Cada frase alberga una historia distinta. Las letras dejan huellas que las palabras siguen para que tú puedas vivir en su historia. Disfruta cada paso.

sábado, 23 de abril de 2011

Son

tus ojos.
Tu sonrisa, tu piel, tus manos, tu espalda, tu pecho, tu pelo, tus pestañas, tus labios, tus piernas, tu cabeza, tus pies. El sol nace por tu pelo para acabar en mis pies.
Así pasan los días, las noches aún mejor.
(Rape me)

miércoles, 13 de abril de 2011

Te la ganas

Vuelve a destrozarme el alma.
Vuelve a darme la razón, y te la llevas.
No me comas. Con mis piedras haces tu preciosa pared.
Y para no dormir, con este mundanal silencio, nos vamos a soñar con nuestros sueños de locos a otro lugar. Si esta mierda no te gusta...
Pintado sobre lienzos de piel, un acústico a tu corazón para resonar con éste.
Otro dia, la misma mierda, la misma droga, la misma basura. Elige un camino, a ciegas, siempre será el correcto para ti. Las consecuencias son estelas pintadas a fuego en tu piel, secas de tanto esperar.
Nada mas despertar del sueño, me abro el pecho y dejo salir lo que queria escapar: un grito ahogado por irónico que parezca ensordeció todo lo gritado. Mas mejor quedaba en tu pared colgado, pero gustaba mas pensarlo en otro lugar. Lo soñado.
¿Para qué?
Para ir y volver a destrozarme el alma.

"El odio me arrolló la razón..."

martes, 12 de abril de 2011

Soñado está

Vuelve a destrozarme el alma.
Vuelve a darme la razón, y te la llevas.
No me comas. Con mis piedras haces tu preciosa pared.
Y para no dormir, con este mundanal silencio, nos vamos a soñar con nuestros sueños de locos a otro lugar.
Pintado sobre lienzos de piel, un acustico a tu corazón para resonar con éste.
Otro dia, la misma mierda, la misma droga, la misma basura. Elige un camino, a ciegas, siempre será el correcto para ti. Las consecuencias son estelas pintadas a fuego en tu piel, secas de tanto esperar.
Nada mas despertar del sueño, me abro el pecho y dejo salir lo que queria escapar: un grito ahogado por irónico que parezca ensordeció todo lo gritado. Mas mejor quedaba en tu pared colgado, pero gustaba mas pensarlo en otro lugar. Lo soñado.

jueves, 7 de abril de 2011

Me gusta como escribes.

No me ofrezcas la posibilidad de crear un mundo en el que no caben soles, rotos por el tiempo, ni en el que caben almas vacias y sin ganas.
Para ser exactos, rondabas mi cabeza cuando un mundo caía para dejar paso a uno nuevo. Pasabas por ahí, como quien quiere la cosa, para tomar asiento VIP y ser el primero en observar como las almas rotas caían rodando escalera abajo. De un mundo hecho de cristal, transparente y claro como el agua, puro como un sentimiento, un mundo lleno de calor, lleno de las cosas que salen al hablar de él.
Esta tarde tuve un sueño. Claro. Transparente. Pero oscuro. Mentiría si dijese que me levanté nada más despertar. Tumbado en mi cama...
Me levanto. Me hincho. Me veía como un extraño sin nada que decir, con todo gritado, frente al espejo. Era simple la idea pero estaba escrito en idioma de lágrimas. Yo no queria sentir tristeza, por lo que comencé a caminar sin saber a donde ir. ¿A dónde huir? Las sombras me persiguen. Se reflejaba en el espejo pero se veía invisible, como una metáfora sin ilusion de ser más allá de lo real. No pude evitar darme cuenta de que aguaceros caían ojoabajo en son de no encontrar canción que me refugiase bajo un techo inexistentemente sentido. Porque las mejores canciones siempre llegan al alma, ahí. Y tu partitura de latidos me ataba en un mástil a escuchar sirenas, con tentación de adentrarme en un mar de lágrimas cristalizadas.
Siempre quise desafiar la realidad, por eso me refugiaba, pero bajo un techo inexistente poco cobijo hallaba. Intentaba evitar los puntiagudos lazos que me ataban a la enredadera en muros, en El Muro. Escalaba. Subo peldaños, me lanzaba a un fuego congelado con alma de Fénix que deseaba mandar a la mierda la razón y vivir por sentir. "Yo quería sentir la vida". Tocaba la perfección en notas de piano. Caminando sobre tiburones. Exprimiendo la mente, zumo de razón. Abriéndome el pecho para dejar salir algo mejor que lo que narra historias sin final. Enredaderas en mi cuerpo.
¡¡Alto, alto, alto, alto!!
Pero no me paraba a pensar que, ¿para qué pensar?.

viernes, 1 de abril de 2011

Tres días duró la madrugada.

Me juzgaran quizas por mis errores.
En este momento, deberías estar aqui, sintiendo mi rabia. Nunca volverá a ser la misma.
Pero se empeña el momento en hacer de él un nudo en la noche. Un nudo al sueño.
Si esperaba algo mejor no lo hizo notar. No pretendía asombrar.
Si queria una noche de colores soñando a ojo abierto no le hizo notar su temor. Se que estas triste, pero aun asi se va. La segunda vez que caes por gusto al sufrimiento de caer.
Quizás lo estaba soñando igualmente no le importaba. Tenia furia bajo los parpados y quemaba todo lo que veia, lo hacia cenizas por sueños secretos, que se alejan del interior, por gusto al sufrimiento. Por gusto del tiempo, de salir cuando más lo necesito para levantarme del sufrimiento.
Aun asi se va. Lo dejas atrás por segunda vez que lo odias, de nuevo me veo aquí tumbado bajo el espeso sueño que me abruma.
Aun asi se irá, es tarde y probablemente ya se haya marchado.
Quiso subir al cielo para ver, pero tuvo que bajar al infierno para poder entender como un sueño turbio puede aclarar una madrugada. Al fin y al cabo soñaba, con furia bajo los parpados soñaba que podia volar al ritmo del viento. Pero mordía, sangraba y abandonaba.
Aún asi se marcha, con sangre en los nudillos, por el mero deseo de evitar caer.
¿Qué nos impide ver dentro de ti y dentro de mi? Los dias anteriores fueron como un agua clara, como un sentimiento.
Aun asi se marchan todos los sueños, "que pena da despertar".
Pero me juzgaran solo por mis errores, no vieron la pureza que de tus ojos salía.
Tres días de placer, deseos, tres días por compartir a solas.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Respirar.

Siempre me llamó la atención las veces que habré respirado a lo largo de mi diecisieteañera vida.
Inventé maneras de contarlas, la que más gracia me hacía era contar el número de veces por minuto, sacar el tanto de veces por hora, después por días, y diecisiete años. Nunca me atreví a hacerlo por miedo de averiguar un número irreal, las veces que me quedé sin aliento son irremediablemente incalculables. No me malinterpretes, no pretendo asombrar.
¿Qué esperabas? Una respiración lenta, pausada. Como meditar, como escribir como comiédose el papel. Respirar.
¿Qué más dá? Nos llevará a un mundo de números y letras, nos llevará...
Pero volveremos para seguir respirando, seguir sumando y sumando veces que esperas quedarte sin aliento. Así quizás puedas comprender la realidad, la diferencia. No es un porcentaje, nos llevará. Esperas llegar, pero temes marchar. Quieres marchar, y temes quedarte. Temes marchar, temes quedarte, por deseo de permanecer un segundo más, respirando, o sin respirar, esperando estar contemplando un amanecer, saboreando unos labios, chocando una piel, mirando una mirada, respirando, ahogando... esperando estar. ¿Dónde? aquí, ahora, frente a un espejo que no dice más que verdades miedicas, no refleja mas que miedos ciertamente puros como nadar entre tiburones. Están en el mar, al igual que los sentimientos, están en el mar.
Sin embargo yo sólo quiero respirar, ahogadamente, por deseo de estar. Por miedo de estar.
Te hablo a ti, ego, no finjas que no me escuchas...
Era un cúmulo de pasión, un éxtasis descomunal, el placer de estar a tu piel.
El placer de estarnos en la piel.
"Se querían, sabedlo"


Como iba diciendo...

martes, 22 de marzo de 2011

Oh

Sácalo, mátalo, échalo por la ventana.
Sácalo de los pelos.
Sácalo del corazón.
I will miss you.
Fuera soles fuera amaneceres.
El Rompedor.
Me golpea por dentro, me patea en los huevos, en el ego, en los ojos.
Me sangra la boca, me sangran las cejas, me sangran los oídos.
Arriba, recoge tu mierda.
Ten los cojones cuadrados, ten los ojos cerrados, la sangre fría.
Portazo en la cara.
Portazo por dentro.
El Rompedor de metáforas.
Un diario abierto, el final.
El principio, el príncipe.
El lobo, las fauces sangrantes.
Tu carne. Tu sangre.
No te atreves, no te atreves.
¿Mentira?
Verdad, no te atreves, no te atreves.
Soy mármol, fuerte como él.
Portazo en la cara.
Fuera, con el amor que me das.
Dentro, con el odio que entra.
Sal en las heridas.
Déjame volver, déjame marchar.
No mires el espejo.
Seré bueno, prometo ser bueno.
Ayúdame al vacío, ayúdame.
Lobo, tú aullas yo me muerdo.
Tu sangre, yo sangro.
Pero yo lloro, tu aullas.
¿A quién?
Al amanecer, por sangrar, tu muerdes.
Lobo.
Te mantengo alejado.
Pero me va a morder de todas formas.
Ojalá te levantaras, ojalá te alzaras.
Ojalá me alzara, ojalá me levantara.
Pero me va a morder de todas formas.
¿Quién soy para quejarme?
¿Quiénes somos para quejarnos?
Ahora yo soy el lobo.
Por eso me voy, alejado de la puerta, pero morderé de todas formas.

viernes, 18 de marzo de 2011

Te escondes bajo el bronce huyéndo de ser esculpido.

Podrías haber desvaciado el bronce para dejar ver tus sentimientos. Podrías, bajo tu espeso orgullo de incondicional aficionado al misterio, apagar cada luz que quema mis ojos por el sol que se apaga.
El Pensador, te llamaba así por llamarte de alguna manera, sólo quería dejar de pensar un día para ponerse a sentir. El Sentidor, por llamarme de la mejor manera, te quería debajo de mi piel con molde perdido, sin perder la confianza.
Me derrito, me consumo, me vuelvo a derretir para consumir cada indicio de esperanza, marchita, de volver a tus quehaceres. Quiero volver y que vuelvas a iluminar los amaneceres con tu amanecer, yo quiero que me queme tu sol.
Soy un egoista, soy un descarado eterno e impaciente sentidor que queria pensar, solo para poder ver a tu manera los nuevos días y dejar alguno de mirar atrás y aprender a construir su biografía. Manual para marcharse sin mirar atrás, sin mirar alrededor en busca del sol, yo quiero sentir la vida.

Sin embargo, te echo de menos mas de lo que se y puedo soportar. Me gustaría que algun día leyeses esto, aun que fuese complicado de desvaciar, por el mero ego de que seas consciente que cualquier indicio de esperanza no marchita vive aquí, esperándote, esperanzada.
Yo, sin embargo, destrozo el mármol en busca del vacío, tal vez así pueda comprender...

martes, 8 de marzo de 2011

Demasiado alegre para este despertar.

Tú deseabas la necesidad de saber si mi ser era plenamente tuyo en la fría noche, yo quería mis manos en tu espalda. Yo quería reírme de mi y tú querías reírte de ti.
Así hicimos la noche, de esa manera nos fumamos los prejuicios para desatar un animal encadenado durante una eternidad. Con fauces demoledoras, rompió las rejas de mi ventana y nos dejó marchar.
Lejos del mundanal ruido, a otra ciudad, a otra ciudad de nuevo, a un verano donde nos lleven los pies.
Nunca deseamos olvidar la necesidad, no sería menos hoy.

La música fluía, el humo condensaba la habitación. No eran manos, eran locas manos. No eran ojos, eran locos ojos, eran locos cuerpos eran manos locas que más allá de los ojos miraban y tocaban, ver para creer, pero nos gustaba meter el dedo en la llaga para saber si era de verdad.
Era el sol en tus ojos. Me quemaba, la expresión iluminada y ardiente marcó a fuego la llaga. Ahora sentirla en carne era placer por el dolor. Era un masoquismo soportado a fuego, porque latía al descompás de tu ausencia, evitando forjar rejas que separen carne de manos locas.
Ya es hora de despertar.

jueves, 3 de marzo de 2011

Algo más que me haga temblar.

No, no lo hice.
Me quedé rompiendo huesos con un cincel, esculpiéndome al gusto para no recaer en el vicio de martirizar cada madrugada.
Fue un instante antes. Stairway to Heaven era solo el principio.
Mientras sacudía mi ego, venían de la mitad de la historia notas de armónica que invadían mi pequeño corazón, en busca de una partitura donde encajar. Eran sonrisas apagadas, como si en un intento suicida quisieran venir a calmar esta tormenta, sacudiendo mi ego en busca de una paz hecha de mis huesos.
Rápidas como una bala en la nada, sin nada que atravesar, hasta que caen por su propio peso mis razones para tener miedo de algo que no existe ni siquiera en la oscuridad. Suben y bajan como miedos del día, como miedos de la noche. Como secretos de dormitorio que solo las cuatro paredes susurran, susurran las tormentas.
Pero soy fuerte, como el mármol.

Entre letra y letra un beso te daría.

Mientras sacudía el polvo de su orgullo nacían imágenes
muertas
Imágenes de otros tiempos 
Golpes que mientras se golpeaba escribían cada dolor que sentía, lo escribía para sentirse mejor, aún a sabiendas de que era simplemente ego por ser mejor.
No estoy inspirado.
No estoy preparado, estoy ardiendo en un agua que me quema solo por haber rozado tu piel, estoy quemado de tanto sol y de tanto miedo. Estoy harto de estudiar.

Paseas por mi mente a tus anchas y nadas a lo largo de este corazón, me encanta que me jodas de esa manera. Como te quiero.
Te diría una y mil veces que no me canso de que me arda la nariz recién agujereada por darte un beso, si son tus labios los que captan toda la atención de mi cuerpo. Abandona el dolor mi dolor para adentrarse en un mundo subacuático de bestias voladoras, como pájaros en mi mente.
Como pájaros nacen de tus labios un aleteo que invade mi estómago, me hace sudar y sudar del calor.
Debería volver a ponerme a estudiar.

viernes, 25 de febrero de 2011

Pray for me.

Se reflejaba en el espejo,



sin embargo es invisible.
Aprenderá a no volver a ser visto, porque ahora eres invisible. Tan dulce cuando llora sangre que nadie puede ver, porque ahora es invisible. ¿No puedes ver?
Comiendo sesos como huracanes, rompe sus piernas como cristales en la oscuridad. Como balas de la miseria, son daños a no queda nada por ver. No queda por dar, no queda por regalar, por brindar. Se empapó en alcohol y respiró aires de colores, hasta que fue invisible.
Ahora no tienes secretos. Puedes usar esos cristales para rajar cada una de tus venas para rajar cada una de tus mentiras y hacerlas miseria, pero sin ser visto. Puedes calmar sus balas aprendiendo a esquivarlas, te pones frente a ellas para superar la miseria conociéndola primero. Porque eres invisible.

Se hizo caso y abandonó sus ganas de sufrir. No veía porque lo que sentía no le mejoraba, lo que veía le hacía sentir deforme, del revés, se escondía porque era demasiado visible ante lo común. Los muertos de vida, y en vida.
Entra en un mundo demasiado grande, donde nadie puede verle. Se alegra y llora por ser así, se convierte en aire para mentalizarse de lo cerca que nada del amor. Porque es demasiado blando como para correr delante de él. Al fin y al cabo es invisible... nadie puede herirle.
A no ser que seas una bala en la luz, cayendo a mi lado como el sol destrozando mis ganas de seguir. Pero sigue intentado hacerse a la idea de que no pueden herirle, porque es demasiado blando.
Yo se que es fuerte, porque el se hizo asi, blando pero resistente. Es un gato, nada libre por mares, sin miedo.

Psicodelicamente ido. Se ha consumido y ha expirado, dentro de la abundancia de su ser. Cruces cruzan su quijotera, son mas y menos dulces. Como un haz de luz en la oscuridad, te quema por tu entorno y te hace más fuerte.
Si has sido un mal, un tumor en tu carne, mejor cierra los ojos y déjate ver por dentro. Ahora eres invisible, eres carne y eres aire. La oscuridad hizo de la luz un leve momento de calor, volviendo al frío que la noche transmitía. Aún así quemaba tu ausencia.
Aún así necesitaba esa luz, no quería música que apaciguara a las fieras que llevaba dentro puesto que la noche le cantaba a los cuatro vientos sus penas, le interpretaba el Requiem de Mozart despertando su piel de gallina. Le mataba a golpe de calentón y a golpe de calor en el frío, así que quemaba el doble. Pero le gustaba, le hacía sentir vivo... aunque le disgustaba el metodo de continuar respirando. Era subir y bajar, subir y bajar, quedarse y marcharse. Volver, reír, llorar, subir, bajar, y quedarse. Lloraba porque lo necesitaba, aunque no derramase lágrima alguna (lo invisible no llora, no tiene por donde hacerlo).
Yo era la luz, la oscuridad, y el aire.

martes, 15 de febrero de 2011

Quien fuera cuchillo para cortar su cuello.

Será agua que baja por su garganta, como un rayo, electrocutando todo a su alrededor.
Le escocerá como lobo que lame sus llagas, sus heridas manchadas por el tiempo. Sus aullidos derrotados, agotados, malcriados por la soledad. Tenía miedo a andar solo y acabó devorado por sus feroces mandíbulas. El miedo le consumió, hizo de él un amor hecho pedazos de carne, sin alma. El miedo le absorbió.
Pero no se fue para no volver, no quería no estar vivo para verse renacer.
Sufría pero no lloraba. Será que por fuera llovía más de lo normal. Será agua que bajaba por su garganta, como un rayo, electrocutando todo a su alrededor. Le hubiese gustado venir a ayudar, pero dijo que el mar podría electrocutarnos a todos en un principio.
Para en el final no ser más que restos de carne frita.

Soy aquel que un dia se ocultó para no sufrir con su reflejo, aquel que frente a sí mismo no hacía más que temblar, para de cara a la realidad haber agotado ese terrible miedo a los tiburones y poder sonreir sin peligro. Eso sí, sin enseñar los dientes.
Ese era el muchacho del pelo rizado, que hablaba a solas por las noches disfrutando de la maravillosa compañía que el viento le brindaba, pues me hacía más invisible ante lo que no veo, me hacia visible frente a un momento de debilidad. Ese viento que sopla y sopla por mi cabeza, que hace huracanes y provoca maremotos que nunca desearías contemplar. O lo harías para deleitarte con la belleza del mar, con el reflejo del sol en sus carnes.
Jamás me tomes por un simple peluche agarrado a su infancia, agarrada ésta a su corazón por evitar crecer. Le hacía sudar, le hacía mimar cada segundo aprovechando que el tiburón no rondaba sus mares.
Le hacía feliz, le hacía mirar tras su fuerte espalda de enredaderas cruzadas para sonreir ante el muchacho del segundo pasado, que perdía el momento temblando y sudando, deseaba ser más alto y fuerte, deseaba no cavar en su pecho, deseaba notar esa mirada desnudando su piel.

Es más que un simple loco con la cabeza jodidamente ordenada, con las ideas muy claras sobre lo que aún no ha sabido, sabe y sabrá. Es toda su pasión, toda la belleza que nunca sabrás atrapar ni saborear. Es toda la fuerza que en 51 kg de peso reventaba sus topes y contagiaba su alma.
Es la furia, el miedo, la destrucción. Es saber marchar sin mirar atrás, es desapegarse de todo lo pasado, sacado ya su jugo futurista. Es fue, es y será.

Quien fuera cuchillo para cortar su cuello, quien fuera valiente y separaría infierno de cielo. Quién estaría tan cuerdo como para romper el cromatismo entre siempre y jamás, pues hay que estar muy loco para atreverse a vivir.

sábado, 5 de febrero de 2011

Vuelven a salir chorros de la naturaleza.

Con tus manos en mi pecho, mirando la piel con la piel, mimando lo que sentimos por lo que odiamos. Tocando nuestras miradas. Sintiendo tu calor como nuestro mayor pecado.
Son los latidos, el concierto favorito; cuando arde, en mil besos, nuestro pecado. Cuando arde al ver tus ojos clavados en mi piel.
Llegó en Diciembre con todo el calor de la pasión que bajo su piel se esconde.
Con tus manos en mi pecho, nadando entre pasiones de cristal que por dentro dejan ver y se dejan comer. Transparentes, sus más oscuras y lujuriosas entrañas están hechas de nuestro amor.
Se desatan como fieras cuando tu piel roza la mía.

Romper los cristales de pasión a golpe de calentón.
Amor y destrucción a la noche, a la carta, en bandeja de cama.
El vaho de los cristales nunca fue tan espeso... emanan como chorros en la naturaleza.
The great gig in the sky, su canto celestial nos quita la piel a tiras, para desear más adentro como si quisiera en una destrucción pasional entrelazarse hasta que enredaderas suban por mi espalda.

...but everybody hurts, someday.



Making of:



miércoles, 2 de febrero de 2011

Por renacer.

Se vuelve loco con pensar que podemos volver a la misma mierda que tanto daño hizo.
Todo el mundo que vivo pasa frente a mi, volando y cortando, cortando y lo que vuela hace mas daño que mil huracanes de felicidad deshechos. Deshechos, de esos que al recordar su paso hacen lagrimear. Todo el mundo que hemos vivido pasa tras nosotros, y nos va a joder la vida.
You don't care about how I feel, and I don't feel it anymore.
Silencio y mierda, sudor y lágrimas.
"Mírame, mírate, míranos, siente como ellos, piensa como ellos, muere como el ayer, poco a poco, te vas, para volver."

Silencio, amigo mío, la oportunidad pasa a nuestro lado riendo como un niño pequeño. Que se va, para volver, o eso espero.
Me voy, te vas, aún no hemos vuelto. Cierto es que no debo atreverme a afirmarlo, puesto que sigo viendo la mierda y escuchando el mismo silencio.
Por renacer, todo sea por renacer. Primero hay que morir, que morirmos, que nos vamos.
Para volver, conmigo y contigo. Amigo.

domingo, 30 de enero de 2011

La aurora.

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.


Federico García Lorca.

martes, 25 de enero de 2011

Él solo quería jugar pero acabó adicto al fuego.

Le gustaba oír el crujir de la madera al quemarse. Disfrutaba viendo el cambio que sufría la llama. No se cansaba de hacerla crecer.
Lo que no sabía es que acabaría adicto a ese placer; ahora ves la luz.
"¡¿Dónde está su diario?!" pensaba el fuego.
"¡¿Dónde está mi pasión?!" susurraban sus labios. Mejor cierra los ojos, creaba la imaginación al compás que se destruía.
Me hacía más grande desde la miseria, desde la lágrima, desde que me quedan más ganas de gritar y crecer. Me hacía pequeño a medida que se apagaba el estruendoso ruido que hacían esas llamas.
Sería luego lo que llamaría amor, lo que denominaría odio y lo que sentiría como miedo.
Aún sabiendo que nació del fuego, no se paró a pensar por un momento un pensamiento. Se olvido de existir, se olvido de quemar y se acordó de lo que se sentía al no sentir nada.
Aún sabiendo que moriría en el fuego.

Para los grandes errores.
But there's no sound coming from his throat.
Entendió lo que jugar con fuego significa cuando notó por primera vez su quemar, su amor, su propio ego hecho materia. Nació de él, vivió consigo mismo y morirá por él. Será su ego quien le propulsará como mentos en la coca-cola hacia la dimensión que se merece, hacia donde gritan los tiburones, donde notas de piano calman su ferocidad, donde el amor y el odio nadan de la mano.
Donde él es él, y él es vivir.



jueves, 20 de enero de 2011

Ellas.

http://www.youtube.com/watch?v=hI3_pKnFzw4
http://www.youtube.com/watch?v=oBzPKSGwHFg&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=XzvfjACokOs&feature=related

miércoles, 19 de enero de 2011

Es algo que nunca entenderé

Todo el fuego que huyó del corazón, ¿dónde ardió -mi pasión-?
En mí. Cielo azul. Infierno anaranjado.
(¡Qué bien te sienta ese color!)
En ti, nosotros dejamos de lado el miedo para así poder asumir todo lo que un día nos costó mirar a los ojos. Dejamos de lado el miedo para mirarle a los ojos, así me recordará por siempre como aquel que no temió a sus mandíbulas, no se asustó del mar, y miró a los ojos a los sentimientos que en su fuego se quemaban.
En tu silencio habita el mío, allí donde gritan los corazones en busca de refugio. Refugio que encontraron en si mismos. Por dentro no encuentro más que cenizas.

¿Te atreverías a cambiar el infierno del nosotros por la singularidad del yo? Qué sería del plural sin el cielo que junto a las llamas vuelan.
Y aún así, no paro de lamentarme. El cielo por el infierno, el azul por la temeridad y la rabia.
Lo hicimos otra vez, caímos llama a llama hasta topar con nosotros.
Somos, que estamos locos.
Soy; soy infierno y soy cielo, somos plural. Me alegra saber que puedo contar conmigo para hablar de dolor. Me agrada poder correr sobre el suelo donde un día habitaron tiburones, camino que el amor forjó con la alegría.
Como desearía poder navegar sin temor, sin viento. Como desearía poder contar contigo para esto.
Siempre que entremos en aguas turbulentas avísame. Que más dá, allí no nos ilumina el sol, por que el amanecer se cansa siempre pronto. La sombra siempre se come a la luz en esas aguas.
Así entra una maldición,
¿qué hay que maldecir?
Que hay que caminar, que hay que sobrevolar y bucear. Más allá de lo mental en puro sentimiento.
No quiere el sol sufrir, tampoco ser valiente, por eso mira a los ojos. Su libertad depende de las normas, está tejida en carne, haciendo de él una débil presa de las aguas. Pero aún no teme, por que está ardiendo en carne.

Azul y naranja, siempre serán mis colores favoritos.
¿Sabes por qué? Porque son complementarios.

lunes, 10 de enero de 2011

Otra vez, vuelvo a arder.

Hemos visto caer el amanecer, he caído ante él.
¿Hemos?
Has visto la oscuridad avalanzandose sobre tu niebla, te dejaste por el camino tu luz y ahora andas como el futuro, a ciegas. Ahora te quedas en el recuerdo de lo que pudo haber ocurrido, imaginando ciegamente lo que desearías que hubiese ocurrido, a ciegas. Por algo estamos locos, para imaginar. Para vivir.
Hay que estar muy loco para atreverse vivir.
Y dentro del fuego el agobio nace en cantidades industriales. Igual que el caer para levantarse, la esperanza que me das no tiene nombre. Llámala corazón. Bailando con el diablo, quema más que mil mares. Como me gusta esta mierda..
Cae fina la lluvia, sana lo que la mente se empeña en llevarse volando, como es el amor. Ciego de la locura, me creí lo suficientemente valiente como para abrir la ventana y volver a atreverme. Con los ojos del miedo, cerré lo que quedaba de razón y las sábanas atraparon lo demás.

Es volver a rezar, volver a desconfiar, volver a tener una fe ciega en el corazón. Esperanza. Esperanzado en que sea lo suficientemente valiente como para sentir las sábanas.
Que no, que me quedo, que me quedo...
que aún no entiendo todo lo que escribo, aún me cuesta buscar símbolos que acorten mi palabrería. Aún me quedan ganas, las que tú me das, amor mío.
No quiero parar, no quiero detener la crecida ni frenar la locura, no quiero ver ni dejar de hacerlo. Que estamos locos, estamos ciegos de la locura.
Y es la locura lo único que me permite ver la realidad como la pinto, como la escribo, y como la siento.

Otra vez, vuelvo a arder. Consumiendome lento, a fuego lento. Como me gusta verme ardiendo, pero más me gusta tu infierno. Pero más me gusta el nuestro.
Otra vez vuelvo a caer, a caer rodando por cada empeño que levanté día a día, ciego de la locura o con los ojos del miedo; avancé, y es lo que me queda. Avanzar. Ciego de la locura, con extra de miedo.

miércoles, 5 de enero de 2011

¿Miedo yo (soy el miedo)?

¿Te crujen por dentro?
Es sano merodear por mi odio. Me hace más fuerte ante lo que no se ve y muerde, más tiburón ante lo que brilla y acaricia.
Me vuelves, me vuelvo loco, me haces compás de un latido que calla latidos, me haces complice de lo que no vemos.
¡Silencio!
Vuelvo a volver, que me fuí para morder.
Dame egoísmo, dame dar, rómpeme que me hicieron de cristal. Me gustas por que te muerdo y por dentro hay odio.
¿Locura, vida? Oh cállate, que se vuelve invisible el aire cuando soplas.
Mente a un lugar, piensa como ellos, siente como ellos, mira alrededor por ellos. Son preciosos, te romperán el alma si los acaricias un poco más. Así está mejor.
Son malditos, me nublan y me despejan lo que no se ve, me hacen más fuerte ante lo que buscan.
Buscame, encuentrame, te dejo mirarte y romperte de amor, amor. Amor.
Con las ganas, las ganas, oh cállate, que se restaura el aire si lo mimas.
Dame amor.
Dame locura, dame vida.
Dame pasión, odio, caracter, metáfora, dame respirár invisibilidad.
Dame ganas de mirar al miedo y decirle miedica.

Me arranco la voz para escucharla de cerca, que te espero desnudo bajo el manzano. Por dentro hay lo que no se ve, ¿pero acaso no soy yo el que nada desnudo en mis mares? Soy el que me muerde, soy el que se deja morder y la víctima de la pasión, que es la adrenalina.

martes, 28 de diciembre de 2010

Yo mismo te encontré. Tú me dejaste encontrarte.

Hasta que estemos muertos.
Está escrito en sangre, sangre azul que lágrima a lágrima cae deslizando por el cielo.
He amado y he perdido. He sangrado escribiendo, he escrito con sangre lo que amé un día.
He dolido con amor lo que ese día rompimos, te he encontrado, nos hemos quedado. Aquí estamos.
Hasta que estemos muertos, hasta que rompamos lo que amamos.
Dormí sin soñar, que cerré los ojos, pero nada más. Sin entender lo que pasaba por mi mente, menos aún lo que el corazón sangraba. Más hardcore de lo que esperaba, me emociona el olor que desprendemos, ese que nos encierra en el cielo, hasta que estemos muertos.

Glorioso sacrificio, el cielo te restauró en vida. Ven conmigo, a través del odio, del miedo y del agua. Claro, como el agua. ¿Qué hay de emoción? Lo extraño...
Es una sonrisa dentro de una mirada, una mirada dentro del mar, un lugar dentro del corazón. Lento. Extraño, como el amor.
Para tí y para mí, sumergidos sin principio. Somos, que estamos locos.
Que hay miedo, odio, y rarezas, que estamos dentro del amor mordiéndonos el miedo. Sacándole el jugo, sangrándole las ganas.
Comiéndonos, pero si no... ¿dónde estaría la emoción?
Estaría seco el mar, sería arena... ¿donde estaría la emoción? En lo claro... lo extraño mola más.
Dentro del infierno, dime, miramos la manera de mirarnos, contemplando la locura de frente. Que estamos haciéndolo bien, esto me motiva, ¡oh, glorioso sacrificio!.
Necesitas a alguien que te ayude a sumergirte, que necesito alguien que me rompa los huesos debajo del agua, que me ayude a temblar de amor sonriéndole al miedo. De frente, tiburón, dulce y glorioso sacrificio.

Sin miedo no habria emoción, estamos en ello, estamos comiéndonos con los dientes el alma.
Estamos dulcemente apaciguados esperando a llegar a lo mas hondo de este mar, dulcemente glorificados esperando llegar al centro de nuestro corazón.
Hasta que estemos muertos, hasta que sacrifiquemos nuestro cuerpo en busca de aquel miedo que me brindó las ganas de seguir, las ganas de encontrarte y lo más importante, las ganas.
Las ganas que tengo, que te tengo, que me tienes, las ganas que le gané en la partida de borrachos de barra del mar a la soledad; infierno, que me quemas mas que mil infiernos. Pero no evaporas este mar...

Me encanta la manera en la que me enciendes, me prendes, me dejas, me atas y me consumes, lento. Lento, hirviéndo la sangre.
Son las ganas, son aquellas maneras de mirar al Madman haciéndole ver al dueño del garito, ¿quién se atreve a hacer rechinar los dientes? Solo el tiburón merece el premio...

sábado, 25 de diciembre de 2010

Todas las noches que escaparon del fuego...

De esta noche no me muevo hasta que estemos cerca.
Estamos quietos, mi cuerpo te espera a besos, mi corazón te derrité a fuego lento.
De esta madrugada caemos hasta que estemos cuerdos, subimos hasta que la locura nos haga sentirnos mejor.
No fumamos, pero nos consumimos lento como el OCB, corazón a corazón... que yo también me derrito cuando te acercas. Labio a labio nos hayamos bajo esta parada de autobús, esperando que la noche se alejase al fin del fuego. Las manos deslizan junto a la lluvia por el mundo de tus caderas, donde llueve más que aqui fuera.
Deberías ser ilegal, vas en contra de mi tensión, por lento que ardamos latimos rápido.
Te espero, pues, aqui tumbado, contando minutos que quedan para que desaparezcamos. Nos metemos en la lluvia de fondo, ¿qué queda?, sentir el fuego calentando nuestra piel.

No se quien me calienta más, si ese fuego o tú, entera. Menos aún la lluvia caliente que tras pasar por nosotros sale disparada en forma de emociones ardientes. Llámalo amor, llámalo odio al odio, o miedo al miedo.
Calor, sube por las venas hasta inundar este simple cuerpo de masa muscular y huesos. Malqueridos huesos, rompiendose contra el suelo.
Malodiados somos, y así de amados nos sentimos.

Todas las noches que escaparon del fuego, que hayaron su refugio en nuestro cuerpo, donde el infierno reina a traición, susurrándoles el requiem a aquellas que buscaban la paz.
En nosotros encontraron la guerra.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Tenemos que seguir, tenemos que conseguir...

¡Que se cae la luna a pedazos!
Desde el palacio más recóndito, vimos al angel que nos guiaba. Ciegos de la locura, saltamos sobre el acantilado hasta el mar.
Chocamos.
Esperabas un amor de película, lo espero cielo; te deseo, deséame a grito sarcástico, duéleme en lo más profundo del dolor. Y haz lo mismo para quedarte, pero del revés.
Siéntete en lo más profundo de la ceguera, que choquen nuestros amores.
Que retumbre el hielo, que sople el corazón sin que nunca haya tenido amor. Y que renazca el comernos el alma.
Al dia siguiente del crash, ni mucho menos pensabamos que el sol saldría por donde quisiesemos.
Siempre seremos nuestro angel.

Más de un montón.

¡Eh tú!
Alli fuera hace frio, nochebuena y frio polar de ese que te congela los sentidos.
¿Por que lloras?. ¿Te gusta ver tu lagrima congelada guardando tu dolor hasta que el calor del amor la derrita? Sonríeme, sabes que estaremos unidos por siempre.
Te quisiste ir, te quise quedar. Te quedaste. Mi igual.
Mi yo, me quedo para sonreir con tus ojos amarillos a la lágrima de dolor.
Me quedo por ti, me quedo por mi.
Jugar con los pronombres y saltarse la noche que cae sobre nosotros. Frio polar.
Estaré(mos) por ti.
Mas de mucho, que somos uno. Juntos seguimos, divididos caemos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Perteneces a este corazón, amigo mío.

Has vuelto.
He vuelto.
Podría hasta afirmar que hemos vuelto, pero sería demasiado atrevido. Los segundos sucios desgastaron nuestra amistad, pero estoy -y sé que tú también lo estás- dispuesto a pulir estas sonrisas hasta que sea lo mismo que el calor del verano presenció.
Sabes que cuando te abrazo matas el dolor, sabes que matas el dolor, sabes que aprendí contigo a sentir la mente, sabes que matas el dolor.

Has vuelto, y he vuelto. Volví a sonreir de camino a casa, cantando y corriendo y saltanto y jugando con la lluvia, de camino a casa. De camino a la noche oscura en la que tú iluminas con ese resplandor que (me) transmites.
Matas el dolor.
Lo sabes.

sábado, 18 de diciembre de 2010

(Tú) orgullo.

Tal vez sea yo, tal vez te hayas rendido ya... tal vez será que por fuera no para de llover y dentro retumba el corazón a causa de los rayos que de cara a la realidad matan cada segundo. Los matan por que... ¿qué queda?. ¿Respirar?
Será la misma mierda sin que tú sostengas la respiración y mantengas las ganas de seguir.
Marcharemos en un futuro lejano, tardío y lleno de mierda del ayer, la mierda del segundo en el que dijiste (y contesté) adiós. Adiós, espero volver a verte cuanto antes.
El cuanto antes fueron más segundos de lo esperado. La policia me arrestó por Síndrome de Diógenes y ahora espero a que se marche la basura del corazón.

Ven. Te suplico, te reclamo, te añoro, te necesito. Tú más que nadie sabes lo asquerosamente depentiente que puedo llegar a ser.
Por más gato que me crea...

Es un momento de soledad, cuando parece que esto vuelve a ser rabia otra vez, no es más rabia que mañana, que mañana será la indigestión del alma. El atraganto del corazón y la transformación de mis letras en nostalgia.
Las guardo como el mejor tesoro de la nada que me queda, que me das y que es todo lo que tengo.
¿No vas a pelear por el sol? Se escapará de tanto desear la luna... y tendré que olvidar mi esperanza para dejarte marchar.
Pero no sin antes decirte que te echaré de menos, que no me di por vencido, que aun quedan huesos por romper. Te dejo los martillos que necesites y la medicina que me cure. Te dejo el control para marchar y volver.
Vuelve, pues.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Tu proteges el fuego. Ahora toca dormir en él.

Todo duerme menos las ganas de gritar.
La ira que descansa soñando la paz que tus ojos me mienten, que tu sonrisa me roba, y que tu garganta suplica. Suplica por nosotros.
Hasta que no estemos muertos, no sabran quien hemos sido.
Así que, ¿por qué no ir? Ir lejos, allí donde la voz se confunde con los alaridos que susurra el alma.
Dormida.
Despertar diabólico, con ganas de verte y sin manera de tenerte.
¿Por qué no ir? La fuerza para marchar y el miedo a llegar.
Pero es un sanguinario ilusionista, tenebroso a la luz del día y con los dedos rotos de escribir tu nombre.
Pero es un lamento vestido con una sonrisa, pintada en la cara, sin ganas de enterrar al muerto.
Pero yo te daré requiem, yo te daré sangrar por los labios.
Cielo, tú eres el infierno que conquista mi miedo, tu eres el tormento que le grita a la paz.
Infierno, que el señor se apiade de mi.

Pesadilla.
Miedo a volver a andar sobre tiburones, miedo al miedo. Terror del miedo que da cuerda al reloj de la valentía.
Pánico.
Odio y ganas de quererte, ganas de pillarte y no soltarte.
Y, ¿por qué tu pesadilla inunda mi sueño?
Por qué mis pesadillas se calman con tu mirada; dame mas droga, dame mas odio que haga mis venas arder.
Luchemos por nuestra conquista, que el sol es nuestro.
Que la noche no es más que nuestra oscuridad, que la luna es la que se besa con el anochecer.

¿Lo oyes? Es el latido del sol. Es el maldito tic-tac de mi corazón, marcando el compás de una noche esculpida por el frío, por la amargura y por la nostalgia.
Esto me va a herir más que a ti, pero no por eso abandonaré el turno de noche, no por mas miedo al miedo se retorcerán y arderán mas rápido las venas.
Me dan la destruccion y yo la adiccion. Me dan la mano y yo me hundo.
Soy la Niña, la Pinta, y la Santa María cruzando ahora este mar en busca de terrenos donde asentar mis ganas de encontrarte.
Pero mientras, devorémonos, empezando por el alma.

Será el pequeño secreto de Dios, y, de momento, del chico del pelo rizado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Estalló la guerra del corazón.

El amor estaba escondido, en unas miradas sin fondo.
Los besos, marchitos por el tiempo, esperaban el piel a piel. El mano a mano.
Esperaba este corazón a que tu sonrisa brillara y despertase en él lo que tiempo atrás se durmió.
Murió.
Se marchitó.
Y de la flor ida de olla renació el rojo de tus labios, el rojo que en ellos está pintado ahora.
De tus ojos, oscuros como el miedo a no despertar, pero brillantes como el día en el que se cruzaron nuestras respiraciones; de tus ojos, nació la esperanza que me brindan tus palabras a destiempo, antes de marchar a la guerra del sueño, para permitir así a la mente latir y al corazón soñar.
Para hacer que la sangre corra loca de pasión, ante tan esperado momento, ante la lejana ciudad del amor que dará cabida a tanto placer, a tantas caricias perdidas por la piel, a tantas miradas sin final.

El calor va y viene en forma de rodar entre las sábanas. El frio se apaga con el orgasmo del alma ante tal majestuosidad, que es tu cuerpo y su besar, que es mi amor y tu querer.
Ni las olas del mar me agitan con tanta intensidad, ni el viento soplando en derredor consigue mentalizarme tanto en ser positivo. Las ganas de ti nos unen de una manera brutal, como está unido el tiempo a las lágrimas y éstas a las sonrisas, como está unida la música a la letra, la pintura al lienzo, que somos tú y yo, en el principio de lo que puede ser la unión de un volcán con un huracán.

Que el infierno quema, pero no lo suficiente como para contemplarnos arder. La guerra que estalló en el interior nos traerá la paz para, una vez más, conducir este tanque hacia el despertar.
Que tú sabes que a mi la rendición siempre me sabe a poco...

martes, 23 de noviembre de 2010

Mírate y mírame...

¿Te dan miedo las alturas?
Quizás caigamos y choquemos con nuestro propio ego, cual 11-S, y nos duela en lo más profundo de nuestro espejo.




En la mas inmensa oscuridad, cuando solo tus palabras te iluminan y te delatan, cuando los accidentes solo encuentran pareja en ti, cuando los paisajes nos emocionan y los vemos arder.
Justo en ese momento, es en el que me paro en seco y te echo de menos. Cuando me asomo a la ventana, a la hora exacta, en el momento exacto, en el lugar indicado. Sin la persona adecuada.
Ahí, es cuando te echo de menos.
A los latidos sin ritmo... ya averiguaremos que está reconcomiendonos por dentro.

Oh, vanidad... espero que algún dia tu poder (sea de Dios, de Jesucristo o de Pepito Grillo) te haga entender que sin la ayuda de los demás no habrá esperanza para nosotros. Asique, dejate de tantos rodeos, que acabarán mareados los ojos del pecado.
Si pudiese encontrar la serenidad en estas palabras, si pudiese encontrar a Dios en estas miradas, si pudiese calmar este vacío que tu marcha dejó en mi corazón...
te lo prometo.

(¿Me ha mordido la lengua el gato?)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tú eres el octavo pecado capital.

¡Ha llegado la noche, pequeña polilla!, ¿no estás nerviosa?. Es tan especial... ¡LUCES! ¿¡Dónde se encuentra el técnico de sonido?! ¡Estos latidos van a estallar en cuanto se acerque la actriz principal! Vamos, vamos, no tengo toda la noche (para vosotros, queridos drugos, tengo cita a las doce y cuarto y ella me espera en la ducha). No me esperéis para cerrar, ¡ya caerá la luna por dónde quiera!
Caerán esta noche todos los telones junto a la luna y dejaremos ver la obra en todo su esplendor. Acumulaciones -de respiraciones flotando en el vaho de la ducha-.
Esas respiraciones -agitadas- que van y vienen, esos besos que viajan de boca a boca, de tu lengua a la mía, de mis manos a tu piel. Nunca el amor fue tan deslizante.
Marchaos, malditos tiburones... ¡no sangraré esta noche para vosotros!
Sin tabúes ni mierdas de esas, callarán todas las bocas que pronunciaron el Réquiem (incluida la mía) y dejarán paso a la bocanada de aire fresco que me llega de tus pulmones.
Bajo el agua de la ducha se romperá la vestimenta. Amor; desnudos no hay donde esconderlo.

Por más que el reloj se empeñó en romper el guión, sobrevivimos al cosquilleo y ahora mismo estás tumbada a mi lado en mi cama. El calor nos dejó ardiendo. Necesitarás algo mas que tu piel para andar sobre estas brasas...
Piel a piel se fueron los vendavales y llegaron los huracanes de pasión, los gritos de guerra en forma de arañazos en mi espalda.
Tú defiendes lo que yo protejo, así va el juego, yo protejo lo que tu guardas ahí dentro. Yo cuido y tú me apoyas, yo te quiero y juntos nos fundimos.

.. y ahora he mandado a la mierda la Biblia y los Diez Mandamientos.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Lo que nos une nos desune a mordiscos.

Nunca deseamos olvidar la necesidad.
Aullaban mientras los lobos tras la puerta, deseosos de morder esta carne.
Y bajo el manto de la oscuridad tus ojos delataban el amor, observaban por sus esquinas las lágrimas que de ellos huían.
Y aullaban los lobos tras el corazón.
Sonrisas afiladas.
Cortan los hilos de esta distancia, acuchillan los huesos al romperse y hacían resurgir el agua de esta fuente.
Nadaban mar adentro estos brazos a mariposa revoloteante en pleno estómago.
Pero no olvidamos el camino a casa ni la cortesía que debíamos a los aullantes, estrechamientos de labios y saludos educados a diestro y siniestro.
Menos mal que quedaban las manos que transforman el plomo en oro, transforman la carne en deseo y la flor de piel en pasión y sexo.
Y tú cerrabas los ojos, acunándome en esa mirada de transfondo, insertándome de lleno en pleno extrarradio del miedo.
Soñemos, derritamos los diamantes que hacen brillar esta melodía.
Tengo frio y mis ojos hambre. Hambre de recuerdos, hambre de no olvidar...
Dieta de no recordar la lujuria que un día nos separó: prométeme que no nos separarán los mordiscos ni los aullidos, ni las penas ni las sonrisas, prométeme que nos faltó el aire en esta condensación de humos. Prometido...
Barcazas a medianoche cruzaban tus mares, yo a la deriva aullando tras la puesta de sol que me desespera y me hace sentir el frío sin tus brazos; nena, ven y hazme temblar.
¿Alguna vez viste más allá de esto? Dulzura en forma de tarta y amargura en forma de disimulo, ¿para que fingir?
Si los ojos no fueron educados y se saltaron las normas, disfrutemos del polvo rápido que nos brinda este ascensor.

Dime que no se agotó la energía de este amanecer..

"Te echo de menos", decía mientras una lágrima huía de su interior debido a la pena que sentía.

¿Cómo pudieron cerrar los ojos ante tan maravilloso amanecer? Año atrás nacían dos amigos, año atrás nacía el apoyo que se brindaban. Pero aún no sabían que esto brillaría más que su misma metáfora.

Brillaría por siempre.

"Vuelve, te necesito. Me comería el orgullo una y mil veces, tragaría mis palabras con gusto, escucharía tu voz sin contestar con dolor, te abrazaría sin que me lo pidieses."

Y esto se hace muy duro, me sangran las heridas que tus huellas dejaron en mi corazón como si de múltiples mordiscos de tiburón se tratase.

"Te quiero, amigo mío. Nunca más dejaré escapar esta amistad, nunca más volveré a darte la espalda de esta manera."

Ni la música es capaz de calmar a esa fiera, ni el músico es capaz de calmarse a si mismo. No cesan las lágrimas, los temblores, la nostalgia, la mentira: la auto-mentira. No cesa el amor, menos aún el dolor.

Se hace pesada la lluvia, pero cae fina en el exterior, inundando el interior.

Vuelve.

Recién nos marchamos y ya te echo de menos.

Estas palabras se hacen insignificantes al lado del sentimiento, no valoran lo que esta amistad vale. Yo también tuve mis errores, yo también pequé de orgullo. Nos costará mantener tan grande amistad, nos costará sobrevivir a este diluvio, y caerá mas fina la lluvia tras el abrazo que nos debemos.

NO soy sin ti, me cuesta incluso imaginar un mañana si estás lejos.

Se que yo mismo lo afirmé hace tiempo... y que equivocado estaba.

"El tiempo y la distancia nos separará, y por mucho que nos valoremos acabaremos rotos".

Me siento como un jodido gilipollas al recordar esa tontería que solté, de veras que me siento como una mierda. E incluso, una mierda se sentiría mejo que yo ahora mismo.

Demasiados buitres negros... tu eres demasiado bueno para ellos.

Perdóname; perdonémonos.

"Perdónale.."

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pulsé el gatillo y ahora está muerta.

"Estás esperando un tren, que te llevará muy lejos. Sabes a donde quieres que te lleve, pero no a donde te va a llevar. Pero no te importa, por que..."
Por que el final feliz se lo comen los tiburones.

Y el Rock n' Roll retumba en el interior, hace crecer las olas del mar que llevas dentro.
Labios sellados, cerrados a cualquier lengua intrusa que pretenda romper el silencio esta noche.
Abiertos a cualquier corazón que quiera ser tragado. Abiertos a cualquier ilusión que busque cobijo.
No solo es necesario un "voy" tras un "ven", es más que eso.
Es el valor que necesito para cerrar los ojos mientras te beso y no asustarme por lo que no veo, es la fuerza que añoran mis manos para coger las tuyas y protegerlas de toda aspereza.
Es la potencia de mi voz, la furia de mis textos y el amor que en sus letras se esconde.
El poder de una mirada, la magnitud de estos temblores.

Casi no recuerdo esta torpe distracción, vino de repente oculta tras los últimos versos que te dediqué, tras las miradas fugaces y efímeras que duraron lo que tarda el otoño en llegar.
Pero, ¡todo bien!, siempre me gustó la manera en la que me miente la mente y el corazón se acelera al notar el jodido adiós.
¿Quién dijo que es fácil soportar el fuego? Por mucha agua que lleves dentro siempre quema...
Y es que cuesta respirar cuando estás volando al rededor, se traban las palabras y destrozan la lengua, destrozan y destrozan y clank clank clank hacen mis huesos...
¿Mala decisión? QUID PRO QUO my friend.
Me dolerá, me joderé, me humillaré, sangraré, dispararé y me iré. Nunca sabrás como tejen las arañas sus redes, nunca sabrás como sabe la miel de mis labios. Jamás probarás el néctar de mi amor, jamás disfrutarás el olor de mi cama, ni de mi cuello.
Sí, más lo siento yo, que lo veo nacer de mi piel. Se mezcla el odio con el amor que desprende el aire, crea la mezcla natural que te vengo a relatar. Es como una orden de derribo inminente, y la impotencia de ver tus sentimientos derrumbados por el miedo. Bocado a bocado arrancan cada célula de tu little body, convirtiendote en el tigre que nunca aprendió a morder.
Des-encajan todas las piezas de los rompecabezas que te inventé, que te diseñé a medida, que te relate a medianoche.
¿Dónde te deseaba? Ahora ya no importa, más corazones rozarán este amor, y más odio comerá gracias a ti.

Pensaba que este final era equívoco, no entendía cómo puede un ser derrochar suerte y desdicha por cada poro. No gano al poker, ni gano en el amor.
Pero gano otras cosas, más o menos importantes dentro de tu escala de valores; sinceramente me importa una mierda.
Adiós, adiós, que largo ha sido el camino, ¿verdad? Pero que corto se nos ha hecho...

...por que estaréis juntos"
Si te contase cada una de estas metáforas, saldrías huyendo por miedo al miedo, saldrías sin pelo de los nervios y sin uñas. Saldrías victoriosa pero con el estandarte quemado, no reconocerías ni mis ojos. Como ya dije en este Diario, odio hacer de comadrón en el parto del pesimismo.
Pero nació bajo mi sombra a la vez que murieron esos latidos, mal sabor quedó en mis labios y las lenguas muertas no hicieron más que agravar la situación. No encontré modo alguno de escapar a esta tortura, no hallé alcohol suficiente ni pasaportes decentes con los que irme de viaje por otras caderas. No necesité y rogué por contradecirme esta vez, como en múltiples ocasiones hice, sin resultado alguno. El engañarme no descubriría la verdad, ni taparía la piel al llorar por un amor. Un amor que ensanche mi mirada cual Fosa de las Marianas, un amor que me haga temblar de pasión pero sin acabar con las perdices del mundo.
Y es ahora, cuando entiendo, que no debo enamorarme del amor, si no esperar a que llegue por si solo, sin forzar la situación y sin música que aumente el dolor.
Y ahí estás, granito de arena con alma de montaña; ahí estás, clipper con espíritu de zippo.








martes, 26 de octubre de 2010

Paranoid Android.

Arrghh!! Sube una corriente eléctrica por mi columna vertebral; intento respirar pero se quiebra el aire... intento andar pero me crujen los huesos.
Intento amar pero me arde el corazón... prometo que mañana no volveré para escuchar tus palabras.
Mientras ese electricismo cruza mi eje central, una imagen acude en busca de calma a esta tempestad, acude una tormenta en busca de calor a este corazón. Acude a mí una mentira en busca de verdades que camuflen esa capa de sentimientos rotos y miradas perdidas. Esa orden de derribo...

Nos vamos; me voy. Nada me ata a este lugar después de escuchar el mañana.
Estallamos y la lágrima que queda se perdió en la intensidad del mar.
Soy una píldora en tu lengua, esperando a que me tragues y haga de las mías en tu interior más interno.
Y es que, la verdad por delante: nada está bien; gracias por preguntar.
Todo es paranoico en mi interior, la melodía que debería tranquilizarme me tira de los pelos, me asfixia el aire al romperse y se consume el agua que debería fluir por nuestros labios.
Todo es ausencia; ahora queda el momento que no existió, el nada que me diste y el todo que ofrecí. Me da rabia que siempre la misma rutina ande rutineando por mi día a día, creo que no pido demasiado... ¿no?
No quiero un amor de película, de esos con predecible final, no quiero comer perdices por que siempre cabe la posibilidad de que se extingan, tampoco quiero echar el ancla en tus aguas... quiero pasar las horas nadando mar adentro.

Y en la nada, el todo llegó a su máximo esplendor. De la nada nació el silencio que gobierna esta tumba. Del todo murieron los androides que mecanizaban este cuerpo. Con sus restos se creó un Androide Paranoico que liderará estas manos hoy por hoy.
El cuerpo desnudo calló su lujuria.
Los pecados tomaron nombre y apellidos propios, y volví a dejar entrar la tristeza a este castillo de puro sentimiento. Volví a dejar ver la agonía al final de este sendero, volví a sentirme humillado, roto, solo, insuficiente, injusto, acojonado, cobarde, egoísta. Volví a maldecir el día en el que elegí esta elección, el dia en el que no elegí nuestra elección.
Volví a sentir que lo que recibo no es equivalente a lo que doy.
Pero esto es lo que conseguiste, soledad, esto es lo que has echo de mí.
Un minuto a tu lado y pierdo mi razón, un segundo de tu mano y mi sangre corre loca de pasión.
Un mirar a lo más profundo de nuestros ojos, y se cae a pedazos este castillo. Ahora queda esperar el derribo.



¡Detengan a ese loco o perderá la cabeza!
¡¿Qué demonios está haciendo (aquí)?

Bahh, chorradas...
Maldita policía del corazón, siempre persiguiendo a los delincuentes equivocados.


lunes, 25 de octubre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

Fuck you. Fuck me. Fuck us.

Podrían estallar todas las lágrimas acostumbradas al vacio en mil y un pedazos. Ese pedazo es el que te vengo a detallar en esta noche oscura.
Podrían caer uno por uno los labios de mi juventud. Podrían unirse uno por uno los labios sellados. Podrían formar las mil lágrimas, y dejar ese pedazo bañándose en la esperanza.
Podría colgarme del borde del sueño y dejar que fluya(s) por mi interior.
De veras que podría huir y no dejar rastro, de veras que podría transformarme en aire y ser respirado por otra persona.
Creeme, cuando lo vives en carne duele más.
¿Perderíamos el tiempo rugiendo como leones cuando desean algo que morder?
¿Disfrutaríamos viendo crecer la marea y dejando de lado lo demás?
¿Llorarías viéndome huir por la ventana, viéndome siendo inhalado?
¿Amaríamos al odio si este nos besase con toda su pasión?
Dime, cariño, si ves el cielo sobre tu cabeza.
Dime, cielo, si sientes la tierra bajo tus pies.
Dime, piel, si ganamos la batalla a las sábanas, si te arrepientes de cada enemigo destrozado.
Pregúntame ahora por la necesidad de ver más allá de estas metáforas.

¿Enterraste tus secretos en lo más profundo de su piel?
El aire a mi alrededor me aplasta como si bajo toneladas de agua me hallase.
¿Encontraré aquí abajo lo que nunca perdí? ¿Acertaré con lo que siempre encuentro?
¿Estará aquí, en mis metáforas, o allí dónde perdí la razón?
Quizás esté junto al deseo de amar y ser amado...
¿Pido demasiado? más que eso...
No siempre puedes esperar recibir lo mismo que das.
Nada es lo que me dás, nada es lo que me besas ahora y menos aún conseguimos derrumbar a los payasos.
¿Cómo pretendes que esto vaya a mejor si seguimos contemplando el miedo destrozando nuestros días?
Con este huir y no volver de amores fugaces, de emociones efímeras pero intensas, ¿cómo pretendo qué el cielo se equilibre?
Con este desear y llorar, joder, con este querer y gritar.

Se ahogó el corazón; se evaporó el fuego y ardió el agua. Tembló el viento y la estabilidad sopló hacia el frio del norte.
Cambié el momento por el imaginado y deseé que Dios estuviese aquí para verlo. Lástima que mis manos no necesiten su apoyo en esta noche del norte.
Suerte que la necesidad inspire a mis manos en este adiós.




Eat shit and die, or fuck off at least!





sábado, 16 de octubre de 2010

Nuestra melodía

¿Qué ha sido del mar, nena?
Clank clank clank hacen mis huesos, crujiendo y chocando contra el suelo, al mismo tiempo que se desmorona toda mi estabilidad. Como si terremotos azotasen...
Vayamos acomodando y asentando las ideas. Como si de huracanes fuese la historia.
Vayamos reflejando las sombras de nuestra carne. Como si de canibalismo hablasemos.
Deberías encarcelarme por esto...
Deberías desatar el animal que llevas dentro y traerme de vuelta hacia la cama a base de arañazos.
Todos los sentidos cambian de lugar a tu lado:
no huelo tu olor; toco tus besos. Saboreo tus miradas.
Y calmo esta sensación de vacio, lleno esta necesidad...
Reconstruyo mi esqueleto que hasta hace X tiempo hacia clank clank clank crujiendo y chocando contra el suelo.

Quédate, bueno, mejor dicho... ven.
Ven a esta madrugada y hazla renacer.
Acude a este corazón y hazlo llover...
haz llorar de amor a estos ojos.
Hagamos que sea inevitable, hagamos de estos latidos nuestra melodía.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Junto al piano de medianoche tarareamos la sinfonía de la lluvia...

Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:
Ha llegado la lluvia, y con ellas las ganas de un corazón metafóricamente cerca del mío.
Con este apogeo del amor llegan los quebraderos de cabeza, los torniquetes al dolor, los aullidos del viento de cambio. Llegan mis olas intentando colarse a contracorriente en tu río, llega tu corriente consiguiendo colarse en mis olas.
Caen las primeras hojas, y con ellas, caen los sentimientos. Se ponen a mano de cualquier atrevido que pase por ahí buscando una libertad. Buscando una cadena mayor que la mía, que este pensamiento loco.
Este pensamiento que se aferra a mis muñecas, que me acarrea gritos de esperanza y esperanzas silenciadas. Que me trae maestría a la hora de sentarme frente a esta historia en blanco, que me apoya a la hora de comenzar un dibujo escrito y eterno, sin principio sin final, únicamente la improvisación que quieras ir inventando.

¿Dónde quedo el valor para darse la vuelta y llorar mientras uno se va?
¿Dónde quedo el miedo a llegar allí dónde comenzamos a crecer?
En un segundo, mientras los diablos huyen de Dios, cruza mi corazón atravesando la lluvia como un haz de luz, un alma en busca de techo.
Y sonrío.
Y me río.
¿Dónde quedó mi pasión? Te fui a buscar, te besé.
Ella, ahora no tiene más ropa que la piel. Él, no tiene más piel que la de ella.
Empezamos, con nuestros colores más odiados, y con nuestras manos más amadas, a pintar esta historia que mañana podría terminar, que mañana podría empezar, que ahora simplemente es besada.
NACE EL SOL... caen las primeras gotas atrapadas por esos corazones sin dueño, que reclaman unas pocas miradas. Consumidos por el desaparecido titiritero que manejaba estos ojos.
MUERE LA NOCHE... mentimos y juramos por estos cuerpos que desean pillar por los cojones a ese maldito controlador de miradas, para enseñarle lo que vale un buen amor...
Veremos, pues, sentiremos, mas bien, el placer a flor de piel.
Besaremos, tal vez, amaremos, quizás, saborearemos el néctar que nos brinda en bandeja de plata el Sr. HOY, con dulce introducción a la perfección.

¿Aprendimos ya a vivir en el extrarradio del miedo?
Creció Mickey Mouse demasiado ya...

Dedicado a ti, a mi mis miedos y al renacer de esta mirada.

jueves, 7 de octubre de 2010

Querido diario...

Yo mismo, con esta mi loca actividad, me estoy administrando opio. Y no logro dormir bien, y menos soñar bien...
¡¡Esta terrible pesadilla...!!

Y yo también puedo afirmar junto al Satanás de mi Infierno: "Mi alma estará triste hasta el golpe".
No, Pablo... No.

Que jueguen al dolor, si eso les contenta.



¡ABAJO CON LOS PAYASOS!
Y aún así, la mierda siempre saldra a flote.
Te reclamo desde lo más profundo de este corazón, te necesito desde las entrañas de este cuerpo.
Te escribo desde lo mas hondo de mi ego, desde el punto que hay a medio camino de tu mente a la mía.
Te invito hasta el otro yo, nunca podremos besar de esta manera si no burlamos el alrededor. No podremos amarnos si no escapamos de manos ajenas.
Si no evitamos las sábanas al separar piel de piel.
Estoy como un barco perdido en el mar, sin rumbo y sin metáfora evidente... Como un caballero de la mesa redonda que se hace el duro para mantener su puesto.
El duro, blando como la gelatina y resistente como tu amor.
Condensado, como el humo del cigarrillo que fumas ahora al salir por tus labios.
Por tus labios...
Ahí, precisamente, se pierde mi razón. Se encuentra mi locura.
Se va.
Me voy.
Mueren, ambos. Labio a labio no nos vemos hoy.
Perfectamente arítmico, no está conectado a ningún corazón y arde a ritmo propio.
Permiteme ver tu verdad, dejame sentir tu frialdad. Cada noche, mi vida, es para ti...
Permiteme ser el cigarrillo que se consume en tus labios. La colilla que queda al besar y besar y consumir el amor CALADA a CALADA. Déjame sentir tus labios rozando cada rincón de mi cuerpo, deja a esta piel temblar al deslizarse por la tuya.

... hoy me quedé sin voz de gritar ese nombre,
hoy mis ojos marrones encontraron su escape.
Hoy recé a Dios para que estos choquen segundo si y segundo también con los tuyos.
Hoy declaré la guerra a la distancia...





martes, 5 de octubre de 2010

Desciende al infierno.

Realmente hace calor aquí...
tú eres lo que yo quiero,
y yo lo que necesitan tus bajos.

Me sangra la garganta y el sudor resbala por mi piel. Me invade la mierda, haciendo de mí un simple mojón aplastado en la calle.
Y no puedo ver, me tapa todo lo que dejamos para otra ocasión. Me consume el odio de tus cigarros, me llama el silencio para volverme a ver...
Esta vez jugaremos a callar, a gritar, llámalo como quieras.
Esta vez lucharemos por algo que deseamos, sea el infierno que sea.
No más introducciones amargas con finales trágicos y un desarrollo amoroso.
No más ceguera mierdosa con olor a soledad. Con sabor a nostalgia.
Resuena en mi caja torácica buscando tu simetría. Nuestro equilibrio más ardiente, más loco.
...y pasan tus feromonas por mi lado, intento aguantar la respiración pero se desata el animal que hay en mi.
Y se cae, y se rompe, y se repara, y vuelve a arder, y vuelve a amar. Te comería viva...
Y no puedo oír nada...
menos aún hablar: labios sellados; únicamente se permiten besos a largo plazo o a quemarropa.
Y me cuesta creer que resucité, que una chispa de alegría curva la comisura de mis labios, que la vida me brindó de nuevo alguien con quien hablar de amor.
No sé como llegue a esta situación... me resulta raro expresar la espiral que siento en estos momentos.
Es parecido a cuando no has terminado de comerte un plato entero de tu comida favorita, y ya estás pensando en el postre.
Aun a sabiendas de que se llena el ojo antes que la tripa...
Pero las ansias de rozar tus labios me hacen pasar directamente al postre.
Y mira que me negaba a ver más allá de tus caderas, pero joder, ¿qué esperas, y esperamos, que haga yo?
Deseas verme ardiendo y vivo en un continuo fuego. Deseas verme a tu lado y me falta acompañarte a cagar. Deseo que vengas y me comas y no siento más que un simple cri-cri-cri de cualquier grillo que haya ahí fuera.
¿Esperas que me quede enrollando los espaguettis hasta que se desgaste el plato? Pues no, siento decirte que no me apetece estar estancado en tu mirada por más tiempo. Ya son muchos meses los que llevo detrás de tu falda, y se cansó el miedo de verte asustada...
Siento mucho esto, bueno, no sé si lo siento de veras. Por una parte si, obviamente, pero mirando hacia otro lado no te veo y NO me acojono al pensar en otra ruta de escape.

Descendamos pues.

martes, 28 de septiembre de 2010

Yesterday don't means S***

Llega el éxtasis a su fin.
Suena el tic-tac del tiempo, la respiración aguda de mi abuela; apenas suena la mía con tanto silencio...
Suenan los cohetes del fracaso. Nace el pesimismo a raiz de la derrota (y odio hacer de comadrón en ese parto), las metáforas no tienen ganas de imaginar(te) hoy.
Mañana imposible sin tu voz...
Cómeme y redevórame, que aún sigo herido leve. Puedo hacer llorar a los ángeles en el cielo, e incluso a las cebollas más orgullosas. Puedo hacer temblar de terror al miedo, cuando no soy yo el que se acojona...
Puedo amarte esta noche y mañana marcharme para echarte de menos. Puedo quererme HOY y no volver a odiarme; no volveré a este segundo (tres, dos, uno...) en el que escribo esto.
No han pasado ni cinco días, amor, y ya necesito tu piel chocando con la mía. Aunque no seamos los mismos...
Han pasado demasiados segundos como para volver a por ti, pequeña ardillita, han pasado tantas pieles intentando imitarte...
Este sabor agridulce que produce el amor al besar a la amistad me deja sin aliento. Sin ganas de retroceder en mi Diario, página por página, en búsqueda del rincón donde perdí la noción de lo que es real y lo que revolotea en mis sueños.
Perdí el control al ver ese beso, ese que ahora no me darás en la absurda realidad (que me abruma...). Esta niebla, esta realidad, este día a día... al fin y al cabo es lo único que tengo.

HOY.
TODAY.
AUJOURD'HUI.
HEUTE.
اليوم.
AVUI.
今天.
HOXE.
आज.
VANDAAG.
SA LÁ ATÁ INNIU.
OGGI.
今日.
HOJE.
Сегодня.
LEO.
BURGÜN.
HÔM NAY.

En cualquier idioma... (Sí, he usado un traductor).
Mi presente es más valioso que todo el oro del mundo, más fuerte que un Titán enfurecido, más rápido que la luz, más metafórico que un milagro de Dios. Más compacto que el barro cocido. Más prohibido que la marihuana, más efímero que un primer beso. Más dulce que una tarta de queso, más bello que toda la armonía. Más relajante que Shine On Your Crazy Diamond.
Más perfecto que toda la imperfección junta.
Más único que cada ser humano.
Loco. Vivo rodeado de locura, y la disfruto a cada momento. Me amo y lastimo en busqueda del POR QUÉ. Veo la belleza y no queda otra que herir al dolor, aquel que se rinde cuando echo raices a cada segundo y me transformo en árbol, aquel que se vuelve a rendir cuando este acaba. Cuando es arrancado por mi Yo-Jardinero. Vivo cada momento pensando que es único, no me gusta mirar atrás por que odio sentir nostalgia de algo que abandoné hace eltiempoquesea.
Tampoco me gusta mirar al futuro, más que nada por que está totalmente oscurecido... aún no fue iluminado por mi luz, por la luz de mi sendero.
Transcurridos esos tres segundos, no seré el mismo. Habré cambiado-avanzado y mi universo lo habrá hecho al son de mis latidos.

Disfruta, amigo mio, mañana no volverás a ver esta misma luz, mañana no saborearás el agua como lo acabas de hacer.
"Nadie se baña dos veces en las mismas aguas de un rio..."

Seamos honestos: ¡Qué viva la improvisación!


Y que le abra la puerta una galleta...

"Papá, me tienes que construir una cabaña en un arbol asssiiii de alta (poco mas de un metro, lo que llegan a alcanzar sus pequeños brazos), con muchos tuneles para que no pueda caerme.
No puede ser alta, por que si me caigo me hago pupa y me caigo por la montaña pero papa me agarra para que no me caiga.
Y tiene que ser redondita, y jugaremos mis amigas y yo"








Siempre se me llena la boca al hablar de la increible imaginación de los niños pequeños.
Por desgracia, a medida que se crece, se va perdiendo al principito con el que nacimos. Lo vamos enterrando con la tierra de los adultos, con la lógica, con la razón, con las conversaciones "de mayores", etc.
No discrimino ese tipo de cosas, puesto que yo mismo las suelo poner en práctica, pero puedo afirmar que no he perdido esa parte infantil, ni nunca la perderé.

Suelo preguntarle a mi hermana pequeña, Marina (4 años), cosas para obtener respuestas típicas de una imaginación hecha materia, tales como:
-¿Qué tal hoy el día bichito?
-Muy bien, hoy me ha abierto la puerta una galleta.
- Anda, qué bien :)

¿A quién no se le curvan los labios al oír esa respuesta?

lunes, 27 de septiembre de 2010

Necesito creer que algo extraordinario es posible.

Explícame, por que yo aún no lo entiendo...
¿Cómo es posible que esto me supere? Que por más que beba no calme mi sed...
Entiérrame en aquel lugar, revíveme donde elegiste dar media vuelta y marchar, contando hasta tres para estallar.
¿Irá esto a mejor...? Seguimos sintiendo este magnetismo que nos une y nos desune cuando la noche cae, cuando sopla la mente y callan latidos. Cuando se consume ese cigarrillo que está entre tus carnosos labios, y me consumo al mismo tiempo...
Se hizo tarde, demasiado tarde, para conducir por esta carretera hacia la luz. Hacia el sol.
Avenida de tus caderas...
No seremos los mismos. Soportaremos esta caída y chocaré para volver a empezar.
¿Irá esto a mejor, ahora que tienes (o tenemos) alguien al que culpar?
Se volvió a hacer tarde, esta noche, para sacar el pasado a la luz, para aprovechar los viejos latidos (como una luciérnaga sin ganas de brillar...) a mi favor.
¿Pedí demasiado...? (Más de lo que puedas imaginar...)
Y me diste poco, pero ahora es eso lo que tenemos.
¡¡Qué coño, poco ni poco!!
:
Una amistad, no como yo desearía que fuese, pero al menos la tenemos.
Al menos puedo escuchar tu voz por las noches, al menos puedo permitirme el lujo de rozar tu piel al darte un abrazo, ya me daré el festín en mis sueños.
Me conformaré con poder mirarte con autocontrol, necesitaré una gran fuerza de voluntad para controlar ese instinto animal que desatas en mi.
Somos uno, pero no somos lo mismo...


No puedes frenar el cambio, al igual que no puedes pausar un atardecer...

Escucha la lluvia al caer. Parece mentira que en esta noche aún queden ganas de amar...
es tarde y debería irme a dormir.
Pero a cada segundo explosionan ideas que taladran mi cerebro, a cada segundo chocan sentimientos que sangran este corazón.
Al borde de lo prohibido, ¿dónde está ahora mi pasión?
Todas estas cosas siguen un patrón, una ley que hace de estas situaciones un laberinto sin salida.
Un agobio con manos y pies, nacidos del amor y del dolor...
Un grito ahogado en un silencio, una tumba creada expresamente para este sentimiento de agonía.
La tempestad y la calma...
Ella se desliza como la tentación por mis sábanas... la imagen que recorre cada celula de mi cuerpo me abre el pecho en dos para ver mi sinceridad.
Quid pro quo...
dime que tengo que hacer para verte perder el control.
Para darte todo el amor que nunca sentiste, solo di mi nombre y me verás arder, tal y como estas deseando verme.

Y abajo con los payasos. Abajo con los tiburones, fuera miedo.
Necesito creer que esto puede ir a mejor de verdad, sin tener que prescindir de nuestra antigua relación, la más completa y armónica de todas...

martes, 21 de septiembre de 2010

Al filo de la pasión.

Lo siento, esto no tenía por qué acabar así...
Déjame marchar. Acaba con esto antes de que lo haga yo...
¡No, no lo hagas! ¡NO, NO! ¡Te quiero!
Lo siento... ¿puedes oírme? Esto no puede estar pasando.
Hay demasiado silencio ahora...
Esto va a herirme más a mi que a ti.
Espérame, iré contigo. Mientras queden ganas, seguiremos.
Tócame, pruébame, siénteme.
Por favor... ayuda.
La única verdad ahora es lo arriesgado.
No te dejaré saltar solo.
Acompáñame en la caída. Afrontemos el golpe, y volvamos a aquel día en el que nos besábamos sin fin a la vista.



Hay dos caminos: podemos amar, o podemos llorar. Lo pensaremos, repensaremos y nos comeremos el coco buscando el modo de tragarlo, y para cuando queramos darnos cuenta, habremos saltado ya.
¿Podrías besarme en plena caída, o tendría que explotar y esperar el golpe para volver a retomar ese acantilado? Al llegar al agua, volveré a arder en tu fuego.

Transeúntes...