hay una poesía volando en este patio de luces:
se queja en voz de anciano olvidado
Las plantas lo sienten; el recuerdo sigue líquido
Tengo un alma de doble filo: cantarina, carabina
El ego espeso, denso, untado en manteca rancia
Se desliza bocabajo por el patio, gimiendo y comiendo terreno
Desciende, me mira, coge y me dice, 'monstruo', y se ríe
Mi dolor senil, cortante e hiriente como un verso
Una anciana y vecina voz se cuela patio abajo:
'llama a urgencias'
'No', dice mi amor; 'acéptalo, sánalo; lucha contigo'
La paciencia es letal.
Tengo este verso herido; en su punto y su coma inmenso, ahora llegan tus besos y tus brazos alados de espontaneidad culminada, vuelo aterrizado en la piel ajena, compartida y serena
¿Se parece esto a un poema infinito?
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