Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 28 de octubre de 2019

La mano que rompió el hielo; a lo hecho en tu pecho

La aceptación del dolor como parte de la sanación, sin paliativos;

hay una poesía volando en este patio de luces:
se queja en voz de anciano olvidado

Las plantas lo sienten; el recuerdo sigue líquido
Tengo un alma de doble filo: cantarina, carabina 
El ego espeso, denso, untado en manteca rancia
Se desliza bocabajo por el patio, gimiendo y comiendo terreno
Desciende, me mira, coge y me dice, 'monstruo', y se ríe
Mi dolor senil, cortante e hiriente como un verso
Una anciana y vecina voz se cuela patio abajo:
'llama a urgencias'

'No', dice mi amor; 'acéptalo, sánalo; lucha contigo'
La paciencia es letal.

Tengo este verso herido; en su punto y su coma inmenso, ahora llegan tus besos y tus brazos alados de espontaneidad culminada, vuelo aterrizado en la piel ajena, compartida y serena

¿Se parece esto a un poema infinito?




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