos que llevan a un mar, comiendo de tus cráteres palpando tus verdades.
Concentrando la energía en la luz que en ti se refleja, como infinitas estrellas.
De fina seda.
Que en lo cierto se encuentran.
La fe que necesitas.
Para concentrar tu energía.
Deseos que se pintan como manos que incitan.
El tiempo que no existe, campanadas que me embisten.
Vengo a hablarte de la suerte que se pinta en la luz para reflejarse en estos ojos.
Dos miradas dentro y fuera que me dicen.
Me dicen vente conmigo, hagamos esto mejor.
Deseos pintados en el cielo.
Como estrellas fugaces, dejando tras de si un rasto de esperanzas.
Descubiertas en el infinito.
Mirando las miradas que recibo.
Puedes tocarlos con la punta de los dedos.
Caminando por la Luna descubrí.
Tu esencia percibí.
En cristales escribí, sin tinta ni prisa, las veces que el mar me tragó.
Naufrago de tus ojos, me declaro maldito.
Reduje las posibilidades a un cruce de miradas.
Reduje las ganas a un eterno brillar.
De una luna donde caminar, sin prisas, flotando, descubriendo quien soy y cómo lo voy a hacer.
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