Dedicárteme los versos que se caen como erratas desde el papel al frío mármol del recuerdo yacente, frágil y dormido.
Remover ese verbo personal,
¿cómo recuperó la voluntad?
¿cómo recupero la voluntad?
Si estos versos son para mí y al amor, ¿es egoísta? ¿monstruoso?
¿Es un portazo sordo, inmundo, recordando el sonido frágil de espejo cuando la marcha y la ausencia suceden de nuevo?
Quizá es el interrogante la facilidad de poema
Si lo encajo en verso, en mi cabeza cabezota, ¿funcionará?