Sin pensar, sin negar que podemos beber cerveza y no tener resaca, podemos tragarnos el odio y todo el tiempo estar ciegos. Hasta que estemos totalmente seguros de que la noche ha acabado y da paso al silencio.
La tonteria del tonto que buscaba un sol.
Sonaba nuestra canción. Me cogias de las manos y decias que eramos fuertes. Me besas. Te besan mis labios. Te besa mi alma, te besa mi ser.
Te abrazan unas manos que quieren tu piel, quieren tener tus manos en mi espalda clavandome las uñas de los recuerdos.
Forzándome a mantener el control.
Está en tu ego. Concéntrate.
Si negaras esto no volvería a salir el sol. Nunca podrías lucir tu piel.
Habló de la furia. Dijo la mente se marcha y llega la furia. Esa de un mar congelado, sin calor. Sin ritmo en ese corazón, que late solo por respirar y mantener la compostura. Odias al mundo.
Pero no hay mas mentiras, mas engaño en la esperanza que aqui fluye. He vuelto con ganas, decía, volveré a echarte de menos cuando el sol se marche y de paso al frio del mar congelado. Sopla y devuelve el deseo.
¿Quién?
Volvía a soplar; está en tu ego... concéntrate.
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