
Aquí, esperando un beso de tus labios con dulce sabor a locura.
¿Dónde estás? Donde estabas cuando el dia rompió y Dios murió. ¿Dónde te deseaba?
Cuando la esperanza se fue GRACIAS a lo que hiciste a mi alrededor, cuando todo murió a raiz del beso que ojalá me dieses ahora (maldita sea...) mientras estoy tumbado sobre la oscuridad.
El extasis en un cumulo de deseos irrompibles por las mandibulas del miedo: matando el pasado juntos, volviendo a la vida.
El silencio me come la moral, dejándome en los huessssssssos de la amargura y la soledad, esperando a esa dulce locura que me lleve hacia el fin de la distancia, hacia la belleza ardiente mas pura que puedas/podamos imaginar.
Sé que lo conseguiré, joder, nací para esto, nací para sentir-te.
Con lo cual, creo que puedo decir que cambié (o quiero cambiar) el infierno por el cielo, y viceversa. El paraiso de los labios por los fantasmas de Dios, muerto viviente en mi interior.
¿Extraño? Mucho, demasiado... pero real como la puerta que lleva a Wonderland:
Besándonos, sin mañana preferente y el Rock (vida y vida) en el oido.
Si que hay una plaza para mi más allá del cielo, yo la compré antes de respirar por primera vez...