Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Cuál es el precio del orgullo?

Y a como me lo dejas hoy, que mañana es festivo.
Hazme la oferta perfecta para declarar la guerra al ego y abandonar cualquier delirio.
Habla en versos y en sueños también, como un fantasma cuya presencia notas y tus manos y tus ojos me buscan pero no encuentran. Cualquier delirio.
Te pago en miradas perdidas. Te alquilo tu cuerpo y arrendo tu mente por una escapatoria.
Estoy perdido. Mi mente vaga por mi cuerpo y lo unico que encuentra es lo que ha venido a buscar. Yo le espero sentadito bajo este atardecer, es un buen momento para perderse por el material mundo de la piel.
Y mi mente se para en tus ojos. Examina tus orejas y apadrina a tus labios. Se queda de okupa en tu cuello y busca caer en redondo en tus claviculas.
Te imagino y me pierdo.
Te encuentro e imagino maneras de delirar en tus delirios. Como un lobo que busca su luna llena.
La mente no está mal, el corazón ultimamente huye de mi primera persona hacia una tercera que consuele el bien de mi mente.
Hace frio. Congela el tic tac del reloj y busca la frase adecudada.
Lo unico que encuentra son colillas de recuerdos estancados en el tiempo, y yo, chustero, fumo de su dolor. Aspiro su alegría.
Desguazas las miradas y el azul de esos ojos irrompibles se queda conmigo.
Con esto tengo lo suficiente para el orgullo.
Ahora me odio.
Te odio.
Porque soy yo inmensamente yo elevado al ego.
Me odio porque de ese todo estás tu de primero.

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